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Cambia tu lenguaje corporal
ОглавлениеEs difícil sonreír cuando las cosas van mal. Pero un estudio realizado en 2003 por Simone Schnall y David Laird demostró que fingir una sonrisa puede engañar al cerebro y hacerle creer que está contento, con lo cual liberará las hormonas del bienestar llamadas endorfinas. 6
Esto puede parecer un poco absurdo al principio. Si sonreír sin razón te resulta excesivamente raro, busca una razón para hacerlo. Podrías pensar que tu sonrisa hará que otros se sientan mejor. Puede que te devuelvan la sonrisa, y eso te dará un buen motivo para seguir sonriendo.
De hecho, todo nuestro cuerpo y nuestra fisiología pueden influir en nuestros pensamientos y sentimientos. Al cambiar nuestro estado exterior, podemos cambiar nuestro estado interior. Quizá te sorprenda saber que la gran mayoría de los mensajes que transmitimos a otras personas son no verbales, como las expresiones faciales, los gestos o incluso la postura que adoptamos mientras hablamos. Por esta razón, es importante que tratemos de pensar en los mensajes que estamos transmitiendo con nuestro lenguaje corporal.
Si te dijera que me mostraras qué aspecto tiene alguien que está deprimido, probablemente sabrías exactamente cómo representarlo: te desplomarías, agachando la cabeza, y adoptarías una expresión sombría. Si te pidiera que me mostraras qué aspecto tendría alguien si estuviera enojado, también podrías mostrármelo con facilidad.
Ahora piensa en qué aspecto tendría una persona que es feliz y se siente a gusto en su piel. ¿Cómo sería su expresión facial? ¿Qué postura adoptaría? ¿Se movería de alguna forma determinada? ¿Qué haría con las manos? ¿Es probable que haga algún gesto? ¿Qué tono de voz tendría? ¿Hablaría rápida o lentamente?
Si puedes actuar como si te sintieras bien, tu estado interno cambiará y tu vibración se elevará.
Quizá te preocupe que esta sea una forma poco natural de elevar tu vibración. Pero la idea de que puedes «fingir algo hasta que lo consigas» ha sido demostrada en muchas ocasiones. Por ejemplo, Muhammad Ali decía: «Para ser un gran campeón, debes creer que eres el mejor. Si no lo eres, finge que lo eres». Un ejemplo de esto es la pelea de Ali con Sonny Liston. Antes de la pelea, Ali era un don nadie, pero decidió actuar como si fuera a darle una paliza a Liston –jactándose y vanagloriándose de ello con los fans– y, en el combate, eso fue lo que hizo.
La psicóloga social Amy Cuddy es conocida por su trabajo sobre cómo el lenguaje corporal influye no solo en cómo nos ven los demás, sino también en cómo nos vemos nosotros mismos. Un informe del que Cuddy es coautora afirma que simplemente adoptando una de las tres posturas relacionadas con el poder durante solo dos minutos al día, se puede crear un aumento del veinte por ciento en la hormona de la confianza, la testosterona, y una disminución del veinticinco por ciento en la hormona del estrés, el cortisol. 7 Según dicho informe, las llamadas «posturas de poder» son una forma rápida y fácil de sentirse más fuerte.
Algunas personas malinterpretan este concepto y fingen que poseen un valor o talento determinados para que los demás les presten atención y de esta forma puedan sentirse mejor consigo mismas. Pero si simplemente actúas de una determinada manera para mejorar tu confianza y sentirte mejor sobre tus objetivos en la vida, es una técnica útil. Gradualmente, esta confianza imaginada empezará a convertirse en verdadera confianza. Cuanto más te acerques a esta confianza sintonizando con su vibración, más real se volverá.