Читать книгу Cómo ser el mejor del mundo - Rommel Pacheco - Страница 11
CONOCE TUS TALENTOS
ОглавлениеDéjame empezar con un par de preguntas: ¿qué te gusta? ¿En qué te consideras bueno? Quizá pocas veces te has detenido a pensarlo. Aunque no lo creas, ambas preguntas están profundamente relacionadas con tus talentos y son fundamentales para construir la vida que quieres. ¿Por qué lo digo? Piensa en ese trabajo que no te llena, pero que tampoco dejas porque no sabes a qué te dedicarías. Cuando ignoras tu talento, tus dones o tu vocación, el mundo luce mucho más limitado, igual que tus oportunidades.
Al hablar de talento me refiero a la capacidad para realizar con destreza las tareas o actividades que a otras personas les costarían mucho más trabajo. Pero no es solo una cuestión de facilidad, sino también de gusto y pasión por lo que haces. De esa unión nace el éxito.
Por lo tanto, el primer paso para descubrir tus dones y habilidades consiste en responderte: “¿Qué me gusta?”. Parece sencillo, pero es una pregunta con la que mucha gente se tropieza. Muchas veces no saben qué contestar porque su horizonte es reducido y no suelen arriesgarse a probar cosas distintas. Es como si siempre desayunaras lo mismo. Quizá te encanta cómo preparan los huevos en casa, pero ¿por qué no darle una oportunidad al platillo que te recomendaron en el restaurante al que siempre has querido ir? Puede que te sorprendas o te decepciones, pero solo lo sabrás hasta que te aventures a probarlo.
Así que mi consejo es: sal y experimenta. Date la oportunidad de acercarte a distintas actividades artísticas, deportivas, de negocios o de lo que sea que llame tu atención. El caso es que primero conozcas y luego decidas.
El siguiente paso es encontrar para qué eres bueno. Por ejemplo, si yo quisiera ser el mejor guitarrista del mundo, lo más probable es que me quedaría corto. De entrada, nunca he tenido un oído muy fino, tanto que en la secundaria ni siquiera aprendí a tocar la flauta. Si en un universo paralelo hubiera estudiado música desde pequeño, en lugar de ser clavadista, hoy sin duda sería muy buen guitarrista, pero no el mejor.
En cambio, desde niño mis entrenadores reconocieron mi destreza física, vieron que tenía el cuerpo adecuado para el deporte y lo que hacía falta para ser un buen clavadista. Por eso le recomendaron a mis papás que me enfocara y dejara mis otras actividades. Y poco a poco lo hice, porque lo que más me gustaba eran los clavados.
Identificar tus talentos requiere paciencia y que aprendas a observarte. Eso te ayudará a descubrir qué actividades te hacen vibrar y te apasionan. Para guiarte en este proceso, te comparto cuatro puntos que te serán de gran ayuda.
1. Conócete
Se trata de explorar qué imagen tienes de ti mismo. Muchas personas creen que no tienen ningún talento y por eso no se arriesgan a experimentar cosas nuevas y a descubrir sus potenciales, lo que les impide desarrollar nuevas habilidades. Las siguientes preguntas te ayudarán a que vayas reconociendo tus gustos y talentos. Tómate el tiempo necesario para reflexionar y responder.
¿De qué temas hablas constantemente?
¿Qué actividad disfrutas tanto que no puedes vivir sin hacerla?
¿En qué actividades sueles recibir reconocimiento sin buscarlo?
¿Qué actividades te han acompañado toda la vida, pero no te habías dado cuenta?
2. Reconoce tus influencias
¿Sabías que admiramos a las personas con las que compartimos alguna cualidad o algún potencial que está latente en nosotros? En mi caso, Fernando Platas fue mi primera inspiración como clavadista. Todos tenemos a alguien que nos motiva o es nuestro modelo a seguir. ¿Te has detenido a ver a qué figuras sigues o a quiénes buscas parecerte? ¿Te has preguntado qué es exactamente lo que admiras de ellas? La mayoría de las veces, esas personas reflejan aspectos que son muy importantes para nosotros, pero que no reconocemos como nuestros. Son tu espejo, así que averigua qué hay de ellos en ti.
3. Descubre con qué fluyes
Me refiero a una actividad que haces con toda naturalidad y que, además, te involucras en ella a tal grado que pierdes la noción del tiempo. Algunos le llaman estar en el flow o “entrar en la zona”. Lo importante es que te concentras tan profundamente que el exterior parece desaparecer y solo quedan tú y lo que haces. Presta atención a tu día y observa con qué actividades te sucede. Esto te dará pistas valiosísimas sobre tus talentos.
4. Distingue qué harías solo por el placer de hacerlo
Recuerda tus juegos de niño. Saltar, correr o salvarle la vida a un juguete era divertido porque no había una obligación detrás. De hecho, esa libertad te permitía crear historias alocadas y creativas. Los miedos y las dudas que suelen limitarnos llegaron después, al crecer. Aquí el punto es darte cuenta de qué harías aunque no te pagaran.
Quiero darte un último consejo en tu búsqueda: no te rindas. La mayoría de las veces nuestros talentos no se nos aparecen a simple vista. Para encontrarlos, hace falta paciencia y trabajo. Por otro lado, no siempre basta con tener una capacidad innata para lograr algo extraordinario. Llegar adonde quieres también necesita que perseveres, te arriesgues y creas en ti. Visto de ese modo, no darte por vencido puede ser un talento, uno muy valioso. ¡Así que adelante! Que esto apenas empieza.