Читать книгу La Adoración Que Toca El Corazón De Dios - Nina Gardner - Страница 32
Tres Dimensiones de Adoración Una Adoración Tridimensional
ОглавлениеTodo lo que concierne al patrón de adoración de David tiene tres estratos, niveles o dimensiones, dependiendo de la categoría en cuestión. Por eso, notarás que se da una progresión en el sacerdocio. Hay un incremento notable con cada período sucesivo de tiempo.
Función Sacerdotal: 1) Era Mosaica, únicamente el sumo sacerdote ministraba a Dios, 2) Era Davídica, los levitas eran incluidos con el sumo sacerdote, y 3) Hoy, todos nosotros somos sacerdotes.
Tabernáculos: 1) Un Tabernáculo Mosaico. 2) Dos Tabernáculos Davídicos, y 3) Todos nosotros somos un tabernáculo.
La Manifestación de la Presencia y la Gloria De Dios: 1) Era Mosaica, en el Tabernáculo, 2) Era Davídica, dentro de la tienda que le hizo David y dentro del Tabernáculo Mosaico, y 3) Hoy la gloria está dentro de nosotros y se manifiesta externamente.
El Patrón Davídico Opera: 1) En nuestro estilo de vida: internamente – cómo pensamos; externamente – en nuestro tiempo devocional personal, 2) En nuestras canciones: en nuestro tiempo devocional personal y colectivo, y 3) En las activaciones físicas en un entorno de Adoración Davídica.
En enero del 2014 Dios me dio la secuela del sueño del oficio sacerdotal y la sangre. A continuación, los detalles del sueño.
Un Sueño de Tres Niveles de Adoración Davídica
Un pastor nos invitó a Bobby y a mí a recorrer las instalaciones de su iglesia. Este edificio era muy inusual pues su techo, piso y paredes eran de un blanco purísimo. Mientras esperábamos en el piso principal a que el servicio empezara, el pastor nos hablaba sobre la adoración, y luego la música empezó a sonar y la gente comenzó a adorar; pero no vi a ninguna banda o grupo de adoración. La música no parecía venir de un lugar específico, pero sin embargo permeaba la atmosfera. La adoración continuaba y algunas de las personas comenzaron a caminar por una enorme escalera que estaba construida contra la pared y curvaba alrededor del santuario. No había notado esta escalera hasta ahora, pero también era blanquísima y embellecida con pasamanos de hierro. Permanecí allí en asombro, y me preguntaba por qué no podíamos ver el segundo piso desde aquí, pues todo estaba muy abierto. El pastor pasó a explicar que las personas iban al segundo piso, donde la adoración se intensificaría. Aunque nosotros no subimos, yo sabía por el Espíritu que la adoración allí era diferente a la de la primera planta. Él explicó además que a medida que la adoración continuaba, la gente podría optar subir a la tercera planta, donde sería el clímax. Dijo que después que la adoración terminaba en este tercer nivel, había una escalera que los llevaba hacia fuera, y que nunca regresaban a la primera planta para salir del edifico. Extrañamente, no podía ver la escalera que salía del edificio, pero por el Espíritu vi que bajaba por el lado derecho.
Nadie me lo dijo, pero pude saber en mi espíritu que algunas personas no deseaban subir hasta el segundo nivel, y los que lo hacían, no necesariamente seguían hasta el tercer nivel. Cada uno podía decidir qué tan alto quería ir, pero los que iban hasta el tercer piso nunca salían igual que entraron. Nadie fue criticado por el nivel de adoración que decidía tomar.
Nosotros permanecimos en el primer piso mientras el pastor continuaba explicando el diseño y los demás iban ascendiendo en adoración. En este primer piso, el techo del edificio era casi tan alto como un edificio de dos pisos. No había sillas, ni instrumentos musicales, ni ningún otro objeto tangible; si no fuera por las personas, no habría nada en esa sala. Sin embargo la habitación no se percibía vacía, estaba llena de una vida tangible, como si la habitación respirara; y podíamos sentir la presencia física de Dios. El pastor continuó hablando y yo empecé a caminar alrededor de la habitación adorando por un momento. Entonces el Espíritu Santo vino sobre mí y empecé a danzar. Como lo he hecho tantas veces en mis sueños, sentí que mis pies dejaban el piso y yo ascendía en adoración muy por encima de Bobby y del pastor, danzando y girando delante del Señor. Yo podía oír al pastor claramente hablando de esta adoración aun cuando yo estaba en la cima de esta sala. Yo no era la única persona que adoraba, pero estaba tan deleitada girando, danzando y regocijándome ante el Señor que no notaba lo que los demás hacían. En el espíritu yo sabía que esto era la Adoración Davídica, y estaba muy feliz sabiendo que ellos estaban ministrando a Dios, ¡pero sobre todo estaba extática de danzar delante del Señor!