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Mi madre Mónica Dávila ha sido y es mi maestra de vida, ella es una mujer excepcional en muchos aspectos. Es pionera en Colombia de fitness, yoga, y es directora y fundadora del primer gimnasio que existió en Bogotá: Marathon Spa.

Su testimonio de vida es fascinante: se casó a los dieciocho años, me tuvo a los veinte y se separó de mi padre a sus veintiún años. Salió muy joven a la vida a mantener una hija, a sus padres y familia.

En ese proceso de vida fue gerente de banco, trabajaba de día y estudiaba de noche, llegó a pesar más de ciento veinte kilos con una vida sedentaria, de la casa al trabajo, desconectada de su vehículo físico y viviendo las rutinas de estrés normales del ser humano tradicional que aún no ha tomado consciencia de la conexión cuerpo- mente- corazón.

Como su hija presencié esta historia y testimonio en carne propia, vi cómo mi madre se fue transformando con voluntad, amor propio y disciplina. Renunció a su trabajo en el banco, empezó a perseguir sus sueños y emprendimientos, abrió su propia empresa, donde vendía patines —en esa época era la moda y nos encantaba—, empezó a trabajar su cuerpo y alimentación con consciencia, cambiando completamente sus hábitos alimenticios, su estilo de vida y comportamiento. Fundó el primer gimnasio de Colombia, convirtiéndose en referente de fitness, salud y bienestar para nuestro país.

En 1996, viajamos a la India motivadas por la gran sabiduría y espiritualidad ancestral de esta milenaria cultura, estudiamos Hatha y Ashtanga yoga, meditación Vipassana y zen en diferentes Ashram, escuelas sagradas de enseñanza, aprendimos con varios maestros de consciencia diciplinas del ser como Ayurveda, Pranayama, Yoga Nidra, entre otras. Nos sumergimos en nuevas formas de alimentación consciente, preparación de alimentos y entendimos cómo la nutrición es parte fundamental en la salud y el bienestar mental, físico, emocional y espiritual del ser humano.

También estudiamos chamanismo en Chile, somos terapeutas de aura-soma, numerología y renacer. Desde siempre hemos tenido una conexión muy profunda con la naturaleza, las plantas, los animales, el medio ambiente y la búsqueda interior del desarrollo del ser humano en todos los planos de la consciencia y espiritualidad.

El viaje por este mundo de la mano de mi madre ha sido una historia fantástica llena de aprendizajes: he sido testigo de su profunda transformación y evolución, y de la mía propia, pues desde siempre he sido su primera alumna y fan, ya que ella es inspiración en muchos niveles para mí y sus miles de alumnos y pacientes en todo el mundo.

Mi madre no solo me dio alas para volar, y seguir siempre mis sueños de bailarina, escritora, terapeuta y speaker, mi madre ha sido mi gran maestra de vida. La pandemia nos volvió a unir, y luego de veinte años volvimos a vivir juntas cocreando diversas maneras de existir en equilibrio para servir a nuestra comunidad y generar espacios de salud y bienestar. Nos fuimos a vivir al campo y creamos nuestra propia huerta y somos prácticamente autosuficientes en materia de alimentos.

Mi madre es la persona que más sabe de alimentación, bienestar físico, emocional y mental que conozco: lleva toda la vida estudiando, dictando cursos y tiene una experiencia muy profunda y poderosa.

Es un honor para mí coescribir este libro con ella y compartir con ustedes herramientas que nos han cambiado la vida. En esta pandemia hice todo su programa de nutrición consciente y logré bajar diecisiete kilos que tenía pendientes, sin sufrimiento, con recetas deliciosas y he obtenido gran energía para mi desempeño diario en el trabajo, e inspiración en todas mis aventuras.

Escribimos este libro a cuatro manos con mucho amor y dedicación para todos ustedes, con el propósito de compartir herramientas de nutrición, alimentación y bienestar que han transformado nuestra vida en todos los planos.

Antonina Canal Dávila

Nuestro proyecto de escribir este libro sobre nutrición consciente nació de la necesidad de los asistentes a nuestros talleres y charlas de obtener un registro para poder consultar lo visto, repasarlo, experimentarlo y poder vivir la experiencia de la nutrición plenamente. También quisimos plasmar la experiencia de tantos años cocinando, probando recetas, combinaciones, cultivando las hortalizas, teniendo resultados y, lo más importante, una gran transformación. En el transcurso de esta pandemia hemos dictado infinidad de cursos que estaban planeados para un mes y se han convertido en programas de tres y seis meses; esto también nos ha motivado a compartir tales experiencias.

La experiencia vivencial de todo lo que te hablaremos en este libro nos permite saber que nuestro cuerpo es una fuente infinita de sabiduría. Que, si nos hemos alimentado mal durante muchos años, por ignorancia o por influencia de la publicidad, podemos en tres meses reparar por completo nuestro cuerpo y solo en una semana, empezar a sentir una gran diferencia, ya que el cuerpo se reconstruye todo el tiempo, las células mueren y se renuevan, y todo cambia. Cuando nos volvemos más conscientes de la relación entre nuestros pensamientos y emociones, con los que atraemos nuestra vida, hacemos cambios cuánticos, reales y visibles.

Fui durante dos grandes épocas de mi vida obesa bulímica, con el colón inflamado y supremamente alérgica, una vez fui al médico a revisarme para saber el origen de mis alergias y el resultado era: “eres alérgica al medio ambiente”. ¿Qué hacer cuando te diagnostican así? Andar con pastillas antialérgicas y en el peor de los casos con una inyección de cortisona por si acaso me ponía muy grave y se me cerraba la tráquea.

La ignorancia con respecto a la alimentación en personas de mi época nos hacía ver nuestro cuerpo con una tremenda baja autoestima, diálogos internos permanentes como “soy gordísima, voy a una fiesta y nadie me saca a bailar, nunca voy a lograr nada con esta gordura, la ropa me queda mal”, etcétera. Probarse un vestido de baño era saber que iba a tener un muy mal rato.

Fui obesa con un sobrepeso de más de treinta a cuarenta kilos, que lograba rebajar y luego recuperaba como un yoyó; experimenté todas las dietas inimaginables, las que estaban de moda, las que recomendaban los médicos, devoraba libros sobre adelgazar y los seguía, pero sin resultados efectivos a largo plazo.

Fue finalmente mi decisión personal, con amor propio, disciplina y compromiso interior, lo que me llevó a estudiar con rigor y experimentar los efectos verdaderos y cambios reales en mí.

Hoy por hoy, tengo sesenta y ocho años y el peso ideal, me siento con más vitalidad que nunca: joven, radiante y plena. Desarrollo todas mis actividades con agilidad, concentración y alegría. Jamás he recurrido a ninguna cirugía estética ni plástica, lo que soy hoy es producto de un cambio genuino de hábitos de alimentación y nutrición, además de modificar mis pensamientos, patrones y acciones. La prioridad de mi vida es el bienestar y lo que enseño lo práctico todos los días de mi vida.

Estamos en una época donde hay mucho conocimiento disponible para aprender, transformar y reconstruir nuestro cuerpo en salud radiante, y tener las medidas que siempre deseamos. Saberlo encontrar implica sintonizarse con el deseo del conocimiento para que te llegue toda la información.

Cuando miro mi vida hacia atrás, me doy cuenta de que hoy tengo más energía, más vitalidad y más ganas de aprender cada día. Mi digestión es perfecta, me alimento con lo que me gusta y me hace bien y llegué a mi peso ideal sin ningún esfuerzo, sin pasar hambre ni privarme de nada, solo en sintonía con mi cuerpo: sintiéndolo, dejándome guiar y tomando consciencia de todo a mi alrededor.

El gran propósito de este libro es compartir contigo, llevarte de la mano para que logres lo que siempre has deseado con tu cuerpo y tu salud y que seas parte de una gran comunidad de personas con mejor salud, amor propio y gran autoestima, que cuidan su cuerpo como un templo sagrado.

Si cuidamos y amamos nuestro cuerpo y entorno, así cuidaremos de la Madre Tierra, preservaremos los bosques y las fuentes naturales. Por esta razón, cultivar nuestro alimento sin pesticidas ni conservantes ni aditivos y saber que la naturaleza es el reflejo de lo que somos, y que venimos a esta vida a ser felices, sanos y plenos, hará que tengamos más potencial para cumplir los propósitos que nos propongamos.

Mónica Dávila Cubillos