Читать книгу Vaso de barro - Neila Oliveira - Страница 14
ОглавлениеEs necesario inculcar en los jóvenes la verdad de que sus dones no les pertenecen. La fuerza, el tiempo, el intelecto no son sino tesoros prestados. Pertenecen a Dios, y todo joven debería resolver darles el uso más elevado. Él es una rama de la cual Dios espera fruto, un mayordomo cuyo capital debe producir dividendos, una luz para iluminar la oscuridad del mundo. Todo joven y todo niño tienen una obra que hacer para la honra de Dios y la elevación de la humanidad.
Elena de White