Читать книгу El Cielo - Ani Bel - Страница 19

Оглавление

Memorias del cielo

“Tú, infinito cielo, ¿cuándo será el día que me muestres tus misterios?”.

Gustavo A. Bécquer

Recientemente una colección de historias celestiales magistralmente recopiladas por el Dr. Wayne Dyer y Dee Garnes en su maravilloso libro MEMORIAS DEL CIELO2 cayó de pura casualidad en mis manos.

El libro del doctor Dyer, cuya lectura recomiendo, es precisamente una excelente recopilación de recuerdos asombrosos que los niños conservan del mundo espiritual.

El aporte de esos relatos verídicos provenientes de niños muy pequeños de todas partes del planeta me confirmó lo que yo sé hace mucho tiempo:

Existe el cielo y se encuentra más cerca de lo que creemos.

Quisiera compartir dos de los tantos relatos que forman parte del libro de Dyer.

De Susan Lovejoy, Coffs Harbor, Nueva Gales del Sur, Australia

Cuando mi hijo Joseph tenía cinco años se tiró desde lo alto de la cuna de su hermano intentando “volar” y se rompió el brazo. ... Me encontré a Joseph llorando y le pregunté:

“¿Qué te pasa?”... El me preguntó: “...Mamá, ¿cuándo voy a tener mis alas otra vez?”.

Cuando le dije que los humanos no tenían alas, él se echó a llorar y chilló: “¡Pero quiero mis alas!”.

No pude hacer otra cosa que abrazarlo. Entonces de repente dejó de llorar, y dijo:

“Vale, mamá. Ahora me acuerdo que Dios me dijo que las tendría otra vez después de esta misión, cuando volviera”...

De Sandi Wilson, Phoenix, Arizona, Estados Unidos

....Adopté a mi hijo Parker José (P. J.) en Guatemala cuando tenía diez meses. Nació con una enfermedad cardíaca congénita y tuvieron que operarlo para corregir un conducto arterioso persistente, lo que significa que tenía un agujero en el corazón que debería haberse cerrado al nacer pero no lo hizo... Tuvieron que operarle cuatro veces antes de cumplir los cinco años.

Mi hija Sedonna, a la que adoptamos en China, es tres años mayor que P. J.

Antes de irse a la cama siempre rezo con ambos y cantamos los tres. Cuando P. J. empezó a hablar, nos contaba a Sedonna y a mí cosas del cielo. Nos dijo que Dios es muy simpático y que él sabía que se iba a poner bien porque Dios se lo había prometido. Hablaba de lo bonito que era el cielo, de que había muchos colores brillantes, sobre todo en las flores...

Cuando P. J. superó su última operación, el cardiólogo nos dijo que no había sido un éxito total y que no podían hacer nada más para cerrar completamente ese agujero...

Pero un año después de su última operación, el ecocardiograma mostró algo diferente:

¡Había ocurrido un milagro! P. J. recordaba la promesa que Dios le había hecho y, claro, se cumplió. Ahora es un chico sano de trece años. ¡Bendito sea Dios!

(El resaltado es mío)

2 MEMORIAS DEL CIELO, Dr. Wayne W. Dyer & Dee Garnes, Gaia Ediciones, 2015.

El Cielo

Подняться наверх