Читать книгу Juan Tres Dedos - Segismundo Gallardo - Страница 4

Prólogo

Оглавление

Describe tu aldea y serás universal, sentenció León Tolstoi, conminando a los escritores noveles de partir siempre por lo conocido, y, comenzando por ahí, aventurarse hacia lo desconocido, hacia lo fantástico, incluso, guiados luego por su oficio y una fértil imaginación. Todos los clásicos han seguido el precepto. La novela que tenemos ahora frente a nuestros ojos no se aparta de ese canon. Es la exaltación de la figura paterna, (motivo tan antiguo como la escritura misma), del tótem familiar, y, otra vez a la manera de los clásicos, del héroe. Y en este punto, querido lector, ciertamente agradecerás contar con un auténtico héroe literario en estos días grises donde se destacan, como protagonistas actuales del arte literario, otros modelos muy diferentes, como son el fracasado, el deprimido inmóvil, el bellaco, el estafador de sí mismo, y, más frecuentemente, el hombre mediocre.

Ahora bien, hablar del padre como figura literaria, es hablar de un tema que ha tenido una presencia fundamental en el desarrollo de la literatura de todos los tiempos. Su enfoque, desde luego, varía según los países, y los escritores que han abordado este arquetipo han pasado por todos los matices, desde el odio profesado en secreto que podemos encontrar, por ejemplo, en Carta al padre, de Franz Kafka, hasta el amor incondicional reflejado en la venganza de Hamlet, el insufrible príncipe de Dinamarca, sin olvidar los anémicos tributos a Freud que suelen hacer muchos escritores contemporáneos, fascinados con el psicoanálisis y el misterio del inconsciente, y que deberían seguir el ejemplo de Edipo y matar a su padre intelectual (en sentido metafórico, desde luego). Y, aun así, el verdadero homenaje al padre ha quedado un poco olvidado por la literatura clásica, que ha preferido destacar su histórico papel de tirano y opresor de su familia, cuando no sencillamente ausente.

Por eso, y por varias otras razones que el lector podrá descubrir por sí mismo, es un verdadero placer hallar una novela como Juan Tres Dedos, porque en sus páginas el tótem paterno se vale por sí mismo, obedece a su propia mitología, tanto por la historia misma y su trama, como por el cuidado tratamiento de la prosa que ha hecho Segismundo Gallardo; prosa fluida que avanza por sí sola, sin esfuerzo, aparentemente sencilla, aunque con una tensión que va in crescendo y que la hace adquirir ese carácter propio que trasciende las palabras y la coloca medio a medio en el lugar de donde ha salido: la vida real. Porque el protagonista de esta notable historia, dicho sea de una vez, es el propio padre del autor, lo que transforma esta novela reveladora en un significativo viaje hacia los propios orígenes.

Gabriel Gallardo

7 de septiembre de 2018

Juan Tres Dedos

Подняться наверх