Читать книгу Cómo sobrevivir al embarazo siendo papá - Sebastián Groba - Страница 7
ОглавлениеPrimeros tiempos
Ya está, la certeza la tenemos, sabés fechas, y el análisis no falló. Ella está desorientada entre felicidad y locura casi border. Nosotros en algunos casos pasmados, llevándola como si todavía no entendiéramos qué pasó, otros casos eufóricos, otros pensando en todo lo que se les viene, otros tantos calculando todo lo que les quedó por hacer y que quizás no puedan concretar por ahora. Si bien la certeza está, según cuentan los libros sobre maternidad, hasta los tres meses, es decir, hasta las 15 semanas más o menos, porque ahora la modernidad lo cuenta de a semanas y toman la semana con 5 días por si no lo sabías, cosa a la que no le encuentro lógica alguna, quizás por ser hombre. Pero desde que tengo uso de razón se decía “estoy de tantos meses”, ahora te tiran de semanas y en la cabeza como un salame empezás a hacer cuentas de cuántos meses son tantas semanas. Bueno, en definitiva, hasta ese tiempo no es conveniente decir nada y tomarlo con pinzas porque es muy prematuro y puede que no pase nada. Esto también lo mencionan en las revistas que paradójicamente se llaman Ser padres, Padres hoy y vos ilusionado porque mencionan la palabra “padre”. Te compraste la revista y notás que solo sale un artículo sobre cómo el padre debe proceder en ciertas situaciones con el bebé, y el resto todo sobre las mujeres y los bebés... En fin... Seguimos en bolas a la espera de que se pase este tiempo prudencial para realmente reafirmarnos como padres.
Igual, y a pesar de esto, obviamente las mujeres, que son mucho más previsoras y calculadoras que los varones, ya están pensando dónde va a dormir, será nena o nene, cómo lo vamos a llamar, espero no engordar mucho, el tema del parto me tiene preocupada. Y si se llega a filtrar la información en caso de que no quieran contarlo hasta los 3 meses o en caso de que lo hayan contado igual comienzan los comentarios que a veces pienso si no son de mala leche, pobres mujeres, ¿no? Es decir, vos a un amigo le decís: “Me tengo que operar de un cálculo en el riñón”, y ninguno viene a decirte: “Vos sabés lo que duele después y conozco gente que se murió en la sala de operaciones, yo lo pasé y te puedo asegurar que en el posoperatorio te morís del dolor y nunca volvés a quedar igual...”. Creo que si un amigo enemigo nos dijera algo así antes de operarse lo mandamos bien a la misma mierda y olvidate de que te vuelva a contar algo... Las mujeres parece que no funcionan así... Si la información llegó a oídos de amigas, familiares, compañeras de laburo y que encima fueron madres, comienzan las anécdotas que en su mayoría son drásticas. Unos comentarios tales como si es por parto natural no te das una idea lo que duele y cómo te queda; si vas a cesárea quizás sea lo mejor, pero hay que ver qué cicatrización tenés, si no te queda una cicatriz bastante feíta; cuando yo tuve a pirulo nació con 7 kg y me partió cuando salió; ponete crema que las estrías hacen estragos durante el embarazo; recuperarme después de tener flia. fue duro, me recostó bajar de peso y luego nunca volvés a ser la misma. Los chistes que en definitiva siguen provocando pavor en la mujer también están... Si sale con la cabeza del padre, mamita; si tiene la espalda del padre, hay que ver cómo se acomoda para salir; y mirá si son mellizos, trillizos o quintillizos... No me parecen en absoluto estos comentarios sarcásticos, y para preocupar más a una madre, en este caso primeriza... ¿no será mucho? Digo, ¿es necesario meterles tanto miedo para que después esto repercuta en forma directa y por carácter transitivo en nosotros cuando ellas vuelven a casa y empiezan a contar todo lo que les dijeron...? En ese momento, decime la verdad, no te dan ganas de llamarlas a todas y decirles: “Pedazo de boluda, ¿no tenías otro comentario mejor que hacer que venir a romper las bolas con tanta pálida y, más aún, estando a tan solo embarazada de 2 semanas, 3 días, 8 horas y 45 minutos?”.
De ahora en adelante vamos a ir viviendo los pasos por trimestres según cómo se calcula el tiempo en todos los libros y revistas sobre la maternidad y gestación del bebé. Y en cada trimestre vamos a vivir tanto el lado de lo que va pasando con el porotito que engendramos como qué nos va sucediendo a nosotros con los incrementos de testosterona, hormonas y kilos tanto físicos como de preocupaciones de nuestras parejas...