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INTRODUCCIÓN

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La metafísica es ante todo una palabra derivada de las obras de Aristóteles y de sus editores: Teofrasto, su primer sucesor en el Liceo, y Severino Boecio (6) , quien le puso ese nombre. Con el tiempo ha llegado a significar el tipo de especulación filosófica que responde a la pregunta última y más simple: «¿es...?», y sus derivados: «esto, ¿qué es?», «¿no es?». El ser, el parecer, el aparecer. ¿Es hombre?, ¿no es sombra?, ¿no es árbol? Pero algo es... Decir que esto «es», en afirmativo, significa indicar una acción, usar un verbo. Al ver escribir una poesía, digo fácilmente: este poema pasa del no ser al ser (aparece). Al afirmar que algo «es», se utiliza un término general aplicado a lo concreto y a lo singular. Esta es la dificultad inherente a la metafísica: utilizar términos generales para indicar objetos particulares; es lo que la fenomenología se esfuerza por evitar. El lenguaje deberá ajustarse, cuanto sea posible, a la singularidad del «es».

La pregunta «¿es?» constituye la interrogante más vaga, indeterminada y general sobre algo inmediato y particular. Se presta a varias interpretaciones, pero depende del contexto y de los supuestos con que esta pregunta se formula. Aristóteles la pone en relación con los filósofos que lo han precedido: los milesios, los italianos, los sofistas, Sócrates y Platón. Los que él llama los «físicos» preguntaban por la causa primera del mundo y de las cosas, buscándola entre los «entes» o elementos de este mundo material. Después de Sócrates, la pregunta se vuelve «conceptual», por lo que será preciso definir un concepto a partir de los casos particulares. Un ejemplo es el de la virtud, que es un valor particular de una persona determinada; entonces, ¿es posible enseñar la virtud?

Más tarde la pregunta resurge de acuerdo con intereses éticos: estoicos, epicúreos, místicos, como en Plotino (Enéadas) o Boecio (La consolación de la filosofía). Con san Agustín (La ciudad de Dios, 2007, p. 43), la pregunta se refiere esencialmente a Dios. Con los filósofos árabes de la Edad Media, la pregunta se coloca en un contexto panteístico. Luego, santo Tomás de Aquino (Suma teológica, 1947, p. 112) –y en general la Edad Media cristiana– regresa al aristotelismo sin dejar de oscilar entre el realismo tomista y el platonismo agustiniano.

En el Renacimiento, el «¿es?» se dirige al hombre o se efectúa desde el hombre: mi persona individual. Con la Edad Moderna y el poscartesianismo, generalmente se unifican las dos perspectivas: la del ser y la del pensar. Finalmente, en el mundo contemporáneo

–Wittgenstein (Tractatus Logico-Philosophicus, 1933, p. 23)–, tanto la filosofía científica como la filosofía del lenguaje, el estructuralismo y la deconstrucción, se cuestionan sobre la pregunta.

El enfoque fenomenológico de la metafísica consiste en «ver el acontecer». La fenomenología es esencialmente una reflexión. Y desde la experiencia conserva, en su reflexión, la proximidad de su origen: la experiencia. En su origen es un ver, sentir, gustar y palpar, olfatear, oír y ver, sentir, incluso intelectualmente. En sentido metafórico, el ver se aplica a toda clase de experiencia, incluyendo las especulativas: ver la identidad, ver la diferencia, ver las relaciones, ver las consecuencias, y ver las formas.

En el «acontecer» se comprueba la unidad del «es»: todas las cosas responden a la misma interrogante: «si es» o «si no es». Esta unidad general supera el dualismo tradicional demasiado rígido y artificial entre el alma y el cuerpo, la materia y la forma, la esencia y los accidentes. Según la visión tradicional, este dualismo domina toda la metafísica:

1 Lo accidental se percibe con la sensación.

2 Lo sustancial se percibe con la mente.

La separación entre:

 Experiencia = cuerpo espacio-temporal; por ejemplo: un «carro».

 Pensamiento = alma-mente intemporal, inmaterial; por ejemplo, un «conductor».

Es una separación que tiene su origen en Aristóteles (loc. cit.), quien separa lo sensible como accidental de lo inteligible, con estas características:

1 Accidentes: individuales, concretos, dependientes, imágenes, variables.

2 Sustancias: abstractas, generales, universales, inde-pendientes, conceptos, contenidos, nociones.

[ Accidentes (formas sensibles) ]----versus ----[ Sustancias (formas inteligibles) ]
se perciben con los sentidos(ruptura)se perciben con la mente
El Acontecer. Metafísica

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