Читать книгу El Arcángel Metatrón y otros seres de luz - Arantza Ibarra Basáñez - Страница 6

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3. Dormida


En el año 2013, poco a poco empecé a estabilizarme; las terapias alternativas y una psicóloga me ayudaron bastante, pero el estrés empezó a invadir mi cuerpo con tanta fuerza que no me di cuenta de ello hasta muy tarde.

El 2014 fue el punto más álgido en cuestiones de trabajo y eso iba muy a la par con el desgaste energético que suponía. No tenía tiempo para mí y mucho menos para sentir y hacer caso a lo que estaba sucediendo.

Nuevas ilusiones, nuevos proyectos y sobre todo trabajo y trabajo era lo que tenía en mente y eso implicaba no prestar atención a lo que me estaba ocurriendo. Intentaron pararme con una úlcera, una rotura de muñeca, de costillas, una hernia de hiato, pero yo seguía dormida en esa dinámica en la que me había sumergido, y así llegó el 2015.

Compaginar dos trabajos, nuevos proyectos, familia, amigos y vida social estaba siendo frenético, pero sobre todo cuando hay algo dentro de ti que te está frenando. Cada vez me notaba más y más agotada, pero el poco tiempo que tenía de ocio quería dedicarlo a conocer nuevos sitios y aparcaba el cansancio y el desgaste para luego.

Ese septiembre del 2015, unos análisis de sangre rutinarios me hicieron parar de golpe. Estaba a punto del desmayo con una anemia de caballo que según el médico requería una transfusión y una ferritina de libro. En palabras textuales del médico, «era una vampira andante».

A raíz de ese parón, tuve tiempo de ir a los médicos especialistas y descubrir que tenía miomas. De ahí que ese desangrar continuo hubiera podido conmigo.

El tiempo se detuvo en todos los sentidos y ya no tenía tiempo para nada ni para nadie. Simplemente quería estar conmigo misma y escucharme.

El Arcángel Metatrón y otros seres de luz

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