Читать книгу El régimen económico del sector eléctrico en un nuevo escenario regulatorio y tecnológico - Alejandro D. Leiva López - Страница 6
2. EL SECTOR ELÉCTRICO COMO PIEZA CLAVE DE LA TRANSICIÓN ENERGÉTICA 2.1. EL SUMINISTRO ELÉCTRICO COMO SERVICIO ESENCIAL
ОглавлениеLa electricidad es un producto de primera necesidad que debe quedar garantizado en todo momento, por lo que su suministro constituye un servicio esencial para los ciudadanos. En un escenario de normal desarrollo social y económico, no puede prescindirse de la electricidad, en tanto constituye un elemento básico en nuestras vidas (indispensable para los aparatos de consumo doméstico, la industria electrointensiva, el funcionamiento de las Administraciones Públicas, etc.)7. El sector eléctrico se presenta como un área de actividad económica de carácter regulado; es decir, un sector económico regulado de carácter estratégico8.
El suministro de electricidad necesita de unas infraestructuras muy sofisticadas y de gran envergadura (plantas de generación, redes de electricidad, subestaciones, etc.), las cuales deben venir acompañadas de cuantiosas inversiones por parte de las empresas que las explotan. Un servicio eléctrico de calidad es aquel que presenta continuidad del suministro (en términos de duración y número de interrupciones), calidad de la onda (nivel de tensión, etc.) y atención comercial al consumidor (en términos de la duración de la resolución de incidencias, tiempo de espera para nuevas conexiones, etc.); y todo ello requiere de unas infraestructuras y unos servicios muy sofisticados9. Así pues, los consumidores deben pagar por el servicio que le ofrecen estas infraestructuras (conversión de energía primaria en electricidad, transporte y distribución de la electricidad, elevación o reducción de la tensión, etc.), así como por otros servicios que son necesarios para garantizar el suministro eléctrico (operación del sistema, operación del mercado, servicio de interrumpibilidad, etc.). Además, deberán soportar otros costes asociados al sistema eléctrico (déficit de tarifa, ayudas al régimen insular, primas a las energías renovables, etc.), los cuales han generado cierto debate acerca de si deberían sacarse de la factura eléctrica. En este punto, cabe destacar que existe en la actualidad un Anteproyecto de Ley por el que se crea el Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE), entendido como un nuevo modelo de financiación de los costes regulados que busca ser coherente con la evolución del mercado y capaz de proporcionar certidumbre, equilibrio y sostenibilidad al sistema. El FNSSE persigue como objetivo sacar de la factura eléctrica los costes que representa el régimen retributivo primado definido para los generadores renovables, lo que viene representando, aproximadamente, el 16% del recibo eléctrico doméstico. Estamos ante un proyecto normativo que, a la fecha en que se redactan estas líneas, está en trámite de audiencia. Por todo ello, el régimen económico del sector eléctrico es una pieza clave para la consecución de un suministro de calidad y al menor coste posible para el consumidor.
El suministro de electricidad constituye una combinación de un servicio de primera necesidad con las complejidades económicas y técnicas que sus infraestructuras y servicios representan. Por este motivo, los distintos agentes implicados en la cadena de suministro (generadores, transportistas, distribuidoras, comercializadores y consumidores finales) deben armonizar sus propuestas y preferencias. Así, para lograr un equilibrio entre los intereses de estos agentes, es necesario que exista una intervención regulatoria. En este sentido, la regulación jurídica del suministro eléctrico tiene como misión principal lograr un equilibrio entre los intereses, fundamentalmente económicos, de estos agentes. La regulación del régimen económico de las empresas productoras, transportistas y distribuidoras de electricidad se convierte en objeto central de análisis, en tanto constituye el elemento jurídico de mayor impacto sobre el conjunto del sistema.