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1 Demetrio de Palero (ca . 350-280 a. C.), político y filósofo, peripatético, alumno de Aristóteles. Simpatizante de Macedonia, fue nombrado por Casandro gobernador de Atenas entre los años 318/317-307. En ese último año, tras la capitulación de Atenas ante Demetrio I Poliorcetes, huyó a Egipto, donde participó en la fundación del Museo y Biblioteca en Alejandría, en la corte de Tolomeo I, aunque su sucesor, Tolomeo Filadelfo lo expulsó de la corte. De sus obras sabemos de una colección de fábulas esópicas y de sentencias de los Siete Sabios, así como un Homerikós , exégesis de los poemas homéricos, una exposición del gobierno de Atenas, una descripción de las constituciones atenienses, un Registro de los arcontes , etc.; 45 títulos y fragmentos, transmitidos por autores como Diógenes Laercio, el propio Plutarco o Polibio. Aquí precisamente Plutarco nos da el título de un diálogo suyo sobre Sócrates.

2 Aristides fue arconte epónimo durante el año 489/488 a. C. Ahora bien, según ARISTÓTELES (Constitución de los atenienses 22, 5), fue al año siguiente, 487/486, cuando los arcontes pasaron de ser elegidos directamente por el pueblo a serlo por sorteo entre 500 candidatos designados por los demos. El sorteo por medio de habas blancas y negras es uno de los más usados, junto con el de fichas de terracota, para esta selección. Los pentacosiomedimnos son los que cosechan anualmente quinientas medidas de cereal (para obtenerlas debían poseerse unas 16 hectáreas, aproximadamente), a las que se llama médimnos , según el sistema de pesos y medidas eginético; cada medimno equivale a 52 litros de cereal. La clasificación de los ciudadanos según este criterio de posesión de tierra fue creada por Solón; cf. PLUTARCO , Solón 18.

3 La coreguía es un servicio público (leitourgía) , que se impone a un hombre de fortuna, bien ciudadano, bien meteco, que debe sufragar los gastos de un coro. Durante los concursos dionisíacos que se celebraban en Atenas, se designaba a 18 coregos, 10 para los coros de ditirambos, 5 para los coros de comedia y 3 para los de tragedia.

4 Panecio de Rodas (ca . 180-110 a. C.), estoico, fue el primer filósofo griego que escribió para un círculo literario filohelénico de Roma, al que pertenecían, entre otros, P. C. Escipión Emiliano, G. Lelio, Q. Elio Tuberón, P. Rutilio Rufo y Q. Mucio Escévola; preconizaba Panecio el retorno a los antiguos, especialmente a los del s. IV a. C., como Platón o Aristóteles. Durante su estancia en Atenas, que duró más de veinte años, debió consultar los registros oficiales en los que se recogían las tribus vencedoras y los coregos del festival de Dioniso, o la, hoy perdida, obra de Aristóteles Didascalias , en la que el filósofo reunió materiales tomados de los archivos del arcontado, que sirvieron para muchos autores helenísticos.

5 Arconte en 403-402 a. C., año en el que se adoptó en Atenas oficialmente el alfabeto jonio.

6 Idomeneo de Lámpsaco (ca . 325-270 a. C.), discípulo de Epicuro, escribió una historia sobre los antiguos políticos atenienses desde el año 510 a. C.

7 Sócrates afirma que no tenía dinero en PLATÓN , Apología 38b.

8 La admiración aristocrática por la constitución espartana es característica del s. IV a. C., y la conexión entre Aristides y Licurgo parece ser una invención de esa época.

9 Fue director del Liceo tras la muerte de Licón (226 a. C.); escribió monografías analítico-descriptivas, y también son obra suya biografías de Heráclito, Sócrates y Epicuro. Esta historia amorosa, que se cita también en Temístocles 3, 2, pertenecía a una obra suya sobre relatos amorosos, Erolikà hómoia o Erotikaì diatribaí .

10 El báratro era una antigua cantera de mármol situada al oeste de la Acrópolis, no lejos de la casa de Temístocles, desde donde se arrojaba a los condenados a muerte.

11 Error de Plutarco, ya que en la época de Aristides el presidente de la asamblea es el epistátes , elegido por sorteo entre los 50 prítanos; los proedros presidirán la asamblea a partir del año 378/377.

12 ESQUILO , Siete contra Tebas 592-94, pero se ha cambiado el término original áristos «el mejor» del primer verso por díkaios «justo».

13 El verso es de la comedia Los demos de ÉUPOLIS , representada el año 412 a. C., y de la que se conservan algunos fragmentos. La acción se desarrollaba en el Hades, al que se acudía para rescatar y devolver al mundo a los mejores políticos del pasado, como Solón, Milcíades, Aristides y Pericles. Como se ve, es un precedente de la idea que ARISTÓFANES expone en Las ranas , del 405 a. C. (aunque esta vez se trate del regreso de poetas desde el más allá).

14 En el año 498 a. C., cuando se produjo la rebelión de las ciudades jonias contra los persas.

15 En el relato que hace HERÓDOTO (VI 111 ss.) de la batalla de Maratón no hay la menor mención a Aristides ni a Temístocles; por otra parte, el propio PLUTARCO (Temístocles 3, 4), alude al pesar de Temístocles («aún joven», pues había nacido en el 515 a. C.) ante el triunfo de Milcíades.

16 Plutarco da énfasis al papel de educador de Aristides; en el mismo sentido cf. 8, 5; 20, 1; 23, 3.

17 Parece poco probable que, tras la batalla, los combatientes cubrieran la famosa distancia entre Maratón y Atenas (42 km.) en el mismo día. HERÓDOTO (VI 115) recoge el rumor que corría por Atenas de que los persas se dirigieron allí para apoderarse de la ciudad, en connivencia con los Alcmeónidas.

18 El honor de presidir la procesión en los Misterios de Eleusis llevando la antorcha (daidoûchos) era un derecho hereditario de la familia sacerdotal de los Cérices, a la que pertenecía Calias; también llevaban cortado el pelo de una manera particular y unas bandas como símbolo de su rango, según se dice después.

19 El epíteto debe referirse a las explotaciones mineras, origen de la gran fortuna de la familia, anterior a la malvada anécdota aquí recogida.

20 Todos son epítetos de monarcas helenísticos: Demetrio Poliorcetes (el sitiador de ciudades) , Tolomeo Cerauno (el rayo) , Seleuco Nicator (el vencedor) , Pirro Aetos (el águila) , Antíoco Hiérax (el halcón) .

21 Los términos empleados aquí por Plutarco se han puesto en conexión con la filosofía de Epicuro, aunque es dudoso que el término «elementos» (stoicheía) sea equivalente a los «átomos» epicúreos; más bien parece que utiliza unas palabras de aplicación general y no adscritas a una determinada escuela filosófica.

22 Según ARISTÓTELES , Const. de at . 22, 7, al descubrirse las minas de Maronea (cerca de Laurio) en el año 483/2 a. C., de las que Atenas obtuvo cien talentos, Temístocles impidió que se repartiera entre el pueblo esa cantidad, cediendo en préstamo un talento a los cien atenienses más ricos, cantidad con la que cada uno construyó una trirreme; es posible, aunque Aristóteles no lo precisa, que la causa del ostracismo de Aristides fuera su oposición a esta medida.

23 La condena al ostracismo de Hipérbolo fue el año 417 a. C.

24 El nombre del que se quería condenar se escribía en una concha o, con más frecuencia, en un trozo de cerámica lo suficientemente plano como para grabar por incisión en él; no hay término para designar ese material, por lo que transcribimos, en cursiva, el nombre griego óstrakon , plural óstraka . En el pequeño Museo del Ágora de Atenas se conservan algunos de estos óstraka , y en varios está escrito el nombre de Aristides; se ha notado que algunos están escritos por la misma mano, lo que indicaría o un número grande de analfabetos, como en la anécdota que viene a continuación, o, más probablemente, que estos óstraka ya preparados fueran ofrecidos a los votantes por los enemigos de aquél al que se quería condenar.

25 Plutarco hace una referencia a las palabras de Aquiles en Ilíada I 240 «añoranza de Aquiles llegará un día a los hijos de los aqueos», cuando decide retirarse del combate.

26 El ostracismo de Aristides se produjo en la primavera del 482 a. C. En la primavera del 480 a. C., a propuesta de Temístocles, se aprobó el decreto de amnistía (PLUTARCO , Temístocles 11, 1), pero hay discrepancias en ARISTÓTELES , Const. de at . 22, 8, que habla del «cuarto año» y NEPOTE , Aristides 1, 5, que lo sitúa en el «sexto año».

27 Este título de general con plenos poderes, autokrátor (sobre los otros nueve estrategos atenienses) es aquí un anacronismo, pues no se habla de ello hasta la expedición a Sicilia (415 a. C.) durante la Guerra del Peloponeso, y allí aparece (TUCÍDIDES , VI 72) en la propuesta que hace Harmócrates a los sicilianos en una asamblea.

28 Almirante espartano, comandante de la flota griega conjunta, a pesar del escaso número de barcos espartanos (sólo 16 en Salamina).

29 Mencionado también en 20, 2. HERÓDOTO (VIII 59-61) habla de un corintio con el que Temístocles tenía diferencias, pero le llama Adimanto.

30 En HERÓDOTO (VIII 108-10) Temístocles recomienda destruir el puente de barcas en el Helesponto, pero Euribíades es quien se opone, con las mismas razones que da aquí Aristides; entonces Temístocles envía a su esclavo Sicino para advertir a Jerjes de que él se opone al plan griego de destruir el puente. Plutarco, aquí y en Temístocles 16, indica que el propósito de Temístocles es provocar la huida del rey, más que, como en Heródoto, garantizarse el favor persa para el futuro, de lo que será posteriormente acusado por sus enemigos políticos.

31 En HERÓDOTO (VIII 140) es el rey Alejandro I de Macedonia el que lleva a Atenas el mensaje de Mardonio.

32 Las fiestas Jacintias, en honor del héroe Jacinto, amante de Apolo, muerto accidentalmente por éste, se celebraban en todo el territorio dorio, pero el lugar de culto era, en Lacedemonia, Amiclas, a 3 km. de Esparta, ya que Jacinto era hijo del mítico rey de Esparta Amiclas; la devoción por estas fiestas es recogida por JENOFONTE , Helénicas IV 5, y PAUSANIAS , III 10, 1, y IV 19, 4, y sobre ellas informa con pormenor ATENEO , Banquete de los eruditos IV, 139 D; hay también, en el calendario dorio, un mes que lleva el nombre de este héroe. HERÓDOTO (IX 8) dice que los éforos aplazaron su respuesta durante diez días, y explica esta dilación porque, al tener terminado el muro sobre el Istmo, ya no necesitaban a los atenienses.

33 Cf. n. 27. Además, el propio Plutarco se contradice más tarde, en su comparación de Aristides y Catón, cuando afirma que, en Platea, Aristides era solamente uno de los diez generales (29, 1).

34 Unos dos km.

35 Sobre este Tisámeno hace una larga digresión HERÓDOTO en IX 34-36.

36 PAUSANIAS (IX 3, 6) informa de la existencia de una cueva, llamada Esfragidio, en la que las ninfas Citerónides daban oráculos.

37 Todos ellos antepasados míticos (archegétes) de las principales familias de Platea.

38 Literalmente «poseídos por las ninfas».

39 Arimnesto ya había mandado las fuerzas de Platea en Maratón, según nos informan HERÓDOTO , IX 72 y PAUSANIAS , IX 4, 2.

40 Se encuentra otra referencia en Alejandro 34, 2 a este hecho, que se produjo a finales del año 331 a. C., inmediatamente después de la batalla de Gaugamela; pero las Olimpiadas no se celebraron hasta mucho después, en el verano del 328, y, además, los platenses ya se «habían puesto bajo la tutela de los atenienses» (HERÓDOTO , VI 108, 1) en el año 519. Todo ello hace sospechosa la historicidad de esta acción.

41 Plutarco resume mucho la versión de HERÓDOTO (IX 26-28, 1), en la que hay sendos discursos por parte de tegeatas y atenienses, recordando ambos sus antiguos méritos para tener la preeminencia, y con una alusión final ateniense a su triunfo en Maratón.

42 Ésta es la única noticia que se tiene de una conjura aristocrática en ese momento, por lo que algunos estudiosos han cuestionado la autenticidad de todo este capítulo 13. Sin embargo, recientemente se han encontrado en Atenas óstraka con el nombre de Agasias de Lamptras, que se datan hacia el año 480 a. C. Plutarco, pues, habría confundido el lugar de origen de estos hombres, pero se ignora qué fuente utilizó. Todo el capítulo demuestra, por lo demás, que Aristides pone el interés general por delante de la estricta justicia.

43 Esta intervención de Aristides no se menciona en HERÓDOTO (IX 21, 3). Plutarco debe seguir otra fuente (¿acaso Éforo?), también usada por DIODORO (IX 30, 4), que también menciona a Aristides.

44 En el relato de HERÓDOTO (IX 44) Alejandro manifiesta a los centinelas su deseo de entrevistarse con los generales, sin mencionar a Aristides. Este Alejandro I de Macedonia también transmitía, en la narración de Heródoto, las condiciones de Mardonio a los atenienses (cf. n. 31); vasallo del rey persa, Alejandro mantiene una actitud ambigua entre ambos bandos, aunque tanto Heródoto como Plutarco intentan ensalzar a la monarquía macedonia, exculpándola de la acusación de medismo.

45 Este último párrafo no figura en el relato de Heródoto, pero responde a una idea que PLUTARCO expresa con frecuencia: deplorar las luchas fratricidas entre griegos, como hace también en Timoleón 29, 6, y Arato 45, 7.

46 La existencia de desertores tampoco aparece en HERÓDOTO , IX 47.

47 HERÓDOTO (IX 49) nos informa de que la fuente Gargafia fue enturbiada y cegada por la caballería persa, lo que afectó sobre todo a los lacedemonios, que se encontraban cerca de ella, y también al resto, que no podían tomar agua del Asopo al ser hostigados por los persas. Por eso decidieron trasladarse de lugar.

48 Amonfáreto, hijo de Políadas, estaba al frente del batallón de Pitana (HERÓDOTO , IX 53), aunque TUCÍDIDES (I 20, 3) afirma que este batallón jamás existió. Pitana era una de las aldeas que se integraron posteriormente en la ciudad de Esparta.

49 Plutarco cuenta la muerte de Calícrates en el momento en el que ocurrió; su fuente es HERÓDOTO (IX 72) aunque éste incluye el relato al final de la batalla, cuando enumera a los griegos que tuvieron una muerte gloriosa en Platea.

50 No está claro a qué autores se refiere Plutarco. El ritual espartano en honor a Ártemis Ortia es, desde luego, anterior a las Guerras Médicas; sobre la flagelación de los efebos, cf. Licurgo 18, 2.

51 Plutarco reproduce la estimación de HERÓDOTO (IX 32, 2) sobre el número de griegos que servían en el ejército de Mardonio.

52 HERÓDOTO (IX 15 y 38) da los nombres de dos de estos oligarcas, Atagiro y Timegénidas; posteriormente, en el año 427, los tebanos justificaron su anterior alianza con los persas debido al régimen casi tiránico que sufrían (TUCÍDIDES , III 62, 3 y PAUSANIAS , IX 6, 2). Es, con todo, evidente que Plutarco quería justificar la conducta de los tebanos, beocios como él.

53 HERÓDOTO (IX 64) cuenta también la muerte de Mardonio, aunque no explica cómo se produjo; sí menciona que el que lo mató fue Arimnesto, del que nos informa que era un espartiata de cierto prestigio, muerto más tarde, en el año 464 a. C., en Estenesiclero, al frente de trescientos hombres, durante la revuelta hilota conocida como «tercera guerra mesenia».

54 Lo mismo dice HERÓDOTO (IX 70).

55 Se desconoce la fuente que usa Plutarco para dar esta cifra, muy superior a la de 159 que da HERÓDOTO (IX 70), que podría subir hasta 759 si se suman los 600 de Mégara y Fliunte muertos por la caballería tebana. Quizá se trata de Clidemo, cf. nota siguiente.

56 Clidemo, del s. IV a. C., del que sabemos que escribió una obra sobre la historia de Atenas, titulada Atthis o Protogonia , en cuatro libros y un Exegético sobre asuntos de culto.

57 Epigrama atribuido a Simónides, que Plutarco vuelve a repetir en Sobre la malevolencia de Heródoto 873 B, aunque suprimiendo el segundo verso; el epigrama se encuentra también en la Antología Palatina VI 50.

58 El propio PLUTARCO (Camilo 19, 5, y Sobre la gloria de Atenas 349 E) fecha la batalla de Platea el día 3 del mes boedromión (septiembre); el error puede haberse producido al pasar de la fecha beocia a la ateniense. Se sabe, por otra parte, que Plutarco había escrito una obra sobre el calendario, hoy perdida, y que estaba muy interesado en la astronomía.

59 Teogitón era sin duda el jefe de los megarenses; Cleócrito ya fue mencionado en 8, 6; según Heródoto los corintios no combatieron en Platea, pero Plutarco duda de esta afirmación en Sobre la malevolencia de Heródoto 873 A.

60 La enorme suma de ochenta talentos (cada uno valía 6.000 dracmas) había sido obtenida del botín tomado a los persas en Maratón; según la costumbre, se reservaba una décima parte para los dioses. PAUSANIAS (IX 4, 1-2) describe el santuario de Atenea Alea, erigido en Platea, en el que había una estatua de la diosa, obra de Fidias, y unas pinturas de Polignoto y Onasias, así como una estatua retrato de Arimnesto, situada a los pies de la imagen de la diosa.

61 En Delfos, en el templo de Apolo Pitio, ardía sobre un altar un fuego perpetuo (cf. PLUTARCO , Numa 9, 10-12).

62 Unos 200 km., distancia absolutamente imposible de recorrer por un hombre a pie en un solo día. La carrera del hemerodrómos Euquidas, en opinión de FLACELIÈRE , op. cit ., pág. 214, debe ser una leyenda etiológica para explicar el origen de la lampadephoría , la “carrera de antorchas”, una prueba de relevos que se celebraba en honor a Hefesto (HERÓDOTO , VIII 98). Con todo, la anécdota de este corredor se parece demasiado a la de Fidípides, el de Maratón, como para no ser una imitación exagerada de aquélla.

63 El epíteto de culto Euclea («la gloriosa») para Ártemis está atestiguado en Beocia (PAUSANIAS , IX 17, 1).

64 HERÓDOTO no dice nada de esta asamblea (IX 86, 1), sino que los griegos, tras un intercambio de opiniones, decidieron ir contra Tebas. Pero, según DIODORO (XI 29, 1), antes de que la batalla de Platea empezara, los griegos juraron que, si derrotaban a los persas, celebrarían las fiestas Eleuterias en Platea; parece que Diodoro utilizó una fuente del s. IV a. C., quizá Éforo. El papel atribuido a Aristides es, desde luego, una invención de Plutarco o de su fuente. TUCÍDIDES (II 71, 2-4, y III 58, 4-5) da importancia a Pausanias y no a Aristides.

65 Entre noviembre y diciembre, más de dos meses después del sacrificio a Zeus Eleuterio en el día del aniversario de la batalla, el 4 de boedromión (cf. n. 57); esta discrepancia de fechas puede deberse a que existiera un ritual anterior a la batalla que se adaptara para commemorar ésta.

66 El color púrpura del oficiante, así como la espada y la trompeta son, claramente, un reflejo militar; por otra parte, el rojo es un color apropiado para la muerte y los poderes ctónicos. La profusión de detalles que da Plutarco demuestra que vio personalmente la ceremonia.

67 Se trata de Hermes Psicopompo, el que guía al Hades las almas de los muertos.

68 Este cambio de la actitud política de Aristides, desde sus iniciales tendencias aristocráticas (cf. 2, 1) está tomado de ARISTÓTELES (Const. de at . 23, 3), según el cual los “líderes populares” tras las Guerras Médicas fueron Aristides y Temístocles; en cuanto a que se permitiera a todas las clases sociales de Atenas acceder al arcontado es un error de Plutarco, ya que fue sólo en el año 457-456 a. C. (ARISTÓTELES , Const. de at . 23, 3) cuando el arcontado se abrió a los zeugitas, además de a los pentacosiomédimnos y a los caballeros, pero no a los thêtes .

69 Lo mismo dice Plutarco en Temístocles 20, 1-2. La versión es diferente en VALERIO MÁXIMO , VI 5, Ext. 2 y CICERÓN , Sobre los deberes III, 11, 49, ya que, según ellos, Temístocles propone incendiar las naves espartanas en el puerto de Giteo y no las naves griegas que se encuentran en Págasas. La anécdota, a todas luces falsa, parece una invención de las escuelas retóricas para contrastar los caracteres de ambos personajes.

70 Aristides, reelegido estratego, fue enviado, en el año 478-77 a. C., con treinta trirremes para unirse a las veinte comandadas por Pausanias, con la intención de liberar Chipre de los persas y tomar Bizancio. Sobre la actitud despótica de Pausanias ante los aliados, cf. Cimón 6, 2, TUCÍDIDES , I 95 y 120, DIODORO , XI 44.

71 También ARISTÓTELES (Const. de at . 23, 2) y NEPOTE (Aristides 2, 2-3) atribuyen a la justicia de Aristides y a la soberbia de Pausanias el deseo de los griegos de aceptar la hegemonía ateniense en lugar de la de Esparta; sin embargo TUCÍDIDES (I 95 y 130-2), al contar los excesos de Pausanias, no menciona a Aristides.

72 ARISTÓTELES (Const. de at . 23, 2) afirma lo contrario; Plutarco debe apoyarse aquí en TUCÍDIDES , I 95.

73 La Liga del Peloponeso, dirigida por Esparta, no imponía un tributo regular a sus miembros, aunque, en caso de conficto, podían sustituir con dinero los soldados que debían enviar. Tras Salamina, Temístocles había exigido contribuciones a las islas que estaban sometidas a los persas (HERÓDOTO , VIII 111-112).

74 La misma cantidad aparece en TUCÍDIDES (I 96, 2) y NEPOTE (Aristides 3, 1). DIODORO (XI 47, 1) eleva la suma a 560 talentos, aunque en XII 40, 2 da la cifra de 460 para el año 431 a. C., en los inicios de la Guerra del Peloponeso.

75 La cantidad máxima fue de 1.460 talentos en el año 425 a. C. y, según informa ANDÓCIDES (Sobre la paz 9), el tributo ascendía cada año tras la Paz de Nicias (421 a. C.) a más de 1.200 talentos, y este mismo autor dice que en el tesoro de la Acrópolis había más de 7.000 talentos en metálico.

76 La palabra empleada por Plutarco, dianomás , se refiere tanto al reparto de cereales como a las dietas que percibían los ciudadanos por su participación en los tribunales y asambleas.

77 Fue Pericles quien inició esta política de grandes obras públicas financiadas con los impuestos de los aliados; cf. Pericles 12, 1-4.

78 La misma acusación de venalidad que se hace a Temístocles en 4, 3.

79 El mismo rito aparece en HERÓDOTO (I 165) cuando los focenses arrojan un trozo de hierro candente al mar y juran no volver a su patria hasta que esa masa volviera a la superficie. La imposibilidad de que esto ocurra subraya el carácter irrevocable del juramento.

80 Cf. 13, 1-3.

81 El traslado del tesoro de la Liga Marítima desde la isla de Delos a Atenas se hizo, por orden de Pericles, en el año 454 a. C., cuando ya había muerto Aristides.

82 Su fortuna estaba evaluada en 200 talentos, según LISIAS , Sobre los bienes de Aristófanes 48.

83 Esquines de Esfeto, discípulo de Sócrates, fue autor de diálogos en los que aparece su maestro, de los que tenemos títulos como Alcibíades, Aspasia, Calias, Milcíades , etc.

84 Aunque cita de memoria, Plutarco recuerda las palabras de PLATÓN en dos pasajes de Gorgias , 519a y 526b; en el primero Sócrates atempera el entusiasmo de Calicles hacia hombres como Temístocles, Cimón y Pericles que, sin moderación ni justicia, hincharon Atenas con puertos, arsenales, murallas, etc., y, en el segundo, Sócrates alaba a Aristides por mantenerse justo durante toda su vida.

85 Aquí Plutarco confunde dos procesos diferentes contra Temístocles; éste ya había sido condenado al ostracismo en el año 471 o 470 a. C., y se encontraba en Argos cuando fue acusado de alta traición (cf. TUCÍDIDES , I 128-135); aunque aquí se cita a Alcmeón como uno de sus acusadores, en Temístocles 24, 6, aparece en su lugar Leobotes, hijo de Alcmeón.

86 No se sabe si este Crátero es el hijo del famoso general de Alejandro homónimo; sí es seguro que publicó una Colección de decretos , que Plutarco usa con frecuencia. En cualquier caso, su vida se sitúa entre los siglos IV-III a. C.

87 Una mina valía 100 dracmas.

88 Cf. las afirmaciones de Demetrio de Falero en 1, 2-3. Los gastos de un funeral iban desde las diez minas (DEMÓSTENES , Contra Beoto 52) hasta las tres (LISIAS , Contra Filón 21).

89 Los vencedores en Olimpia («olimpiónicos») eran mantenidos a expensas públicas en el Pritaneo.

90 Sobre esta pretendida bigamia de Sócrates cf. DIÓGENES LAERCIO , II 5, 10; y ATENEO , XIII 555d.

91 Tenemos noticia sobre estos interpretadores de sueños, que se sentaban a la entrada del templo de Yaco (Baco), en ALCIFRÓN , Cartas III 23, quien fija en dos dracmas el precio de la consulta, aunque ARISTÓFANES , Avispas 52-3, lo rebaja a dos óbolos.

92 Durante su etapa como gobernador de Atenas, (cf. n. 1).

93 Conocido, junto con Harmodio, como los «tiranicidas», por haber matado al tirano ateniense Hiparco en el año 514 a. C.; celebrado como liberador había una estatua suya en el ágora de Atenas.

Vidas paralelas IV

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