Читать книгу Mujeres asombrosas - Saida Ortiz Sedano - Страница 12
ОглавлениеLa Pola fue espía.
SANTAFÉ, 1795-1817
Nació en una familia de agricultores y comerciantes. Su padre participó en la Revolución de Los Comuneros y cuando los ánimos se calmaron regresó al Socorro, pero la persecución contra los rebeldes obligó a que se desplazara hacia Bogotá con su familia. En 1802, su padre, su madre y dos hermanos murieron en la oleada de contagios de viruela negra que se desató en la ciudad. A sus 9 años, La Pola tuvo que mudarse con su hermana mayor a Guaduas.
En su adolescencia se dedicó a la modistería y empezó a involucrarse en la lucha independentista. Así conoció a Alejo Sabaraín, su novio, quien se unió a la milicia tras el grito de independencia. Policarpa volvió a Bogotá y empezó a trabajar de niñera y modista. Por un breve periodo regresó a Guaduas, a ayudar a los republicanos a huir del Régimen del Terror hacia los Llanos. Pero Alejo cayó preso y el coronel José Ignacio Rodríguez le pidió a La Pola que se infiltrara como espía en Bogotá aprovechando su habilidad con la aguja. A su llegada se hospedó en casa de Andrea Ricaurte, lugar de encuentro de mujeres espías y militares.
Después de su liberación, Alejo se unió a los grupos de llaneros que planeaban la toma de Bogotá. Los españoles pagaron a quien diera información y orquestaron la detención de varios miembros de la red de espionaje. En principio, Policarpa no se escondió, pero cuando Alejo cayó preso de nuevo, decidió ocultarse. El coronel Iglesias logró rastrearla y el 10 de noviembre fue recluida en el Colegio Mayor del Rosario. “¡Pueblo indolente! ¡Cuán distinta sería hoy vuestra suerte si conocierais el precio de la libertad! Pero no es tarde. Ved que, mujer y joven, me sobra valor para sufrir la muerte y mil muertes más. ¡No olvidéis este ejemplo!”, fueron sus palabras antes de ser fusilada el 14 de noviembre de 1817, a sus 22 años.