Читать книгу Mujeres asombrosas - Saida Ortiz Sedano - Страница 9
ОглавлениеLa Gaitana, como la nombraron los españoles, era cacica del pueblo Yalcón.
TIMANÁ, SIGLO XVI
Su nombre real era Guaitipán y encarna la valentía, la fuerza y la inteligencia de los pueblos indígenas colombianos. Durante la Colonia, el conquistador español, Sebastián de Belalcázar, le había encomendado a Pedro Añasco fundar Timaná para comunicar los asentamientos de Popayán y el río Magdalena. Añasco empezó a someter a los pueblos indígenas de la región y, cuando lo nombraron gobernador, se propuso terminar su misión imponiendo mayores impuestos a los nativos. Para eso, mandó a reunir a los principales líderes indígenas entre quienes estaba Guaitipán. Pero se negó a hablar con ella por ser mujer y, en su lugar, solicitó encontrarse con Timanco, segundo en rango e hijo de Guaitipán.
Por respeto hacia su madre, Timanco se rehusó a presentarse y Añasco ordenó su asesinato. Con los brazos atados a un palo, Timanco fue incinerado ante los ojos de su mamá. Pero el acto con el que Añasco esperaba sembrar terror, preparó el terreno para la rebelión. Guaitipán convocó a los guerreros de los pueblos piramas, paeces, guanacas, panaos y pijaos para emboscar el campamento de Añasco. Mujeres y hombres indígenas arrasaron con los españoles, capturaron a Añasco y terminaron con su vida. Sin embargo, la acción de Guaitipán no se redujo a una venganza. Convenció al cacique Pigoanza, principal líder yalcón, y a otros caciques de emprender la batalla para lograr su liberación.
Guaitipán dirigió muchas campañas y venció varias veces a sus adversarios. La estrategia, el conocimiento de la región y la unión fueron sus mejores cartas. El éxito estaba garantizado. Quizás su propósito se habría logrado si el cacique Matambo no hubiera cometido traición. A pesar de ello, su valentía y liderazgo se inmortalizaron en los relatos orales que vencieron al tiempo.