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LAS TRADUCCIONES 159
ОглавлениеLa primera traducción de Tácito al español apareció en el año 1590 a cargo de Antonio de Toledo. Comprende Anales I e Historias I y se conserva inédita en la Biblioteca Real de Madrid (Ms. II/1438) 160 . Nicolás Antonio 161 cita entre los traductores de Tácito a P. Simón de Abril (1530-1595) 162 , pero su traducción no se conserva, como tampoco las de Pedro Ponce de León (ca. 1508-1584), Lupercio Leonardo de Argensola (1559-1613), Miguel Clemente y Cristóbal de Benavente y Benavides, quien en sus Advertencias a Príncipes y Embajadores (Madrid, 1643) declara que tradujo a Tácito en su juventud. Hay noticias sobre otros traductores de Tácito, como Juan de Verzosa (1523-1574) y Baltasar de Céspedes († 1615), pero sus traducciones tampoco han llegado hasta nosotros. En el siglo XVII , la era del tacitismo español, aparecieron tres traducciones completas de Tácito a cargo de Emanuel Sueyro (Amberes, 1613), Baltasar de Álamos Barrientos 163 (Tácito español ilustrado con aforismos , Madrid, 1614) y Carlos Coloma (Douay, 1625, 1629), cuya traducción se ha estado publicando hasta hace bien poco (Madrid, Austral, 1944 y Aguilar, 1961) 164 . Hay que esperar a bien entrado el siglo XX para encontrar una nueva traducción completa de Vicente Blanco García (Madrid, Aguilar, 1957). La última parte del siglo XX y el comienzo del siglo XXI han conocido tres nuevas traducciones de las Historias : la fiel al español y al texto latino de Heubner de José L. Moralejo (Madrid, Akal, 1990), la parca de José M. a Requejo (Madrid, Ediciones Clásicas, 1977), basada en el discutido texto latino de Koestermann, y la de Juan L. Conde (Madrid, Cátedra, 2006), apoyada en el texto latino de Wellesley dirigida al lector de literatura más que a filólogos e historiadores. Por último hay que reseñar la versión al catalán con texto latino de Mariano Bassols de Climent y M. Casas Homs (I-II, Barcelona, Bernat Metge, 1949-1957) y con M. Dolç (III, IV-V, 1957-1962) y la traducción al vasco de Xabier Amuriza (Bilbao, 2005).
La presente traducción se basa en el texto latino de K. Wellesley (Leipzig, Bibliotheca Teubneriana, 1979), excepto en los pasajes enumerados más abajo. Me he beneficiado de los comentarios 165 de Ash (2007), Bassols de Climent (1946-1971), Chilver (1979), Chilver y Townend (1985), Damon (2003), Hellegouarc’h (1987-2003), Heubner (1963-1982), Wellesley (1972) y he tenido siempre a mano las traducciones de Moore (1925, 19807 ), José L. Moralejo (1990), Juan L. Conde (2006) y Wellesley (2009). El progresivo alejamiento de los textos originales de la cultura grecolatina de nuestra época me ha obligado a ser un poco más generoso en las notas a la traducción, deudoras no solo de los comentarios citados más arriba, sino también del buen oficio de cientos de filólogos que han dedicado su vida al esclarecimiento de la obra de Tácito. El rico y extenso material que ha llegado a mis manos ha sido posible gracias a la incansable labor del Servicio de Préstamo Interbibliotecario de la Biblioteca de la Universidad de Huelva y a sus recursos informáticos en línea.