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21/7/20

Un día en cuarentena

Lo más significativo en un día de cuarentena, es el tiempo que transcurre, sin horarios, ni grandes responsabilidades, sin prisa, sin hora establecida para desayunar, almorzar o cenar, es el “uso” del tiempo sin horarios, no como lo es, cuando hacemos la rutina de la antigua normalidad. La rutina que nos organiza la vida en familia, laboral, escolar, recreativa, deportiva, artística y tanto más.

Al despertar, recorres tu espacio, vas organizando (dependiendo de la voluntad) los quehaceres domésticos, miras la televisión, escuchas música, quizá algunos breves ejercicios físicos, y luego, vuelves a recorrer tu hogar, reflexionando y pensando sobre lo importante que es la rutina cotidiana que te conecta con el mundo externo, de la cual, muchas veces nos hemos quejado por sentirnos agobiados, o cansados, o tal vez molestos, pero, que sin la misma, implica muchos cambios en especial los de hábitos y que en estos momentos, no son una buena señal.

Va llegando la noche y seguís pensando...cuánto más?, expresas deseos... como....ojalá pronto finalice todo esto ...o tal vez imploras una oración ...

Al día siguiente. hay que salir a hacer algún mandado, te preparas para ir a una guerra (que de hecho lo es) te pones el barbijo, llevas alcohol en gel, etc, En la calle recorres con la mirada el entorno y ves a todos/as con barbijos sin reconocer a los propios vecinos/as, caminas apresurada, guardas la distancia y estás atenta a que los demás también lo hagan. Al volver, comienza todo un ritual, desde sanitizar los productos, guardarlos, hasta cambiarte zapatos, lavar barbijo e irte a duchar, para darte cuenta, que otra vez estás en el encierro del hogar ... pero... hay que ponerle onda, porque es el que nos resguarda, (junto con el lavado de manos, distancia social y barbijo), nos protege del contagio viral.

Así, surgen nuevas actividades que van a ir formando parte de la nueva rutina, como el ir descubriendo el arte culinario o vetas artísticas, u otros incentivos que van a ir ocupando ese tiempo sin horarios.

La vida nos sorprende, con hechos que escapan a todo cálculo posible, esta vez, la realidad supera a la ficción, varias películas trataron temáticas relacionadas con virus y antídotos, dónde al verlas quedábamos perplejos con sólo imaginarlo de ser protagonistas de la misma, pero hoy lo somos, en esta triste realidad.

El diseño de la propia rutina, nos debería llevar a una estabilidad y equilibrio, al que necesitaríamos siempre, volver.