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ОглавлениеNota aclaratoria sobre lo gore: el devenir snuff
Consideramos pertinente dejar clara la distinción entre capitalismo gore y capitalismo snuff,1 —ambos términos tomados de la nomenclatura de dos géneros cinematográficos—2 propuestos aquí como categorías exportables al ámbito filosófico para la interpretación de la episteme de la violencia contemporánea, de sus lógicas y sus prácticas.
Queremos dejar claro que preferimos el concepto de capitalismo gore, frente al de capitalismo snuff, dado que los fenómenos observados de violencia extrema aplicados a los cuerpos como una herramienta de la economía mundial y, sobre todo, del crimen organizado, como parte importante de esa economía global, suponemos que no alcanzan la categoría de snuff, sino que se sitúan aún en los límites de lo gore, por conservar el elemento paródico y grotesco del derramamiento de sangre y vísceras que, de tan absurdo e injustificado, parece irreal, efectista, artificial, un grado por debajo de la fatalidad total, un work in progress hacia los snuff, que aún cuenta con la posibilidad de ser frenado. Sin embargo, en estos momentos presenciamos que lo que inicialmente propusimos como capitalismo gore deviene rápidamente, a pasos agigantados, un capitalismo snuff.
1. El cine splatter o gore es un tipo de película de terror que se centra en lo visceral y la violencia gráfica. Estas películas, mediante el uso de efectos especiales y exceso de sangre artificial, intentan demostrar la vulnerabilidad del cuerpo humano y teatralizar su mutilación. Las películas snuff, por otra parte, son grabaciones de asesinatos reales (sin la ayuda de efectos especiales o cualquier otro truco). Su finalidad es registrar estas atrocidades mediante algún soporte audiovisual y posteriormente distribuirlas comercialmente para entretenimiento.
2. Consideramos acertado el unir el término capitalismo a estos dos géneros cinematográficos, ya que en la era de los medios de comunicación y la imagen, el cine construye (aún) gran parte del imaginario cultural, al mismo tiempo que uno de los representantes más poderosos del capitalismo contemporáneo es la industria cinematográfica norteamericana.