Читать книгу Tecnología y nuevos modelos de negocio para la paz - Víctor Moctezuma Aguirre - Страница 8
ОглавлениеMás que solo digitalizar, las empresas están llevando sus servicios a la posibilidad de consumirlos en pantalla, práctica cada vez más imperante en la sociedad. Basta con ver que después de años de menospreciar el valor de la telemedicina, la educación en línea y el trabajo remoto, estas tres fuerzas sostuvieron la productividad y se consolidaron como los grandes ejes de cambio que acelerarán la creación de riqueza.
En este contexto, hay espacio para el diseño de servicios que los consumidores, de alguna manera, ya han estado probando y validando durante el aislamiento. Ya no hay distancia física o restricción tecnológica, y los que no lo vean claro vivirán con el apego de lo que fue y no será más. Este cambio será el imperativo de los nuevos diseños de empresas y modelos de negocio que se consolidarán en el futuro. En palabras del mercadólogo Scott Galloway, esta gran dispersión de personas y recursos «ofrece el mismo potencial que la globalización y la digitalización» (Galloway, 2020).
Este nuevo diseño económico puede ser la palanca de cambio hacia la desconcentración de la riqueza con base en recetas económicas y ciclos de crecimiento del pasado, y las innovaciones tecnológicas que lo hagan posible darán lugar a mejores condiciones de vida.
En su momento, las grandes empresas han consolidado sus apuestas en ello, por ejemplo Amazon, Airbnb, Uber, Netflix, Disney no solo han aprovechado los espacios de ocio para mantenernos como consumidores cautivos, sino que han trasladado necesidades hacia un nuevo diseño de soluciones con implicaciones digitales. Sin embargo, para llevarlas a cabo es necesaria la conexión entre personas, porque con ella se da vida a nuevas creaciones capaces de solucionar problemas.
Y para que estas conexiones puedan darse, es necesario que los espacios de trabajo y estudio se conviertan en vehículos para fomentar la cooperación e integración social. A pesar de la presencia de plataformas e iniciativas para aprovechar la virtualidad y sostener nuevos modelos de convivencia, no se ha logrado activar el sentido de comunidad.
Las herramientas y los modelos actuales están ayudando a comunicarnos, a organizarnos y a mantenernos productivos, pero no a integrarnos creativamente en la construcción de soluciones de más calado. Necesitamos esos momentos casuales de integración y la creatividad o ideación que emerge de ellos.
De esta manera, la gran dispersión que los modelos de negocio y sus productos tecnológicos están generando puede volverse un arma de doble filo, pues nos empuja a aceptar que la falta de atención, de opiniones y de ideas sea el premio del individuo, a costa de la erosión de la empatía.
Ejemplo de cómo ser un narrador de historias y del valor de la creatividad.
Date permiso para ser creativo. Ethan Hawke. Ver enlace
Convertir los obstáculos en visiones del futuro
Con plataformas que nos resuelven el ocio, el consumo, la educación, la movilidad y la productividad, estamos aprovechando herramientas que, si bien mejoran algunos aspectos de los servicios, no necesariamente amplifican nuestras capacidades ni nos devuelven humanidad para crear. Depende de cada uno resolverlo.
Rodeados de oportunidades, enfrentamos la abundancia de recursos mientras comprometemos los ecosistemas de la naturaleza al seguirlos explotando. Podemos producir riqueza en exceso desde un servicio en línea, pero enfrentamos una baja productividad por individuo al evaluar quiénes y en qué trabajan. No respetamos la igualdad de género, pero reconocemos la importancia de la inteligencia de las máquinas. Al aspirar a controlar todo lo que nos rodea, intentamos rehacernos manipulando el código genético y alteramos el ciclo de vida para imponer las condiciones del suelo y del clima.
Ante este panorama, la tecnología es un medio para ecualizar diferencias y permitirnos descubrir cómo hacer algo distinto, y no solo más rápido y eficiente. De muchas formas, humaniza nuestras apuestas al futuro.
La propuesta es descubrir nuestras capacidades creativas. Después de todo, nuestra naturaleza es esa: fuimos programados por selección natural para adaptarnos, adoptar y prosperar. El pasado demuestra que siempre encontramos una forma de interactuar, comunicarnos, coordinarnos y crear. Aprendimos de lo que nos rodeaba y de esas experiencias y enseñanzas llegamos al hoy.
¿Quiénes enfrentarán los siguientes desafíos e inventarán y diseñarán el ensamble de conocimiento y tecnología que permita un crecimiento responsable? Cada vez que en la historia se genera un cambio derivado de una combinación de recursos-tecnología, una concentración económica y un nuevo paradigma de sociedad surgen. Así sucedió con la mecanización de la agricultura en zonas feudales y, siglos más tarde, con el aprovechamiento de la energía en la transportación.
La nueva realidad pospandémica y digital presenta oportunidades para establecer fórmulas para la exploración de ideas y la construcción de proyectos de forma deslocalizada. Hasta hace poco, la barrera pudo haber sido de acceso al conocimiento, el idioma o la distancia, pero una vez más la tecnología y la forma de ensamblarla en soluciones mercadeables se ha encargado de cerrar las brechas. Ejemplo de ello es lo que representan para las personas y las empresas herramientas como Google Translate, Duolingo, Zoom, Microsoft HoloLens, Freelancer.com, etc.
Las generaciones de la X a la Z son y serán las creadoras del desarrollo. Si sumáramos sus años productivos, estaríamos asegurando más de un siglo de cambios. La siguiente oleada de negocios habilitados por tecnología o de ideas posibilitadas a partir de esta, se encuentra en potencia en esas generaciones.
Pensar en el futuro desde el presente puede no ser una tarea para optimistas porque podríamos no resolver los problemas más urgentes en salud, agricultura, educación, energía e interacción social, aun cuando el progreso se está acelerando. Que esto cambie depende solo de hacernos las preguntas correctas, de conectarnos, aprender y cocrear al alinear las expectativas económicas con las ambientales y sociales.
Preguntas detonantes:• ¿Cómo será la nueva realidad considerando los avances en biotecnología y en tecnologías de la información?• ¿Cuáles pueden ser las soluciones para alinear las diferencias en términos de acceso a la comunicación, productividad, economía y desigualdad social?• ¿Qué necesitamos resolver hoy para anticipar las fricciones que podemos vislumbrar en el futuro?Me atrevo a decir que las respuestas parten de cambiar de paradigma, de dejar de depender de lo que sabemos y de explorar aquello que no conocemos lo suficiente. |
Ejemplos de cómo el pensar diferente y de forma curiosa es la base de la innovación.
No existe el MILAGRO, consejo de Richard Feynman a los estudiantes. Ver enlace
Tiger apuesta por Divvy Homes cuando la start-up alcanza una valoración de 2.000 millones de dólares. Ver enlace
La barrera más común para la invención y la aplicación práctica del conocimiento siempre será ideológica, porque estamos anclados a lo que consideramos debe ser y prestamos poca atención a lo que podría ser. Cambiar el horizonte en el que opera una idea o un proyecto es romper con la inercia del «casi» y entrar al terreno de convertir los obstáculos en palancas de cambio.
La creatividad que evoluciona a innovación es un modelo mental, lo que implica que se puede aprender y desaprender en función de la experiencia, mucho más si se forma parte de una iniciativa de alto impacto en la que exista un propósito de liderazgo social. En estos casos, es común no solo compartir una visión y metas, sino el desapego: el objetivo es más importante que el ego de imponer un resultado personal a una definición específica.
En este sentido, la visión deberá ser la de un proceso de adaptación entre los usuarios o beneficiarios, los diseñadores o articuladores y los ensambladores por medio de los elementos de tecnología y monetización. No hay una sola respuesta, sino la convergencia de soluciones, los avances desde distintas áreas de conocimiento que redimensionan el problema y los elementos tecnológicos que hacen posible generar el modelo de solución.
Todos estos elementos refuerzan la idea de que no hay un solo camino a explorar, sino que este proceso es un sistema a integrar que requiere planeación y cooperación. Lo que lo hará visible es el compromiso y el liderazgo personal de quien encabece este esfuerzo, al esbozar una visión con propósito de crear futuro.
Se trata de entender cómo otros sufren el problema, y de crear una visión periférica de este para articular la situación y desentrañar sus efectos, sus actores y sus variables.
Ejemplos de cómo explorar los retos que enfrentamos desde dos técnicas: el pensamiento ascendente y la visión de largo plazo.
Pensamiento ascendente. Dave Trott. Ver enlace
Roman Krznaric. El buen antepasado: una receta radical para el pensamiento a largo plazo. Ver enlace
«Hemos construido una sociedad basada en la ciencia y la tecnología en la que nadie entiende nada acerca de la ciencia de la tecnología. Esta mezcla explosiva de ignorancia y poder, tarde o temprano, nos va a estallar en la cara. ¿Quién está decidiendo sobre ciencia y tecnología en una democracia, si la gente no sabe nada al respecto? La ciencia es más que un cuerpo de conocimiento, es una manera de pensar. Una manera de interrogar con escepticismo al universo, comprendiendo la falibilidad humana. Si no somos capaces de hacer preguntas escépticas para interrogar a los que nos dicen que algo es verdad, de ser escépticos con las autoridades, entonces estamos a merced del siguiente charlatán, político o religioso, que se nos cruce en el camino».
CARL SAGAN,
entrevista con Charlie Rose (Kirshenbaum, 2011).
Referencias citadas
Galloway, S. (2020, December 4). «The Great Dispersion». No Mercy/No Malice. https://www.profgalloway.com/the-great-dispersion/
Kirshenbaum, S. (2011, May 21). «A Day to Remember Carl Sagan». Wired. https://www.wired.com/2011/05/a-day-to-remember-carl-sagan/