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Prólogo

Alfredo Dillon y Teresa Téramo

Facundo Quiroga, Juan Moreira, José de San Martín, Manuel Belgrano, Domingo Faustino Sarmiento, Juan y Eva Perón, Ernesto “Che” Guevara, el papa Francisco, el padre Mario, Homero Manzi, Almafuerte, Tita Merello, Sandro, Gilda, el “Potro” Rodrigo, Carlos Robledo Puch, Arquímedes y Alejandro Puccio, Carlos Tévez, Diego Maradona, José María Gatica, Carlos Monzón… Estas figuras comparten no solo la notoriedad de sus nombres, sino su condición de protagonistas de biopics a lo largo del último siglo en la Argentina. Primero en el cine, y más recientemente en las series, el género biográfico ha ocupado un lugar relevante en la historia del audiovisual, tanto en la Argentina como en otras industrias del mundo, entre ellas la estadounidense.

Este libro busca aportar algunas reflexiones que permitan comprender el auge reciente del género biopic en el campo audiovisual. El fenómeno se registra no solo en nuestro país, sino también en Hollywood (de la reina Victoria a Vincent van Gogh, de Elton John a Abraham Lincoln, de John Nash a Virginia Woolf) y a nivel regional en América Latina (desde Luis Miguel hasta Sor Juana Inés de la Cruz y Pablo Escobar). El interés en las biografías de mujeres y hombres públicos trasciende las fronteras del lenguaje audiovisual: se inscribe, más bien, en un clima de época que distintos autores han definido en términos de un “giro biográfico” (Arfuch, 2002) o un “giro subjetivo” (Sarlo, 2005), en tiempos de hibridación de los discursos referenciales y los discursos ficcionales, de reconfiguración de las fronteras entre lo público y lo privado, de individualización de lo social y de caída de los grandes relatos colectivos.

El boom de la biopic contrasta con la escasa atracción que el género ha suscitado hasta ahora en los estudios audiovisuales en general, y en la Argentina en particular. Al margen de los trabajos de Ana Laura Lusnich (2001) y de algunas investigaciones sobre figuras puntuales –como la tesis de Jimena Trombetta (2015) sobre las representaciones cinematográficas y teatrales de Eva Perón, o el libro de Nicolás Suárez (2017) sobre la vida y obra de Sarmiento en el cine–, las biografías audiovisuales no han recibido demasiada atención. La situación contrasta con el prolífico interés que ostentan, desde hace al menos tres décadas, las biografías y autobiografías literarias –entre otros géneros del yo, que abarcan también diarios íntimos, testimonios, crónicas, etcétera–.

¿Qué tipo de personajes son elegidos para protagonizar biopics? ¿Qué fragmentos de sus vidas se seleccionan para estructurar la narración? ¿A qué estrategias de enunciación apela el género? ¿Cómo se entabla el diálogo entre realidad y ficción, dentro del film y a partir de él? ¿De qué manera articula la biopic el conocimiento previo del espectador con la construcción de la trama? En síntesis, ¿qué implica narrar una vida con las herramientas del lenguaje audiovisual?

Los dos primeros capítulos se proponen contextualizar este auge de la biopic, a partir de algunos estudios del ámbito anglosajón (George Custen, Dennis Bingham, Belén Vidal, Rémi Fontanel), español (Javier Moral Martín, José Luis Sánchez Noriega) e italiano (Francesco Arlanch) que se han convertido en referencias sobre el tema. Enmarcamos el fenómeno en una tendencia cultural más amplia, que puede pensarse en términos de un retorno de lo real (Foster, 2001) y, correlativamente, de un retorno del sujeto, luego de décadas de hegemonía académica de las ideas vinculadas con la crítica de la representación y la crítica del sujeto. También proponemos pensar el lugar de la biopic en relación con la historia, la memoria y la nostalgia, para detenernos en los modos de relación con el pasado que ponen en juego las narraciones biográficas. Entendemos la biopic como un film de ficción que dramatiza una porción de la historia de vida de una o varias personas reales; en consecuencia, excluimos de esta definición a las películas biográficas documentales.

El libro propone un recorrido por distintos subgéneros biográficos, establecidos a partir de un criterio temático: la biopic del mito político, la biopic del prócer, la biopic religiosa, la biopic musical y la biopic del criminal. Somos conscientes de que han quedado fuera otros subgéneros relevantes, como la biopic deportiva. Si bien el género biográfico es transversal a los lenguajes audiovisuales, decidimos enfocarnos principalmente en el cine argentino reciente. Nuestra selección abarca películas de los últimos quince años, aunque en algunas ocasiones expandimos el análisis más atrás en el tiempo.

En la sección sobre la biopic del mito político tomamos tres casos: el Che Guevara, Perón y Evita. Empezamos con Diarios de motocicleta (2004), dirigida por Walter Salles con guion de José Rivera, y construida a partir de las notas que Ernesto “Che” Guevara escribió en su viaje por Sudamérica en 1952. La travesía de Guevara junto con su amigo Alberto Granado funciona como un viaje iniciático en cuyo transcurso Ernesto deviene el Che. La biopic de Salles y Rivera retrata a dos aventureros en camino en una época decisiva, que desembocaría siete años después en la Revolución Cubana, entrecruzando el road movie iniciático con el film intimista de carácter testimonial.

A continuación, trabajamos dos películas recientes sobre las figuras de Juan y Eva Perón: Juan y Eva (Paula de Luque, 2011) y Puerta de Hierro: el exilio de Perón (Víctor Laplace y Dieguillo Fernández, 2012). Ambos films son leídos en relación con el clima de época que comparten: el del tercer gobierno kirchnerista. Construidas a partir de dos estéticas narrativas contrapuestas –una posépica minimalista por un lado, una recuperación discursiva de la épica peronista por el otro–, las dos películas comparten, sin embargo, una mirada idealizadora sobre las figuras fundacionales del peronismo.

En el quinto capítulo nos detenemos en la biopic del prócer y, para eso, estudiamos el largo recorrido de José de San Martín en el cine argentino, desde los comienzos en 1909 hasta la actualidad (el film más reciente es de 2016). Allí observamos cómo el cine argentino va resignificando la figura de San Martín y analizamos qué sentidos construyen las diferentes versiones biográficas audiovisuales, al enfatizar determinados aspectos de su personalidad y suprimir otros. A lo largo de la historia del cine nacional, miradas ideológicamente diversas –incluso a veces totalmente contrarias entre sí– valoran a San Martín, lo rescatan del pasado, lo instituyen como referente central de la nacionalidad: San Martín funciona así como un signo puro y un símbolo universal de la argentinidad.

El capítulo 6 aborda la biopic religiosa, a partir de las versiones fílmicas sobre el papa Francisco. Con diversos matices, las películas sobre Francisco asumen un rasgo clave de la narración hagiográfica: la ejemplaridad, es decir, la dimensión ética y digna de imitación del protagonista en un contexto histórico adverso. Así como las antiguas catedrales presentaban en sus vitraux escenas bíblicas o de vidas de santos, el cine resulta hoy una gran vidriera que colabora a tejer sentidos sobre personajes históricos y contemporáneos. A tono con las preocupaciones sociales actuales, los films sobre el papa destacan su compromiso con los derechos humanos, la justicia social y el cuidado medioambiental.

En el capítulo 7 nos desplazamos hacia la biopic de artista, en una de sus vertientes más exitosas: la musical. Allí analizamos las películas Gilda, no me arrepiento de este amor (2016) y El Potro, lo mejor del amor (2018), escritas y dirigidas por Lorena Muñoz. En las biopics de los cantantes Gilda y Rodrigo, el afán de humanizar a los protagonistas se traduce en una estructura dramática que traza el ascenso del ídolo popular, hasta que esa trayectoria ascendente se ve interrumpida de pronto por la muerte. Los films toman distancia de la imagen mítica de sus personajes y ponen el foco en la intimidad de los artistas, sus vínculos familiares, los conflictos con sus entornos afectivos y consigo mismos.

Finalmente, los últimos dos capítulos se enfocan en biopics de criminales. Tomamos dos películas basadas en las figuras de criminales emblemáticos de la historia argentina: la banda familiar de secuestradores y asesinos encabezada por Arquímedes Puccio, y el asesino serial Carlos Robledo Puch. El clan (2015), de Pablo Trapero, cuenta la historia de la familia Puccio, dedicada a secuestrar y asesinar empresarios durante los primeros años de la década de 1980. El capítulo aborda la figuración de los personajes y de los espacios, la reconstrucción de la época y el diálogo que el film entabla con representaciones fílmicas previas de la última dictadura cívico-militar (1976-1983), para pensar los modos en que el género biopic enhebra la biografía individual con la historia nacional.

Dentro del mismo subgénero, El Ángel (2018) de Luis Ortega propone una respuesta diferente a la pregunta acerca de cómo narrar la vida de un monstruo. La película –con guion del periodista policial Rodolfo Palacios, el escritor Sergio Olguín y el propio Ortega– se desliza desde el relato biográfico hacia un plano más amplio: el de la reflexión –en clave pop y pastiche– sobre el mal. La biografía de Carlos Robledo Puch se ve reducida a su mínima expresión: es apenas una excusa para narrar una historia que rodea el problema del mal y la libertad, la belleza y la perversión, la violencia y el erotismo como contracaras de la vida “normal”, de la existencia gris de las mayorías sociales que permanecen anónimas, in-fames. La biopic toma el nombre propio y algunas circunstancias históricas para darle identidad a una figura formada, más bien, de la sustancia de lo mítico.

Por último, es importante destacar que esta publicación pudo concretarse gracias al Programa de Mecenazgo del Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que, tras declarar de interés cultural el proyecto, facilitó la obtención de los recursos económicos. También queremos mencionar que este trabajo se inscribe en una línea de investigación del Programa de Estudios Audiovisuales del Instituto de Investigaciones de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Católica Argentina (UCA), que reúne a profesores de las carreras de Comunicación y de la Maestría en Comunicación Audiovisual de la UCA. Ambos autores somos docentes e investigadores en la UCA: le debemos este libro a la inspiración y el desafío cotidiano que nos proponen nuestros estudiantes, y al apoyo constante de las autoridades de la Facultad de Ciencias Sociales.

Referencias bibliográficas

ARFUCH, Leonor (2002), El espacio biográfico: dilemas de la subjetividad contemporánea, Buenos Aires, FCE.

FOSTER, Hal (2001), El retorno de lo real: la vanguardia a finales de siglo, Madrid, Akal.

LUSNICH, Ana Laura (2001), “El formato biográfico en el cine argentino: una mirada institucional”, Primer Congreso Internacional de Teoría e Historia de las Artes-IX Jornadas del CAIA, Buenos Aires.

SARLO, Beatriz (2005), Tiempo pasado: cultura de la memoria y giro subjetivo, Buenos Aires, Siglo XXI.

SUÁREZ, Nicolás (2017), Obra y vida de Sarmiento en el cine, Buenos Aires, Fundación Ciccus.

TROMBETTA, Jimena (2015), “Las representaciones cinematográficas y teatrales de Eva Perón en el período 1983-2014: de la figura al mito”, tesis de doctorado, Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.

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