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Sarcocistosis

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Es la cuarta coccidiosis humana que se menciona. Tiene mayor importancia en la Medicina Veterinaria que en la human, los parásitos se alojan en el intestino o en los músculos. En los humanos, producen un síndrome digestivo diarreico o un síndrome muscular doloroso. El diagnóstico se hace por la presencia de esporoquistes en la materia fecal o por biopsia muscular donde se encuentran quistes; no hay un tratamiento específico para ninguna de las formas clínicas.

Esta parasitosis, llamada también sarcosporidiosis, es producida con varias especies de Sarcocystis, antes llamado Isospora hominis, otra coccidia que tiene reproducción sexual en el intestino de los carnívoros (huéspedes definitivos) y reproducción asexual en los músculos de herbívoros (huéspedes intermediarios). El hombre raramente se infecta por Sarcocystis, pero cuando sucede actúa como huésped definitivo (invasión intestinal) o como huésped intermediario (invasión muscular). En las dos circunstancias se producen síndromes diferentes clínica y epidemiológicamente.

Síndromes. La sintomatología se agrupa en dos síndromes diferentes:

Síndrome digestivo. Se origina cuando el hombre ingiere carne cruda o mal cocida que contenga sarcoquistes procedentes de ganado vacuno (Sarcocystis bovihominis) o de ganado porcino (S. suihominis). Los quistes en el músculo de estos animales están repletos de bradizoítos (figura 3-26) que se liberan en el intestino delgado del hombre, penetran las células intestinales y se convierten en células sexuadas masculinas y femeninas (microgametos y macrogametos), los cuales originan ooquistes que, usualmente, se rompen en el intestino mismo y liberan dos esporoquistes. Los esporoquistes en las materias fecales son los que permiten el diagnóstico.

Los casos de sarcocistosis intestinal son pocos.1 En infecciones en voluntarios pueden ser asintomáticas o pueden manifestarse por dolor abdominal, diarrea y vómito.2 Es una enfermedad autolimitada para la cual no se acostumbra hacer tratamiento antiparasitario. Dentro de las características epidemiológicas se acepta que los esporoquistes eliminados en las materias fecales humanas son infectantes para vacunos o porcinos, pero no para la especie humana. La prevención de la sarcocistosis intestinal humana se hace con buena cocción de la carne.3


Figura 3-26. Sarcocystis. Quiste repleto de bradizoítos en músculo.

Cortesía: Alejandro Vélez, Departamento de Patología, Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia.

Síndrome muscular. Se presenta muy raramente, cuando el hombre ingiere esporoquistes en alimentos contaminados con materias fecales, procedentes de personas o de animales con sarcocistosis intestinal. En este caso, el hombre es un huésped intermediario aberrante que desarrolla formas asexuadas por esquizogonia en los músculos. Los quistes de 300 µm por 100 µm son bien tolerados y se encuentran, ocasionalmente, en biopsias o en autopsias. Hasta 1979, se habían recopilado únicamente 35 casos de sarcocistosis muscular humana con siete grupos morfológicos diferentes, todos de origen zoonótico.4

Al desintegrarse los quistes se puede producir miositis con fiebre, mialgias, broncoespasmo, prurito, linfadenopatías y nódulos subcutáneos asociados con eosinofilia.5-7 Se presenta eritrosedimentación elevada y altos valores de creatinquinasa. En biopsias de músculo esquelético se encuentran los quistes que deben diferenciarse con los de Toxoplasma, que son más pequeños, y con los de Trypanosoma cruzi, en cuyos parásitos se observa el cinetoplasto.3 Para su tratamiento se utiliza albendazol, pero su eficacia no está comprobada. Los corticosteroides pueden utilizarse como antinflamatorios.

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