Читать книгу Res Gestae Divi Augusti - Nicolás Cruz - Страница 10

Autor y contenido

Оглавление

Res Gestae fue escrita por el emperador Augusto, un hombre que gustaba de la literatura y que parece haber comprendido con claridad su función social. Se dice con esto que no fue una obra encargada a un tercero o a un secretario cuyo texto el gobernante revisara y aprobara, aunque, por cierto, no debe excluirse alguna ayuda en aspectos tales como la búsqueda de la información requerida en torno a hechos precisos y la misma puesta final por escrito, así como cabe destacar que Tiberio, su sucesor, ordenó realizar algunas actualizaciones puntuales posteriores. La redacción final, que el mismo autor declara haber realizado “cuando tenía setenta y seis años”, nos ubica en el año 13 d. C., esto es, un año antes de su muerte. En este plano, es probable que la idea y los borradores de algunas de sus partes hayan tenido una redacción anterior.

Los dos aspectos mencionados, esto es, el de la autoría directa y la redacción al final de la vida de Augusto, se han prestado para múltiples debates que continúan hasta el día de hoy. En relación con el primero, John Scheid (2007), autor de la última edición de la inscripción publicada por Belles Lettres10, ha llegado a diluir casi completamente la autoría del emperador, traspasándola a sus secretarios y al entorno familiar11. Se basa para esto en las formas de producción de los textos en el vértice del poder romano durante la antigüedad, tiempo en que los políticos no escribían directamente sus obras y se limitaban a dar una suerte de visto bueno a lo redactado por sus cercanos12. Alison Cooley (2009), en cambio, continuando una interpretación de larga data al respecto, resalta la autoría directa. Cabe señalar que, careciendo de pruebas decisivas que se puedan aportar al respecto, el conocimiento profundo del texto, así como de la personalidad y estilo de Augusto, resultan centrales para desarrollar una postura en este plano. Nuestra impresión es que Augusto fue el autor directo de la inscripción y que esta responde efectivamente a su pensamiento. Aun más, y tal como tendremos oportunidad de resaltar más adelante en este prólogo, así como también en los comentarios que acompañan a cada uno de los pasajes de la inscripción, el emperador prestó atención especial a este escrito que consideraba clave para la futura comprensión de su obra política, y que constituyó la última elaboración de su memoria en relación con todo lo sucedido durante cincuenta y ocho años. Respecto del segundo punto, ya hemos señalado que, sin descartar una elaboración lenta y que responda a diversos momentos, RGDA. ha llegado a nosotros en una versión final que resalta su redacción tardía y con una perspectiva global de lo acontecido desde su perspectiva13. Y este punto de vista contiene una idealización de lo referido.

La inscripción, tal cual se indica en su título, describe “…las obras del divino Augusto con las cuales sometió todas las tierras del orbe al imperio romano, y de los gastos que hizo en favor de la República y el Pueblo romano”. Existe la convención de observar la siguiente división tripartita en la inscripción: los párrafos I a XIV contienen los honores políticos y religiosos aceptados o rechazados por Augusto; mientras que los puntos XV a XXIV están dedicados a los gastos realizados por él en favor de la ciudad de Roma, de la plebe y aquellos otorgados al erario militar; en los párrafos XXV a XXXIII son abordadas las guerras encabezadas por él dentro del territorio romano, así como el reconocimiento alcanzado en aquellos lugares limítrofes o con los que Roma estableció algún tipo de contacto en su contexto de hegemonía mundial en el período. Finalmente, y a modo de coda, se encuentran los dos párrafos finales, XXXIV y XXXV, que cierran la inscripción con la reiteración de algunos de los conceptos que el emperador-autor consideró fundamentales de su gobierno. Cada una de estas partes es, a su vez, susceptible de múltiples precisiones que pueden llevar a una subdivisión del texto cada vez mayor. Todo esto lo podrá apreciar con claridad el lector al intentar captar la estructura que dio Augusto a sus memorias. Lo que sí conviene tener en cuenta es que la estructura tripartita resulta ser una aproximación atendible, pero que no clausura el tema necesariamente, en especial por el hecho de que Augusto introdujo en varias ocasiones noticias y afirmaciones muy importantes que, teniendo relación con el argumento puntual que está tratando, lo excedían con claridad14. A modo de ejemplo, si uno quiere hacerse una idea de las relaciones entre Princeps y Senado tendrá inevitablemente que traspasar las distintas secciones, ya que dichas referencias son abundantes y reiterativas en cada una de ellas. Algo similar puede mencionarse en relación con el tema de la paz alcanzada en Roma, cuyas características y beneficios se encuentran en múltiples párrafos que cruzan toda la RGDA.

Un ejercicio interesante de realizar, con relación a lo recién mencionado y que puede prestar ayuda para una lectura más completa, consiste en seleccionar aquellos términos y conceptos que aparecen con mayor frecuencia e importancia, advirtiendo el propósito y oportunidad con que son mencionados. Algunos de estos son: auctoritas, pacificación, restauración de la República (consenso con el Senado), beneficios entregados (especialmente a la plebe), piedad, incorporación de nuevos territorios, reconocimientos de los pueblos y reyes extranjeros, entre otros. Tal como ya señalamos, estos aparecen de forma reiterada en varios pasajes y al relacionarlos se puede profundizar la comprensión del sentido e intenciones del autor. Esto no debe hacernos perder de vista el intento de Augusto por instalar todas sus palabras en la perspectiva de que Roma ha tenido bajo su mando un gobierno laborioso y que le había dado al Imperio un nuevo tiempo de prosperidad y tranquilidad, tal como fue representado en el Ara Pacis y señalado de manera expresa en los Juegos Seculares del año 17 a. C.

Res Gestae Divi Augusti contiene la visión personal de su autor sobre la vida política, militar, diplomática de la ciudad de Roma y de su Imperio entre los años 44 a. C. y el 13 d. C., es decir, desde el asesinato de Julio César y aparición de Octaviano –después Augusto– en la escena política, hasta el momento en que el emperador puso por escrito sus memorias en el marco de un imperio que lo había tenido a la cabeza del gobierno por varias décadas. Esta reconstrucción marcadamente personal fue realizada a través de la memoria, usada de manera selectiva por un gobernante autoritario con el objetivo de poner de manifiesto ciertos hechos y situaciones que resultaran ser indicadores de los aspectos claves de su gobierno y del sistema imperial establecido por él, buscando establecer una memoria oficial de aquello que había tenido lugar. A partir de lo recién señalado, varias lecturas y ordenaciones del texto resultan posibles y válidas.

Una mayor aclaración del punto recién mencionado puede obtenerse al preguntarse por aquello que no se encuentra en Res Gestae. No se encuentra una historia del período, sino una selección subjetiva y arbitraria de los hechos en una función determinada y clara15. No existe tampoco la intención de evidenciar los aspectos colectivos del proceso; por el contrario y de manera insistente se reitera el carácter personal de las cosas hechas, los colaboradores apenas reciben menciones, expresadas siempre en términos secundarios, mientras que los adversarios ni siquiera son objeto de una referencia directa.

El lenguaje utilizado para la redacción de la inscripción se convierte en un punto importante. Ya hemos tenido oportunidad de señalar que fue redactada en 35 párrafos breves, precisos y directos, con una gran economía expresiva16. Estas características no han permitido clasificarla dentro de alguna de las formas habituales de expresión en la literatura antigua, encontrándose en ella elementos de los elogios triunfales, de los textos de rendición de las acciones realizadas, así como de la autobiografía o biografía antiguas, pero todos combinados y resuelto en una clave personal. John Scheid, quien se ha ocupado del tema, concluye el punto con la siguiente afirmación:

Ellas no son una creación ex nihilo, ni la simple reproducción de un ejercicio convencional. Ahí se encontrarán ciertas características de las biografías, como la celebración de las virtudes y la respuesta a ciertas polémicas, pero no se puede reducir a esas similitudes inevitables con el género biográfico. …

Cabe considerar, entonces, a Res Gestae como una autorepresentación epigráfica, como una crónica de los hechos realizados, de los honores recibidos y de las generosidades ofrecidas al servicio de la República, breve como una autobiografía de un estilo particular17.

De igual manera se ha producido una larga discusión sobre la calidad literaria del texto. Esta ha tenido su punto de partida en la afirmación de Suetonio de que Augusto habría sido un escritor “elegante y ponderado” que “procuraba por todos los medios expresar su pensamiento con la máxima claridad.” Aulo Gelio probablemente exageraba al declararse, luego de la lectura de unas cartas de Augusto, “arrebatado por la elegancia del discurso, ni difícil ni forzada, sino fácil, por Hércules, y simple”18. Esta discusión ha llegado a tantos resultados como analistas han participado en ella. Lo que nos parece interesante de destacar es la relación estrecha que existe entre el mensaje a transmitir y el estilo adoptado para hacerlo. Desde este punto de vista se puede señalar, a modo de impresión personal, que RGDA. está bien lograda en cuanto a los objetivos propuestos.

La redacción de la inscripción denota el uso insistente de la primera persona: hice; anexé; como resultado de mis acciones, etc. Todo tendiente a destacar con claro voluntarismo el marcado protagonismo en su obra. Se advierte una tensión entre los rasgos autoritarios del uso lenguaje y la referencia a los conceptos de moderación y consenso que se utilizan de manera reiterada y que sirven de plataforma para el discurso del autor. Por último en relación con la cuestión de fondo y forma se puede señalar que el texto fue pensado desde sus inicios para ser materializado en una inscripción.

Res Gestae Divi Augusti

Подняться наверх