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S OJA

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DATOS BÁSICOSProducto: soja.Materias primas de origen: Glycine max o soja.Principales países productores: Estados Unidos, Brasil, Argentina, China y Paraguay.Principales países consumidores: China, Unión Europea, Estados Unidos, Brasil y Argentina.Productos en los que se encuentra: productos preparados (miso, tofu), pienso, combustible, granos.Área cultivada: pasó de menos de 30 millones de hectáreas en todo el mundo en 1970 a más de 57 millones en 1990; en 2018, casi llegaba a los 125 millones de hectáreas, según FAO.

Introducción

Esta leguminosa —o soya, como se la conoce en algunos países latinoamericanos— es una especie originaria de China y su nombre (soy) proviene de Japón. En Occidente, su consumo de forma directa no está muy extendido, aunque ha aumentado con el incremento del veganismo; también se usa profusamente en países productores, como Argentina. Lo que sí se ha generalizado a nivel global es el uso de harina de soja para la alimentación del ganado, así como su creciente empleo para la elaboración de agrodiésel.

La soja, sin embargo, ha venido de la mano de la polémica, porque la amplísima mayoría de la soja que consume el ganado de medio mundo es transgénica, luego está asociada al abuso de herbicidas y pesticidas y otros riesgos vinculados a los OGM. En Argentina, la población de las áreas afectadas ha denunciado los impactos sobre la salud de agroquímicos —que las resistencias prefieren denominar agrotóxicos— como el glifosato; sin embargo, el Estado sigue apostando por un producto de cuyas exportaciones el país es cada vez más dependiente.

CARACTERÍSTICAS DE LA SOJA

De dónde procede la soja

La soja es una especie de la familia de las leguminosas (Fabaceae) cultivada por sus semillas, de contenido medio en aceite y alto de proteína. El grano de soja y sus subproductos (aceite y harina de soja, principalmente) se utilizan en la alimentación humana y del ganado.

Como hemos indicado, esta especie es originaria de China, pero en los últimos años ha crecido exponencialmente su cultivo y comercialización, y se ha extendido a otros lugares del globo; fundamentalmente, en América del Norte y el Cono Sur.

Dónde se encuentra la soja

La soja ha sido un alimento que ha formado parte de la dieta de buena parte de los países asiáticos durante siglos donde se toma de forma fermentada en variados alimentos, como el miso (pasta típica japonesa), la salsa de soja, el tofu (queso fresco obtenido de la soja cuajada), tempeh (producto típico de Indonesia que se obtiene por fermentación de la soja a partir de un hongo), o fresca, en brotes germinados de soja, muy típicos en las sopas o, en el caso de Japón, el edamame (granos de soja cocidos que se toman como aperitivo).

En el resto del mundo el consumo de soja se ha incrementado en los últimos años, en parte, gracias a las campañas que han puesto de relieve, no sin polémica, sus beneficios para la salud. Así, ahora se encuentra de forma natural, ya sea en semillas o, sobre todo, en brotes germinados, pero también en productos elaborados como el tofu, la leche de soja o los aceites. El uso de la harina de soja para enriquecer proteicamente otras harinas también se ha vuelto común y se puede encontrar en panes y bollería. Además la lecitina de soja, un complejo de fosfolípidos obtenidos de la semilla de soja, se utiliza como complemento dietético. El movimiento vegano ha puesto además de moda los productos elaborados a partir de la soja, que suponen un sustituto de las proteínas animales.

Pero la soja también se ha convertido en uno de los productos fundamentales para la industria cárnica y sirve de base en la fabricación de piensos. Además, con el desarrollo de los agrocombustibles, la soja se ha posicionado como una de las principales fuentes de combustibles oleosos (agrodiésel).


EL SECTOR INTERNACIONAL DE LA SOJA

El mercado internacional de la soja

Durante los últimos años, el precio de la soja se ha disparado en el mercado internacional de materias primas, sobre todo por el crecimiento espectacular de la demanda china, país que se ha convertido en el mayor consumidor de soja a nivel mundial por el impulso de la industria cárnica. El resultado ha sido que se han extendido exponencialmente los cultivos de soja, sobre todo en América del Norte y el Cono Sur. Así, ahora mismo, los principales productores de soja son Estados Unidos, Brasil, Argentina y China. En el caso de Paraguay y Argentina, la superficie dedicada al monocultivo de este nuevo «oro verde» ya supone en torno al 60% de la tierra cultivable.

Cinco empresas, la mayoría grandes conocidas del mercado de los productos básicos alimenticios, controlan el mercado de la soja: Bayer, Monsanto, ADM, Bunge, Cargill y Louis Dreyfus. Destaca sobre todo la primera, que tras comprar Monsanto, controla alrededor del 25% del mercado mundial de las semillas, y acapara en especial el mercado de la soja y el maíz.

LA CADENA: IMPACTOS SOCIOAMBIENTALES

Impacto socioambiental

El monocultivo sojero es un caso paradigmático del llamado modelo del agronegocio: empresas transnacionales de biotecnología venden conjuntamente semillas híbridas o genéticamente modificadas en un paquete que incluye fertilizantes y pesticidas que garantizan el crecimiento de la planta. Así, desde la década de 1990, Monsanto vende sus semillas de soja RR con el Roundup, un agroquímico cuyo ingrediente estrella es el glifosato, y que se ha convertido en el herbicida más vendido del mundo. El productor queda así atado a la compra anual de semillas y de los diversos agrotóxicos sin los que no obtendrá la productividad deseada. El modelo conlleva unos costes difíciles de soportar para los campesinos, que son, finalmente, desplazados por los grandes empresarios del agronegocio. La soja ofrece una elevada rentabilidad, pero solo para grandes superficies con altos rendimientos de escala.

Además, el modelo sojero implica la necesidad de pocos agricultores para grandes superficies de terreno. Esto supone la expulsión de una parte de los trabajadores del mundo rural, que deben emigrar a la ciudad; muchas veces, para pasar a engrosar los barrios de tugurios periféricos. En países como Paraguay, resistir al modelo puede tener consecuencias mortales; en Argentina, comunidades indígenas de las provincias de Chaco y Formosa, al norte del país, también se han visto expuestas. (1)

Las comunidades se ven afectadas, además, por los efectos devastadores en los ecosistemas que tiene cualquier monocultivo a gran escala: degradación del suelo, desertificación, contaminación del agua y pérdida de biodiversidad, tanto por la pérdida de especies nativas como por el uso exclusivo de una misma semilla.

En el caso de la soja, los principales efectos son afines a otros organismos genéticamente modificados (OGM). Vaya por delante que el problema fundamental no es, en sí, modificar el ADN de una planta, sino para qué se modifica. Y, en el caso de la soja RR y versiones derivadas, la modificación permite que la planta resista al glifosato y otros herbicidas y plaguicidas que resultan dañinos para el medio ambiente y para la salud humana. En Argentina, las fumigaciones son tan recurrentes que diversos estudios científicos han documentado que, en amplias zonas del país, el agua de lluvia registra glifosato, y son también alarmantes las cantidades de esa sustancia que se encuentran en el fondo de ríos tan importantes como el Paraná.

Un riesgo adicional es que las malezas se vayan haciendo progresivamente resistentes al glifosato y otros agroquímicos; algunos estudios ya evidencian cambios en el espectro de las malas hierbas. Esto puede provocar una peligrosa espiral tóxica para la que será necesario inventar herbicidas más potentes —luego más tóxicos—, al tiempo que el cultivo de especies no transgénicas se torna cada vez más difícil. Algunas investigaciones científicas vienen alertando, además, del vínculo entre el glifosato y la aparición de superbacterias.

LA REPÚBLICA UNIDA DE LA SOJA

El nuevo oro verde avanza sobre todo el Cono Sur: en 2012, la soja ocupaba un 66% de la tierra cultivada en Paraguay, un 59% en Argentina y un 35% en Brasil, según un estudio del Centro para la Bioseguridad de Noruega 1 ; y desde entonces no ha parado de crecer, sobre todo en Paraguay. El Cono Sur americano se ha sojizado hasta tal punto que la multinacional de la biotecnología Syngenta, en una propaganda de 2003, llamó «República Unida de la Soja» a un vasto territorio entre las fronteras de Argentina, Brasil, Paraguay, Bolivia y Uruguay.

En Argentina, y a pesar del creciente movimiento socioambiental en contra, los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri, desde distintos modelos políticos y económicos, han sostenido su apuesta firme por el modelo agroexportador tal vez porque la maltrecha economía argentina depende cada vez más de las divisas que aportan las exportaciones sojeras: en 2018, fueron alrededor de 17.000 millones de dólares.

El boom sojero en el país austral ha sido espectacular: en veinte años se ha cuadruplicado la superficie cosechada, que pasó de 5 a casi 20 millones de hectáreas.

Mientras, en el norte de Argentina, en las provincias de Chaco y Formosa, el pueblo Qom ha denunciado que lleva años sufriendo amenazas y agresiones para obligarlos a desplazarse de sus territorios ancestrales, apetecidos por los empresarios sojeros; al sur de Brasil, los guaraní-kawowá se enfrentan al avance de la soja y la caña. Y en Paraguay, donde se ha vinculado a intereses del sector sojero en el golpe de Estado contra Fernando Lugo en 2012, la situación es crítica para campesinos y comunidades indígenas guaraní. (2)

Riesgos para la salud de la soja

No hay consenso científico acerca de los riesgos para la salud que entraña el consumo de soja transgénica, en parte porque la ciencia es, también, un campo de batalla, influido por múltiples intereses. Lo que sí ha quedado empíricamente demostrado es que el glifosato, así como otros agrotóxicos, implica graves consecuencias para la salud de trabajadores y poblaciones aledañas a los cultivos. En la provincia de Córdoba, corazón sojero de Argentina, un juicio pionero sentó en el banquillo en 2012 a varios responsables directos de las fumigaciones con glifosato, que fueron condenados. El tribunal consideró probado que las fumigaciones estaban directamente relacionadas con el sorprendente aumento de casos de malformaciones genéticas, bebés muertos al nacer y casos de cáncer que, en los últimos años, han sufrido los vecinos del barrio de Ituzaingó Anexo, que viven a pocos kilómetros de los cultivos de soja . Más tarde, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio la razón a las Madres de Ituzaingó, al situar el glifosato como una sustancia potencialmente cancerígena.

ALTERNATIVAS Y PRODUCTOS SUSTITUTIVOS

La soja es una «materia prima flexible», es decir, tiene usos diversos, como ya dijimos. Uno de los más importantes es la elaboración de agrodiésel: recientes investigaciones (3) han demostrado que el uso masivo de agrocombustibles es tan insostenible o más que los combustibles fósiles: el agrodiésel, como también el etanol, es una pésima opción desde un punto de vista socioambiental.

En cuanto al uso de la soja para la elaboración de piensos —y también, harina de soja para piscifactorías—, forma parte de una cadena también profundamente insostenible, la de una industria cárnica cada vez más globalizada, como veremos en el Informe dedicado a ese producto. La alternativa, en este caso, pasa por disminuir el consumo de carne y buscar alternativas como la compra a pequeños ganaderos locales.

En el caso de la soja que se utiliza en ultraprocesados, la alternativa más saludable y sostenible será siempre evitar al máximo el consumo de ese tipo de productos comestibles, que nada aportan nutricionalmente. Evitando el consumo para estos usos, que son los que han acelerado el incremento de la demanda de soja a nivel global, se puede preservar el consumo directo de soja.

LAS CLAVES

• La soja es cada vez más utilizada en todo el mundo para el engorde de ganado.

• El aumento de los precios internacionales ha llevado a los países del Cono Sur a expandir el monocultivo sojero, con graves consecuencias para las comunidades indígenas y rurales que son desplazadas.

• Las poblaciones cercanas a los cultivos han detectado impactos sobre la salud de los agroquímicos, como malformaciones genéticas, muertes fetales y aumento de los casos de cáncer.

¡OJO CON LA ETIQUETA!

Uno de los derivados de la soja que se utilizan profusamente en la industria alimentaria argentina, y que también se emplea en el Estado español como emulsionante para repostería, es la lecitina de soja. En España, la lecitina, generalmente de soja, aunque también puede proceder de otra planta, figura en las etiquetas como el aditivo E322.

1- Para información más detallada, veáse Castro, Moreno y Villadiego, Los monocultivos que conquistaron el mundo. Impactos socioambientales de la caña de azúcar, la soja y la palma aceitera. Akal, Madrid, 2019.

2- Véase el Informe Chokokne, elaborado por la Coordinadora de Derechos Humanos de Paraguay (CODEHUPY).

3- Como The land use change impact of biofuels consumed in the EU [El impacto en el cambio del uso del suelo de los biofuels consumidos en la UE], más conocido como informe Globiom, publicado en octubre de 2015, Véase: https://www.carrodecombate.com/2016/09/20/que-comen-los-automoviles-la-disputa-en-torno-a-los-agrocombustibles/

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