Читать книгу La historia de Luciano - Alma Avedis - Страница 8

Оглавление

Embarazo e intuición

Fueron 9 meses de gestación, siempre sentí internamente una gran paz interior, que estaba haciendo las cosas bien, él era la prioridad. Luciano me decía en mi interior, que debía dejarlo todo por él, eso era mi profesión y carrera en una aerolínea, más de doce años de trayectoria en marketing y comunicación, y algo me decía que ya había cumplido un ciclo. Doce años de mantener un cargo sin colores políticos, etapa importante en mi vida, como lo que narraré en este libro, los siguientes doce años de vida desde el nacimiento de Luciano.

El embarazo era el momento ideal para unas buenas vacaciones laborales, que no las había tenido por muchos años. Año sabático en la mira, y por qué no, si era mi primer embarazo, debía disfrutarlo tranquila, cuidarlo más que nada en este mundo, y dedicarme al varón, esperado con tanto amor.

Mi esposo, siempre muy contemplativo al crecimiento de la panza, fotos, poemas, flores, pensando en cada detalle; todos cuidaban de mi embarazo, como si fuera una copa de cristal, así me sentía, siempre cuidada y contemplada, hasta el más mínimo detalle.

Se van perdiendo las curvas, el cuerpo cambia, pero lo más intenso era el amor con el cual aguardábamos al bebé, al cual, antes de llegar a término, llamaríamos Luciano Amadeo, ser de luz buscado con amor.

Todo tipo de ecografías y estudios normales, esperando al mes de abril, solo restaba esperar la semana 39, donde el parto venía normal. Sin embargo, al internarme el bebé venía de mentón y no quería bajar, escuchaba palabras de desesperación de médicos que decían “sube como un jabón”, no quería salir, y luego de agotadoras 10 horas de internación y trabajo de parto, me practicaron cesárea de apuro. Había pedido la epidural que, supuestamente, me dejó sin fuerzas por haberlo intentado todo, pero hubo temores de no escucharle los latidos del corazón, y practicaron cesárea. Nacimiento normal, lo poco que recuerdo fue un temblor continuo y la tranquilidad de que al nacer me lo acercaron a mi mejilla, con todas las señales normales de llanto. Peso normal average 10, el resultado fue excelente, Pablo, el papá, estuvo en la sala de operaciones, y quedó impactado al presenciarlo todo.

Solo mi cuerpo abarrotado y mi sentir colapsado, permanecí casi por dos horas temblando en otra sala para que lograran estabilizarme y llevarme a la habitación, donde me esperaban mi marido y familiares felices de la llegada de Luciano, y se inundó de alegría el lugar.

Me queda esta reflexión, por qué no dan a cada mamá el deseo de traer a su hijo al mundo como más quiera, NUNCA fui “fan” del parto natural, más si el parto viene complicado como el mío, sumado a una epidural que no me dejaba pujar, en esas últimas e interminables horas de trabajo de parto, buen final por la llegada normal por cesárea, pero muchísimo sufrimiento.

La historia de Luciano

Подняться наверх