Читать книгу El Arcángel Metatrón y otros seres de luz - Arantza Ibarra Basáñez - Страница 8
Оглавление5. Lemuria
En el denominado «Bosque de Piedra» de Juli, Puno en Perú, se encuentra una puerta llamada Aramu Murú, o también Hayu Marca, «Ciudad de los Espíritus» o «Puerta de los Dioses». Esta puerta tiene muchas leyendas, pero el ser de luz que me acompañaba tenía ese mismo nombre, Aramu Muru.
Las leyendas hablaban de él como si fuera un chamán, un sacerdote y muchas más cosas, pero según él todos tenían algo de razón. Yo no conseguía entender cómo podía haber sido humano en diferentes épocas y países. Según las leyendas del imperio inca, Aramu Muru era un indio inca que practicaba diferentes rituales en su tribu para poder conectar con los ancestros y los espíritus. Era como un chamán y la mayoría de las veces conseguían entrar en trance; así se comunicaba con sus dioses.
Aramu Muru me hablaba de su pasado como sacerdote en una ciudad muy grande y avanzada en la que vivió. Esa ciudad se llamaba Mu y se encontraba en Lemuria. Hoy en día no existe, pero muchas veces hemos oído hablar de ella y yo había leído y visto muchas películas de ficción sobre esas tierras desconocidas. Siempre había pensado que eran fruto de la imaginación de los escritores, aunque no dejaba de preguntarme de dónde sacaban esas ideas tan maravillosas.
Lemuria, para los que no lo sabéis, es el nombre de un antiguo continente que fue bautizado así por unos científicos franceses, pero especialmente por el geólogo inglés Philip Sclater, al que le extrañaba que hubiera lemures tanto en la India como en el sur de África y por ello pensaba que debía haber otro continente que se había perdido en el fondo del Océano Índico.
Aramu Muru me enseñó mucho sobre su tierra. Mu era la ciudad de Lemuria, un continente inmenso en el que África y Asia estaban unidos. Hubo una gran parte de Lemuria que se hundió bajo el mar, pero la otra parte evolucionó y se convirtió en la gran Atlántida, una isla mítica mencionada y descrita en los diálogos Timeo y Critias del filósofo Platón. Eso sí, en este caso en el Océano Atlántico. El poderío de la Atlántida fue tal que llegó a dominar el oeste de Europa y el Norte de África hasta ser detenida por la ciudad de Atenas.
Más adelante la Atlántida también se hundiría y hoy en día algunos investigadores siguen buscándola.
Curiosamente, Aramu Muru había vivido en la ciudad de Mu de Lemuria. Me dijo que había sido derruida, pero no hundida. Esa ciudad que hace tiempo fue de Lemuria hoy forma parte de Asia y la conocemos con el nombre de Birmania.
Toda Birmania era la antigua Mu de Lemuria, una ciudad que crecía en esas tierras y rocas que todavía hoy podemos pisar. De norte a Sur: Mandalay, Monte Popa, Lago Inle, Bagan, Yangón y Shwedagon.
Aramu Muru y otros seres de luz están intentando comunicarse con muchos de nosotros para que todos nos unamos y con nuestras vibraciones podamos conseguir elevar esas tierras hundidas y perdidas de Lemuria y la Atlántida. Desde el sur de América hasta la zona de Asia y un poco de Europa, están esperando que algún día puedan salir a flote.
Ellos, los seres de luz, intentan conectarse con nosotros para mover esas tierras, pero necesitan de más energía para llevar este propósito a cabo, y la unidad, el amor y nuestra voluntad son primordiales para conseguirlo.