Читать книгу Sano y delicioso - Antonina Canal - Страница 7

Somos lo que comemos. Esta premisa ha existido desde el comienzo de la humanidad; el ser humano ha evolucionado y cambiado física, emocional, mental y espiritualmente de acuerdo con su alimentación y condiciones de vida. La toma de consciencia de los últimos años sobre nuevas formas de alimentación y nutrición ha transformado nuestra manera de percibir la vida y de habitar nuestro cuerpo.

El cuerpo es nuestro templo, el vehículo sagrado que nos permite transitar en este plano, expresando nuestro corazón, mente y espíritu. Un cuerpo saludable, bien alimentado, nos permitirá gozar de una buena salud elevando nuestro sistema inmune, generando una vida productiva y armónica en vitalidad, bienestar, energía y claridad en nuestra mente y corazón.

Los alimentos, la manera cómo los combinamos y cómo nos alimentamos van a crear en nuestros órganos salud o enfermedad, y esto influenciará nuestro comportamiento, temperamento, acción, descanso y gestión de emociones.

Está comprobado que la manera como nos alimentamos, y la vibración de los alimentos que consumimos, pueden generar estados de depresión, estrés y ansiedad o, por el contrario, cuando aprendemos a alimentarnos con sabiduría, crea estados de equilibrio, alegría, inspiración y creatividad. La elección de lo que comemos y cómo lo comemos es un proceso fundamental en nuestra vida, y es un reflejo de nuestras actitudes hacia nuestro entorno y hacia nosotros mismos.

El momento de alimentarnos es un espacio sagrado, que requiere de toda nuestra atención y consciencia. No podemos seguir viviendo en un mundo mecánico rutinario donde la comida es la última prioridad, porque con el paso de los años la manera cómo nos alimentamos se verá reflejada en nuestro desempeño físico, emocional, intelectual y productivo.

Por eso es prioridad prestar absoluta atención a nuestra nutrición, alimentarnos de manera consciente y escoger nuestros alimentos con sabiduría. Debemos hacer de la comida un ritual, un espacio sagrado de conexión, meditación y atención plena (mindfulness). Somos lo que comemos y la manera cómo comemos.

No creemos en las dietas ni en el sufrimiento para comer, tampoco en aguantar hambre o pasar de no comer nada a comer de todo: los extremos siempre serán peligrosos. Creemos en tomar consciencia de quiénes somos, cuáles son nuestras necesidades y crear recetas deliciosas y sanas de acuerdo con nuestro estilo de vida, generando bienestar y salud en todos los planos. Es una prioridad comprender los diferentes tipos de hambre que existen y saber que cada cuerpo y organismo es completamente diferente al otro. El proceso de cambio de hábitos hacia una nutrición consciente es una aventura maravillosa de evolución y bienestar para el despertar de la consciencia personal y colectiva, donde la conexión con la sabiduría de la Madre Tierra será una prioridad.