Читать книгу Repensar la antropología mexicana del siglo XXI - Pablo Castro Domingo - Страница 11
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ОглавлениеLa multiplicación de actores, que se mueven de sus lugares convencionales, ha llevado, desde el periodo de auge del posmodernismo, a aceptar la fragmentación de lo social como una tendencia inexorable. Sin duda, la caída de grandes relatos unificadores —cristianismo, liberalismo, marxismo— y, al mismo tiempo, la interrelación de conjuntos poblacionales y culturales de difícil convivencia indujo a cancelar las preguntas por la totalidad social. Una visión de la antropología como estudio sólo de lo local o de etnias o regiones separadas parecía favorecida por esta focalización en lo particular y lo micro.
Sin embargo, la interdependencia entre culturas acentuada por las migraciones y los intercambios globalizados (de mercancías físicas, mediáticas y virtuales), así como la concentración empresarial mundializada de bienes y servicios, pone en el centro la cuestión de la totalidad —o las totalizaciones— que abarcan nuestras vidas en sociedades distantes. La desglobalización o repliegue de tantas naciones en la segunda década del siglo XXI (Brexit, Trump, etcétera) no quita fuerza a las guerras comerciales y socioculturales que nos siguen exigiendo interactuar. Las crecientes caravanas de migrantes de países latinoamericanos, de las que se ocupa este libro, o de África y Asia a Europa, la exasperación de la xenofobia y las indignaciones contra los monopolizadores globales de datos evidencian que las preguntas por cómo nos totalizamos siguen importando.
¿Por qué la antropología, que tanto contribuyó a pensar vastos conjuntos poblacionales (en México la formación multiétnica de la nación) y a analizar críticamente los colonialismos, no va a poder renovar sus instrumentos para dilucidar cómo convivimos actualmente en grandes escalas? Debemos preguntarnos, entonces, si nuestro objeto principal de estudio debe ser la cultura, o culturas aisladas, es decir la diversidad, o más bien la interculturalidad.