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Identidad

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Cuando alguien es invisible, por ser negro, indio, mujer, mestizo o pobre, cuando alguien es ninguneado sistemáticamente por su raza, género u otra condición, lo primero que hace es intentar existir, levantar la mano, ponerse de pie y decir ¡aquí estoy! Existo. Esa es la lógica de la identidad. En la lógica de los dominados, lo primero es hacerse visibles, nombrarse, reconocerse. Es un paso ineludible en el proceso de convertirse en sujetos.

En la zona del ser, las cosas son de otro modo. Allí la identidad es un problema. Cárcel y opresión, a la vez. Identificarse como español supone desplazar a un segundo plano a vascos, catalanes, gallegos, andaluces. Identificarse como obrero con base en la centralidad de la relación trabajo-capital es tanto como invisibilizar a las mujeres, a los jóvenes, a los trabajadores informales, a los inmigrantes, a los jornaleros. Incluso la identificación como feminista deja de lado a las mujeres de los sectores populares que no se sienten cómodas con esa etiqueta ni pueden hablar como ellas. Y así.

Grosfoguel señala que «en la zona del ser, el antiesencialismo radical y la desestabilización de identidades es un método decolonial en la medida que las identidades se han exagerado como superiores» (Grosfoguel, 2013). Pero allí donde las identidades son negadas, inferiorizadas o devaluadas por la colonialidad del poder, el antiesencialismo impide a los pueblos reconstruir sus identidades, sus saberes, sus formas de vida y sus conocimientos. Se convierte en parte del hecho colonial.

En paralelo, es necesario debatir la idea de totalidad, en particular la pretensión de que el capitalismo es un sistema homogéneo en el cual las partes son iguales al todo, como señala Quijano. La crítica a la identidad que hace John Holloway, por ejemplo, adolece de este problema: «El fetichismo es el problema teórico central que enfrenta cualquier teoría de la revolución» (Holloway, 2002: 88). Y luego: «La identidad es, quizás, la expresión más concentrada (y la más desafiante) del fetichismo o reificación» (Holloway, 2002: 93).

Vale la pena detenernos en este punto, ya que Holloway es un amigo de los movimientos del Sur, pero algunas categorías con las que trabaja son eurocéntricas; fueron elaboradas en cierto período del conflicto de clases en cierto lugar del mundo. El concepto de fetichismo, elaborado por Marx para el ámbito de la producción de valores de cambio, en una sociedad que pretendía ser modelada solo por la relación trabajo-capital, no es aplicable a lugares donde esa es, apenas, una de las diversas relaciones existentes. Las mujeres en sus casas y en los comedores populares crean valores de uso y no están separadas de su producto, entre otras cosas, porque participan en todo el proceso, lo controlan desde el comienzo hasta el fin. En el área de la reproducción, o de los cuidados, los conceptos como fetichismo, trabajo abstracto y otros no deben ser aplicados mecánicamente.

Lo mismo puede decirse de los millones de indios y de campesinos que trabajan sus parcelas para autoconsumo familiar y llevan al mercado solo una parte de sus productos, que muchas veces no es adquirida por compradores anónimos, sino por miembros de la misma comunidad o de otras. Fetichismo y alienación no son conceptos adecuados para comprender lo que hacen los millones que controlan la organización y el producto de su trabajo, como sucede en la pequeña producción independiente (llamada a menudo informal). Entre ellos no existe una separación del hacer respecto a lo hecho, para usar la terminología de Holloway. La forma capitalista de controlar el trabajo para producir valores de cambio es apenas una de las muchas formas de trabajo existentes, que no puede subsumirse en una categoría genérica como hacer.

Este análisis señala que la identidad, la definición, implica fragmentación. Pero la fragmentación existe, no se la puede solventar negando las heterogeneidades que forman parte del sistema. ¿Hacen mal los zapatistas en identificarse como zapatistas? ¿Y los sin tierra? ¿Y los mapuche, los sin techo, las mujeres, las campesinas, las negras, los nasa…?

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