Читать книгу Colombia frente a los escenarios del pacífico - Ricardo Mosquera Mesa - Страница 11
El cambio climático
ОглавлениеCerca de 80 países se comprometieron en la cumbre climática de la ONU, realizada en New York el 23 y 24 de septiembre de 2019, a generar cero emisiones para el 2050. Cuatro “temas críticos” de esta crisis: el aumento del CO2 en la atmósfera —cuyo nivel de emisiones ha alcanzado el punto más alto en los últimos 4 millones de años—, la quema de combustibles fósiles, el deshielo en el Ártico y la deforestación que se genera con la ganadería, la tala para maderas y el cultivo de soya y aceite de palma, pues todas esas prácticas contribuyen a las emisiones del CO2. En esta importante cumbre, 77 países se comprometieron a alcanzar la neutralidad de carbono para el año 2050 y a frenar el calentamiento global por medio de la reforestación y la compra de bonos de carbono. La nota positiva es que por primera vez Rusia participa de este evento y asume este compromiso, mientras que tres de los países más contaminantes del mundo EE. UU., India y China, —influyentes en el selecto club de países ricos del G20—, brillaron por su ausencia. En esta cumbre retumbó la voz de los jóvenes que, en las palabras de Greta Thunberg, señaló: “La gente está sufriendo, la gente está muriendo. Ecosistemas enteros están colapsando. Estamos en el comienzo de una extinción masiva”. Esta joven líder decidió hace un año faltar los viernes a su escuela para protestar por la pasividad del Parlamento en la lucha contra el cambio climático. Hoy es una figura internacional que rechaza la politización del tema ambiental. Greta Thunberg sostiene que “El clima y la crisis ecológica están más allá de la política de los partidos, y nuestro principal enemigo en este momento no son nuestros oponentes políticos. Nuestro principal enemigo es la física, y no podemos hacer “tratos” con la física. La crisis climática es una causa universal” (El Tiempo, 2019).
Contrasta esta mirada con la del presidente Jair Bolsonaro del Brasil, quien en la misma cumbre, refiriéndose a la tragedia que vive la Amazonia por la deforestación y los incendios, y haciendo alarde de un nacionalismo cínico y de una ignorancia crasa, exclamó: “Es una falacia decir que la Amazonia es un patrimonio de la humanidad, no representa los pulmones de la Tierra” (Portafolio, 2019).
Colombia ha transitado de la Apertura Económica iniciada con César Gaviria y continuada por los siguientes gobiernos, hasta Juan Manuel Santos, quien entendía la existencia de una comunidad internacional heterogénea, en tanto la política exterior se basa en el multilateralismo y el respeto por los procesos de cada país, siempre buscando consensos por la vía diplomática y la no intervención. Pero, hoy con el regreso de los nacionalismos y patrioterismos liderado por Donald Trump (EE. UU.), Boris Johnson (Gran Bretaña) y Jair Bolsonaro (Brasil), se ha alineado nuestra política exterior, ignorando a los nuevos protagonistas de la geopolítica universal como Rusia, China e India, entre otros. Este desprecio por el multilateralismo con un regreso al bilateralismo asimétrico, con chantajes económicos y militares que privilegian la fuerza, nos recuerda la política militar intervencionista de los llamados “halcones” en Norteamérica. Lo preocupante es que esta política compromete asuntos de carácter estratégico para nuestro país, como en el caso de la crisis en Venezuela y la política bilateral de la lucha contra el narcotráfico. Tal parece que Duque le apuesta a una equivoca política exterior con resultados muy pobres. El gobierno se matricula entonces con una hostilización permanente al gobierno Maduro y, en los escenarios internacionales, se convierte en corifeo de la política imperial de un nacionalismo torpe que maneja Donald Trump, conveniente para él en su política de reelección. Si el gobierno Duque “quiere de verdad encontrar salidas al creciente deterioro del entorno internacional, en el que se desenvuelve el país, debe considerar seriamente un cambio de paradigma. Sería indispensable diseñar una nueva estrategia internacional construida sobre un gran consenso nacional alejando a los guerreristas” (Silva, 2019).