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La presencia de la mujer en el proceso fundacional del club
ОглавлениеEn el presente trabajo nos proponemos rescatar del olvido a las mujeres que participaron del proceso fundacional del club de La Ribera. Digo nos proponemos, porque la tarea de investigación histórica de rescatar a esas mujeres del olvido fue realizada por el colega doctor Javier Vaca, quien se dedicó a buscar esta información. Por eso, en estas breves menciones, todo el equipo de investigación histórica que nos denominamos Leyendas Xeneizes, y somos colaboradores de la Subcomisión de historia del Club Atlético Boca Juniors, nos proponemos visibilizar a las mujeres que fueron parte del proceso fundacional del club. Dado que todos los trabajos históricos publicados anteriores, invisibilizaban su presencia, sea por inacción metodológica o por omisión filosófica sobre la cosmovisión del autor. Entendemos que fueron escritos en otro contexto social al presente. Ya entrado el siglo XXI, no sería perdonable ni justo hacer la historia de una institución deportiva sin contar con la presencia de la mujer en dicho relato. Festejamos entonces que la familia boquense pueda disponer de estos recuerdos. El mote boquense es el bello rótulo que la familia xeneize toma para su identificación, como nos llamamos las miles y los miles de asociadas y asociados de la institución de La Ribera. Entonces lectora o lector si usted se pregunta ¿desde cuándo está presente la mujer dentro del club? La respuesta es, desde antes del 3 de abril de 1905. Esa es la fecha de fundación del club, pero como veremos, en los pasos previos, desde la toma de decisión de fundarlo el 1 de abril, hubo un par de sucesos donde la mujer se hace visible y buscamos rescatar parte del relato, se las menciona para hacer justicia a la presencia femenina en ese naciente club boquense.
Así es, la presencia de la mujer en Boca Juniors surge desde la misma fundación. Si bien la mayoría reconoce como primera partícipe a Manuela Farenga cosiendo camisetas (que en realidad eran camisas)91 que usaron los fundadores; ella no cosió las de todos los jugadores, sino las de sus hermanos Juan Antonio, Teodoro Esteban y José María Cayetano. Las demás corrían por cuenta de la familia de cada jugador, madres, hermanas o novias incluso. Manuela Ángela María Farenganació en la Ciudad de Buenos Aires el 15 de diciembre de 1881 y falleció soltera en 1966 tras una larga labor como educadora92.
Mientras tanto, tenemos algunas menciones sobre la mirada de la mujer en relación con la práctica del fútbol de esos pioneros. Tomada la decisión de fundar un club aún sin nombre ni jugadores suficientes en un banco de la plaza Solís el sábado 1 de abril de 1905, convocaron a otros posibles interesados para reunirse de nuevo en casa de Esteban Baglietto para resolver el tema después de comer el domingo 2 de abril. Pero para entonces eran como 30 y claro, con tantos, el alboroto era enorme y la madre de Baglietto los “invitó” a dejar la morada, por lo que volvieron a la plaza y quedaron para el lunes tres, cuando se formó la primera Comisión Directiva y se finalizó el proceso de fundación en la casa de los Farenga. Así contó lo de ese domingo Juan Antonio Farenga (h), quien habla de padres y no sólo de la madre:
“Volvamos, entonces al domingo 2 de abril cuando se reunieron en la casa de Baglietto. Resueltos a dar vida a un club comenzaron la reunión procurando integrar en primer término una Comisión Directiva, elegir su nombre, buscar una cancha propia, conseguir un lugar para una Secretaría donde hacer las reuniones, fijar una cuota social y aceptemos hoy quizás el mayor dilema: formar un equipo con once de ellos cuando ya eran más de treinta los entusiastas interesados.
Las opiniones fueron varias y el tono de las discusiones en aumento al punto que luego de ser llamados al orden varias veces por los padres de Esteban, fueron ‘invitados’ a retirarse de la casa ¡por barulleros porque eran como treinta!”93.
Uno de los primeros jugadores, Guillermo Tyler, refirió que “la madre de Baglietto se opuso categóricamente a que permaneciéramos en el interior de la finca” y pese a los intentos de negociación “la señora permaneció irreductible, y debimos volver a la plaza compungidos y ahítos”94.
¿Quién era la irreductible señora? Era Catalina Vernazza, nacida en Varazze, municipio de la provincia de Savona, Liguria, en 184995, en el Reino de Piamonte Cerdeña (aún faltaban años para la unificación de Italia) y de oficio “costurera”.
Pero no fue la única con una mirada poco favorable a las acciones de los “fundadores”, puesto que el primer capitán de Boca Juniors fue Pedro Moltedo (que a la vez hacía de arquero-colador en RiverPlatey que militaba una penosa campaña en la Tercera División de la antecesora de la AFA), que no fue fundador del club en el banco de la plaza Solís, sino que uno de ellos, Juan Antonio Farenga (primer capitán general y quien armaba los teams) lo fue a buscar a su domicilio para invitarlo a sumarse a la muchachada. Pedro Moltedo mismo contaría sobre esto:
“(…) Una tarde, Juan Antonio Farenga golpeó la puerta de la casa de la calle Industria (hoy Aristóbulo del Valle) 370. Allí vivía Pedro Moltedo, pero atendió su madre y le dijo:
–Ahí te busca uno de los tuyos…
(…) Se sentaron y Juan Antonio le dijo rápidamente por qué estaba allí”96.
A la madre de Pedro Moltedo no le hacía gracia que el joven muchacho pasara tanto tiempo en el deporte de los “locos ingleses” en vez de seguir estudiando o trabajar. Esta dama por cierto, era la santafecina Teresa Raffo nacida hacia 185897.
No tardaría en aparecer alguna referencia más positiva sobre Boca Juniors en las mujeres. En un acta de 1907, un grupo de señoritas dona algunos elementos a la joven institución y una de ellas es Haydée Cerezo, hermana del jugador del club (y presidente en 1905) don Luis Cerezo98. Esta joven nació hacia 1890 en Uruguay. Su genealogía es muy interesante puesto que su hermano Luis se casó con una hermana del también charrúa Vicente Decap que fuera jugador de Boca y acompañó en la gira de 1925 por Europa a los bravos boquenses. A su vez, dos hermanas más de Decapse casaron con Luis Salesi (vicepresidente de Boca Juniors en los ‘30 y presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol) y Santiago Pedro Sana99 (uno de los fundadores de Boca Juniors, jugador, su hijo fue candidato a presidente del club y su nieta Amalia Sana es una figura de referencia del fútbol femenino del xeneize). Es curioso cómo alguien de la familia Cerezo-Decap-Sana dejó huella de presencia femenina en 1907 y más de un siglo después otra dama que lleva la sangre de un fundador del club sigue presente en el fútbol femenino.
¿Y cuándo aparece la mujer tomando parte de alguna disciplina? Pues hay una curiosa referencia, en 1910 Boca Juniors organizó un festival llamado “Juegos Atléticos: Torneo del Boca Juniors”, donde se realizaron muchas actividades. Una fue la “carrera de enhebrar la aguja”, siendo la primera Juana Dollenz, hermana de Ludovico Dollenz (jugador de Boca desde 1905, presidente y destacado socio del club)100. Otra actividad fue la “carrera del huevo y la cuchara”, que ganara la señorita “Ana Laura”101. Juana Dollenz había nacido en La Boca el 23 de septiembre de 1889102. Su sobrina Ofelia Dollenz (hija de Ludovico) fue empleada del club durante largos años en la biblioteca. Pero además tenemos el caso de la esposa de Ludovico Dollenz, quien era socia del club xeneize, y además socia de la Mutual de Ex jugadores del Club. Su nombre era Ernestina Filosa de Dollenz103, como vemos por cada hombre que la historia rescata en el proceso fundacional de un club,hay muchas mujeres que también fueron parte. Pero las mujeres de esta época tenían vida e historia en el club, en este caso estamos viendo solamente la familia Dollenz. Por otra parte, hay fotos que muestran la presencia de la mujer observando encuentros de fútbol ya en el año 1910.
Ya para entonces había socias en el xeneize, pero recién en la década de 1930 las actividades deportivas tuvieron amplia participación entre las asociadas, seguramente merced a Santiago Sana, que luchó incansablemente para que Boca fuera sobre todo un club atlético, no sólo de fútbol y no sólo para los hombres. Al menos por el lado interno del club. Mientras que por el lado de la súper-estructura, de la sociedad entre 1930 y 1940 surgen las mayoritarias ramas femeninas en deportes como el básquet, vóley, tennis, etc. En algunos casos para el cuidado del cuerpo de las mujeres obreras104, las fábricas tuvieron sus propios clubes, como la Empresa Grafa105, que tuvo su club en donde las mujeres tenían los mismos deportes que los hombres. Así en los ’30 comenzaron a destacarse las jugadoras de básquet que llenaron de títulos las vitrinas boquenses bajo el liderazgo de Beatriz Dora Marichalar de Romeu106. También por esta época encontramos que aparece como socia del club la famosa remera argentina Irma Cancognide Fonda107, quien en el año 1935 fue tapa de la revista “El Gráfico”108 por su labor, pertenecía al Club Regatas Almirante Brown, del barrio de La Boca.Ya este año había un sinfín de mujeres asociadas al club, como Teodora Mayoral109, socia Nº680, Carmen Mayoral socia Nº 682. Pero la mujer no solamente estaba como deportista del club de La Rivera por este entonces, sino que además en el mercado laboral se la empleaba más de lo que nos enseñaron. Las costuras entre finales del siglo XIX y hasta mediados del siglo XX fue un bolsón de empleo femenino, además se podía realizar en el hogar, e incluso en los muchos talleres diseminados por la ciudad de Buenos Aires110. En este caso tenemos un ejemplo de la familia xeneize, Américo Tesoriere, el gran arquero del fútbol masculino en Boca Juniors, durante la Era Amateur, atajaba con una terracota que era típica de él, como se lo ve en todas las fotografías, y fue cosida esa terracota por su madre que era pantalonera. Su madre era Ángela Catalina Ravenna, nacida en Buenos Aires en 1875. Hija de Miguel Ravenna y Catalina Dentone111.
Hay muchos otros casos de deportistas mujeres en el club, como la socia que también jugo al básquet, Haydee Laura Ronchi Sauvage112, de profesión odontóloga, socia xeneize desde 1951. Hubo muchas, pero muchas mujeres más asociadas al club. A las mujeres por ese entonces, no se las asociaba ni en la categoría mujeres, ni en la categoría activas, del club, sino como categoría cadetes. Esto sabemos que al menos en la década del ‘30 y ‘40, fue de esta manera. Será tarea de otros trabajos analizar todas las ficha de registro de socios y socias y poder dar con el número exacto de socias inscriptas en el club durante estas décadas y más atrás. Algún día sería interesante ver un libro sobre la historia de las socias del Club Atlético Boca Juniors.
Observamos una ficha de inscripción de la socia Sara Garassino, quien fue inscripta como socia cadete al igual que todas las mujeres de esa época.