Читать книгу Los grandes mitos de Occidente - Ana-Grace Avilés Martínez - Страница 17

Sociedades míticas

Оглавление

El mito garantiza sin duda alguna la cohesión de un grupo y el mantenimiento del orden establecido porque no deja lugar al suspenso, «las cosas son así y nunca de otra manera». El mito toma forma, tiene cabida y funciona como panacea al temor que vuelve vulnerables a los miembros de un grupo. Al interior de una tribu, la mitología funciona incluso si tales mitos parecen del exterior irreales o improbables; las críticas nada pueden en su contra cuando provienen del exterior, y hasta pueden ser toleradas, siempre y cuando no afecten el funcionamiento del grupo, ni alteren los roles de sus integrantes.

Hay intelectuales, estudiosos y científicos, que niegan lo míticas que pueden ser sociedades cosmopolitas, urbanas y occidentales. Algunas personas no pueden aceptar que el uso y la creencia en mitos sea posible al interior de sociedades modernas, occidentales u occidentalizadas porque suponen que el acceso a la información y la comprensión del mundo y de lo que sucede en él es más grande, más profunda, más extensa, más crítica, gracias a la educación institucional obligatoria y a los medios de comunicación, de información y de tecnología contemporáneos. Sin embargo, a lo largo de nuestra historia humana, tanto la educación institucional, como los medios masivos, han sido y siguen siendo los mecanismos a través de los cuales se logra la reducción, la cohesión y el control social, como ya lo hemos anotado antes. Inclusive los trabajos científicos pueden y suelen ser usados para justificar ideas míticas como realidades objetivas, es decir, como verdades incuestionables. Al respecto de esto, Lévi-Strauss escribió:

«Puede ser que un día descubramos que la misma lógica funda el pensamiento mítico y el pensamiento científico... el lugar en el que se ha desarrollado la idea mítica de progreso no habrá sido la conciencia, sino el mundo, en el cual una humanidad dotada de facultades constantes se habrá encontrado continuamente, en el curso de su larga historia, con objetos distintos». (Lévi-Strauss, 1958, 1974: 265).

... Estableciendo, imponiendo y controlando el orden social a través de mitos. Toda explicación dogmática de los hechos, todo discurso incuestionable de los sucesos, de los fenómenos, de las concepciones del mundo, de los conceptos, son formulaciones míticas.

«El problema fundamental del mito en las sociedades es la relación entre un cierto tipo de individuos y ciertas exigencias del grupo (…) una situación en la que todos los protagonistas han encontrado sus lugares (...) entrando así, en un orden sobre el cual (al parecer) no acechan ya amenazas (…). Que la mitología no corresponda a una realidad objetiva no tiene importancia: la gente cree en ella y esa gente hace parte de un grupo social que cree en esa misma mitología (...) todos hacen parte de un sistema coherente que funda la concepción de cierto universo. Por lo tanto, lo importante no es que un mito sea falso o verdadero, lo que importa es que exista un acuerdo entre las personas que comparten el mito». (Lévi-Strauss 1958, 1974: 226).

Los grandes mitos de Occidente

Подняться наверх