Читать книгу Contrapunteos diaspóricos - Agustín Laó-Montes - Страница 24

CULTURA, PODER E IDENTIDAD EN EL ENTRECRUCE DE RAZA, ETNICIDAD Y NACIÓN

Оглавление

Hasta ahora nos hemos enfocado en la centralidad de los discursos, clasificaciones y estratificaciones raciales en la Modernidad capitalista y su entrelace con desigualdades y dominación de clase, género y sexualidad, dibujando un cuadro de las cadenas de la colonialidad, de los eslabones de opresión que configuran la matriz de poder moderno/colonial. Pero lo racial nunca ha utilizado solo criterios fenotípicos o biológicos (genéticos, ambientales); siempre ha incluido atribuciones culturales y conductuales. En términos generales, nuestro argumento es que la lógica de naturalización y jerarquización de cuerpos, culturas y territorios que aquí conceptualizamos como racialización146 marca fundamentalmente los procesos históricos modernos de clasificación y estratificación de colectividades humanas y, por ende, guía los procesos de nacionalización y etnicización que surgen posteriormente. Laura Doyle (1994) conceptualiza este sustrato histórico de racialización como “la matriz racial de la cultura”147.

De ese modo podemos ver que las identidades culturales/étnico-raciales que surgen en relación con la matriz de poder moderno/colonial, se pueden agrupar en tres categorías generales que sin negar su especificidad se refieren unas a otras: nacionalidad, etnicidad y raza. Las tres tienen un componente cultural en el sentido de atribuciones de comunidad a modos de ser y hacer, a la vez que tienden a la esencialización, jearquización y naturalización de sus sujetos. La categoría “raza” es definida fundamentalmente por la esencialización jerarquizada de cuerpos, culturas, conocimientos, memorias y geografías a partir de la ideología de Occidente y Europa como corazón de la blanquitud, como referentes universales de racionalidad, belleza, excelencia ética y buen gobierno. En este sentido la categoría raza fue la primera en surgir históricamente y el razonamiento raciológico constituye un sustrato a las formas de identificación cultural de la Modernidad capitalista. Las tecnologías de racialización, entre las que incluimos: esencialización, cosificación, corporalización, naturalización e infantilización, también orientan los procesos de etnicización.

Tocando ese tambor, Quijano afirma: “El racismo y el etnicismo fueron inicialmente producidos en América y reproducidos después en el resto del mundo colonizado, como fundamentos de la especificidad de las relaciones de poder entre Europa y las poblaciones del resto del mundo”.

Aquí cabe subrayar la centralidad de la clasificación y estratificación racial en la constelación de poder y en las definiciones de identidad en la Modernidad capitalista y la concatenación entre racialización y etnicización. Para explicar esto con mínima claridad, necesitamos explorar más la relación entre los conceptos de raza y etnicidad y las articulaciones de ambas categorías con las de nación y nacionalidad.

Contrapunteos diaspóricos

Подняться наверх