Читать книгу El régimen económico del sector eléctrico en un nuevo escenario regulatorio y tecnológico - Alejandro D. Leiva López - Страница 5
Capítulo I El sector eléctrico en el actual escenario de transición energética y la importancia de su régimen económico 1. LOS CAMBIOS DEL SECTOR ELÉCTRICO DESDE LA PERSPECTIVA INTERNACIONAL, EUROPEA Y NACIONAL
ОглавлениеEl sector eléctrico cambia de forma muy rápida y a pasos agigantados en Europa y el resto del mundo con motivo del exitoso desarrollo de nuevas tecnologías y de la fijación de ambiciosos objetivos internacionales sobre cambio climático. El sector eléctrico constituye una pieza clave en la transición energética a nivel europeo y global, lo que pone de manifiesto la importancia de acometer los cambios necesarios que demanda el sector.
En relación con la causa climática, los más recientes objetivos internacionales han sido fijados en la COP 21, acordándose mantener el aumento de la temperatura media mundial de este siglo por debajo de 1.5 ºC sobre los niveles del periodo preindustrial. Así, los Gobiernos acordaron reforzar la capacidad de las sociedades para hacer frente a las consecuencias del cambio climático, así como también adquirieron el compromiso de apoyar a países en vía de desarrollo para lograr este fin. Cabe destacar que estos objetivos para la lucha contra el cambio climático se detallaron, a través de normas, directrices y procedimientos comunes, en la “Cumbre de Katowice” de 2018 (COP 24)1. En este orden de cosas, el Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC), en su informe de 20182, estimó que las actividades humanas han podido causar un aumento de la temperatura de, aproximadamente, un 1.0 ºC respecto a los niveles preindustriales, siendo probable que, de mantenerse este ritmo, el calentamiento global alcance la cifra del 1.5 ºC entre 2030 y 2052. Así pues, el sector eléctrico va a jugar un papel fundamental en la consecución de estos objetivos climáticos, ya que éste es uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero. En concreto, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) estima que el sector eléctrico ha representado, en 2019, el 36% de las emisiones relacionadas con la energía en las economías avanzadas3.
En Europa, existe una incuestionable política a favor de la descarbonización, y en especial cabe destacar las medidas contenidas en el Clean Energy Package (Paquete de Energía Limpia)4. Por su parte, en España, este impulso ambiental se define, fundamentalmente, en el Plan Nacional de Energía y Clima 2021-2030 (en adelante, PNIEC 2021-2030)5, aprobado y enviado a la Comisión Europea. Algunas de las medidas contenidas en el PNIEC ya han sido aplicadas a través del Real Decreto-ley 23/ 2020, de 23 de junio, por el que se aprueban medidas en materia de energía y en otros ámbitos para la reactivación económica (en adelante, RDL 23/ 2020)6. Así como también adquiere gran protagonismo el todavía borrador de Ley de Cambios Climático y Transición Energética (LCCYTE), que en estos momentos se encuentra en plena discusión parlamentaria.
Otra de las causas que han ocasionado fuertes cambios en el sector eléctrico ha sido el avance tecnológico experimentado en los últimos años: sistemas de autoconsumo, almacenamiento energético, digitalización y tecnologías de información y comunicación (TIC). Estos cambios también se producen como consecuencia de la madurez tecnológica que han alcanzado algunas tecnologías de generación que utilizan fuentes de energía renovables (fundamentalmente, sol y viento). Por todo ello, el sector eléctrico debe operar de una forma muy distinta a la experimentada en tiempos pasados.
En este orden de cosas, en relación con el objeto central de esta obra, el régimen económico del sector eléctrico va a ser la piedra angular de estas políticas energéticas. La sostenibilidad ambiental debe ir, siempre y en todo caso, en sintonía con la sostenibilidad económica del sistema. Es incuestionable que debemos alcanzar los objetivos climáticos fijados a nivel internacional, pero ello debe sentar sus bases en un modelo económico capaz de resarcir suficientemente al inversor y, a la misma vez, de proporcionar electricidad al consumidor al menor coste posible.