Читать книгу El hombre que perdió su sombra - Adelbert von Chamisso - Страница 6
PRÓLOGO:
A MI VIEJO AMIGO PETER SCHLEMIHL
ОглавлениеDESPUÉS DE MUCHOS AÑOS,
tengo de pronto en mi mano
algo escrito por ti,
y maravillosamente
rememoro el tiempo en que fuimos amigos,
desde el momento mismo en que empezamos a ir al colegio.
Soy un hombre de cabellos grises
y no tengo vergüenza falsa;
te llamaré delante de todos, como en otros tiempos, mi amigo.
¡Pobre amigo mío!
El Maligno no se ha ensañado tanto conmigo
como contigo.
Me he esforzado y he esperado,
las noches en blanco,
y al final
he conseguido poco.
Pero jamás podrá gloriarse el Tenebroso
de haberme tenido sujeto por la sombra.
Tengo la sombra con la que he nacido.
Perder su rastro no me he permitido.
Me llegó, aunque inocente como un niño,
la burla que a tu falta dedicaban.
¿Es que somos los dos tan semejantes?
Me gritaban: Schlemihl, ¿y tu sombra?
Yo se las mostraba,
y ellos se hacían los ciegos,
y no se cansaban de reír.
¿Qué le voy a hacer
sino llevarlo con paciencia?
Quisiera saber lo que es una sombra.
¡Cuántas veces me lo he preguntado!
¿Es tan enormemente inapreciable,
…?
Esto es lo que sé
después de haber pasado diecinueve mil días sobre mí
acumulando sabiduría:
los que hemos concedido un ser a la sombra
vemos ahora a la sombra disfrazarse de ser.
Démonos la mano por encima de todo,
Schlemihl.
Sigamos avanzando
y dejemos las cosas como están;
por nada del mundo
nos preocupemos por tenerlas bien sujetas.
Nos deslizamos ya cerca del fin.
Que rían y cambien unos y otros;
nosotros,
después de la tempestad,
dormiremos tranquilos un sano sueño en el puerto.
Berlín, agosto de 1834