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El cielo y sus mensajeros

“La muerte hace ángeles de todos nosotros

y nos da alas donde antes teníamos solo hombros...”.

Jim Morrison

Dejaría afuera una parte importante del cielo si no hablara de sus habitantes. Obviamente que la dimensión celestial está poblada de infinidad de seres celestiales.

Y como el cielo está aquí en la tierra, muchísimos de estos seres, conocidos como ángeles, están entre nosotros. Verlos o no verlos no es imprescindible. Es casi anecdótico. Lo importante es tener una relación íntima con ellos.

Sabemos que ángel quiere decir mensajero. Pero no es un mensajero cualquiera. Es un mensajero de la dimensión celeste.

Conectar con ellos es simple siempre y cuando usted crea en ellos.

Como pasa con Ávalon, el paraíso mítico... accede a él, solo quien cree que existe... El requisito siempre es creer. Creer para ver.

Si usted no cree en su existencia, no tendrá contacto con los habitantes del plano celeste. No porque ellos no lo consientan, sino porque su propia mente no les dará cabida en su conciencia. El filtro racional de la tercera dimensión les cierra la puerta.

Simplemente porque, como muchas verdades, las tendrá frente a usted, pero no las admitirá.

“No es posible. Son fantasías. Son cuentos para niños”... Y un sinfín de argumentos esgrimidos por la razón, para impedir el paso de verdades que nos obligan a salirnos de nuestras zonas de confort. Requisito clave para ingresar a otras dimensiones.

Pero, como dicen los alquimistas, el contacto asiduo con lo celeste nos conecta a diario con sus habitantes.

Con los habitantes del cielo...

El Cielo

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