Читать книгу Catálogo Arquitectura Movimiento Moderno Perú - Alejandra Acevedo - Страница 21
Vivienda colectiva
ОглавлениеLa vivienda colectiva fue tema de gran interés y preocupación en la arquitectura del Movimiento Moderno durante el siglo pasado. Un arquitecto influyente, décadas atrás, pasaba por haber enfrentado el desafío proyectual de diseñar viviendas de bajo costo.
Ser arquitecto moderno en Europa durante la década de 1920 era dedicarse a la vivienda social. Ejemplos notables de esos años encontramos en Alemania y Holanda, así como en Inglaterra y Francia, donde se desarrollaron al respecto obras importantes. Esa preocupación se extendió rápidamente a otros países europeos y luego a otros lugares del mundo, incluyendo el Perú.
Podríamos decir que la vivienda colectiva, social y económica es asunto de arquitectos recién a partir del siglo XX. Como gremio comenzó a prestar atención a un tema de diseño que durante siglos no consideró. Es decir, desde entonces, existe una inquietud como ciuda-
danos de no solo hacer obras públicas, edificios singulares, grandes residencias o casas temporales, sino también multifamiliares. En este tema de la vivienda colectiva encontramos la que se denomina vivienda “social”, aunque en el fondo todas lo son. Cuando se utiliza dicho adjetivo es para hacer referencia a ciertos límites en el costo del resultado final. Está claro que la vivienda económica sigue siendo un tema crucial y un reto por atender, en sociedades que aspiran a cierta justicia.
El tema del multifamiliar enfrenta y entrena al arquitecto a economizar esfuerzos y aumentar posibilidades dentro y fuera del lote, considerando aspectos vinculados al espacio interior de los departamentos, el resultado del conjunto y la relación del edificio con la ciudad.
En la arquitectura del Movimiento Moderno es posible ver una correspondencia directa entre las formas y las ideas que parten de una causa: la modernidad como proyecto, como ideal, como experiencia, como forma de pensar. Tiempo de “compromisos”, de una arquitectura que quería seguirle los pasos a la sociedad en su conjunto.
Nuevos ambientes dentro de las casas, nuevos accesorios, nuevos hábitos de limpieza marcan la historia privada y pública de la humanidad. Ellos son el reflejo de conceptos que siempre ha buscado la modernidad: bienestar, progreso, higiene, eficiencia, finalmente felicidad. Una época en que los arquitectos no tenían necesariamente poder, sino algo acaso más importante: autoridad. Hoy, la arquitectura ligada al espectáculo prefiere otro tipo de edificios.
Así como la arquitectura y las tipologías de vivienda son indesligables, la relación entre esta y la ciudad también lo es. Es decir, uno puede tomar el pulso de la arquitectura y el urbanismo a través de la vivienda, que es la que origina y teje la ciudad. Más allá de edificios singulares, la vivienda es una de las mejores maneras de registrar el devenir de una sociedad. Una historia de la arquitectura debe ser, en buena cuenta, una historia de la vivienda. Es extraño que edificios espectaculares cobren tanta y exclusiva trascendencia o que la ciudad termine subordinándose a ellos.
Los grandes conjuntos habitacionales del Movimiento Moderno fueron criticados a partir de las décadas de 1960 y 1970. Eran parte de un debate en el que nuevas formas de entender la arquitectura y la ciudad cobraban importancia: nos referimos a la postmodernidad. Es verdad, algunos conjuntos, en su escala exagerada o en la cantidad desmesurada de departamentos, trajeron problemas de habitabilidad, hacinamiento y, en algunos casos, violencia.
El lado más oscuro de la arquitectura moderna se vuelve sinónimo de estilo internacional, poco amable y mal ubicado. En esos casos, los espacios se tornan impersonales, no ayudan a crear identidad, los volúmenes son demasiado grandes, los módulos se repiten hasta el hartazgo y el aburrimiento. Ese grupo de proyectos ya fue criticado en su momento, no hace falta insistir más. Algunos, incluso, tuvieron que demolerse.
Pero no todos eran así. Sería injusto colocar la totalidad de estas experiencias en un mismo nivel. Hay matices y excepciones en lo que concierne al tema de la vivienda colectiva, construida entonces y ahora. Veamos, de manera muy breve, lo ocurrido en Lima.