Читать книгу Tecnologías limpias - Arístides Sotomayor - Страница 11
2. Principales mercados de minerales y metales 2.1 Mercados de futuros
ОглавлениеEn esta clase de mercados, las operaciones mercantiles dan cabida a las negociaciones de futuros. En términos comunes, se habla de una compra o de una venta que son más una especie de “pagarés” que representan tanto a las mercancías físicas como a los contratos en donde se establecen las cantidades y calidades, así como la fecha de su entrega, objeto del contrato; únicamente queda el precio como materia de negociación. Las transacciones comerciales de materias primas minerales, en general, y, en particular, de los metales no férreos (cobre, plomo y zinc), así como de los metales preciosos (oro y plata), se realizan según las operaciones a plazo o de futuros, o bien al contado y de acuerdo con las formas y tipos de cobertura, ya sea en los mercados o bolsas, con la finalidad de conseguir una fluidez comercial entre productores y consumidores, y para protegerlos de las fluctuaciones de los precios. A continuación, se presentan los tipos de mercados:
• Mercado al contado. Es aquel donde tienen lugar transacciones monetarias por la materia prima física o real.
• Mercado a plazo. Es una forma de transacción en la que se negocian las mercancías físicas o reales.
• Mercados de futuros. Son contratos estandarizados de compraventa de materias primas físicas o instrumentos financieros para su entrega al término de un período establecido.
• Mercado en cartel. Es aquel en el que una asociación de productores o solo uno de ellos de manera individual fija los precios con el fin de restringir o impedir la competencia de varios productores en situación de monopolios u oligopolios.
• Mercados libres. En este caso, se opera sin contratos de futuros.
• Convenios anuales. Resultan de las negociaciones entre productores, entre consumidores o entre gobiernos. Pueden determinarse para espacios de tiempos inferiores o superiores.
• Contrato forward. Es un acuerdo privado en un mercado al contado entre un comprador y un vendedor para la entrega de la materia prima a un precio previamente acordado. Los contratos forward no están estandarizados y no son transferibles.
Históricamente, las operaciones de futuros comenzaron en Estados Unidos a mediados del siglo XIX con el establecimiento de los mercados centrales, donde los agricultores y ganaderos podían comercializar materias primas agrícolas tradicionales, como cereales y ganado, bien para su entrega inmediata, llamada “mercado al contado”, o para su entrega futura, es decir, “mercado futuro”. Los contratos a plazo (contratos forward) son contratos privados entre compradores y vendedores, que dieron origen a los actuales contratos de futuros negociados en los mercados bursátiles, que se aplican a minerales y metales, energía, divisas, índices bursátiles y tasas de interés, que operan electrónicamente. La diferencia entre los contratos a plazo y los mercados de futuros es que los primeros se negocian directamente entre un comprador y un vendedor, y los términos del acuerdo pueden variar de un contrato a otro; mientras que los segundos son acuerdos legales para comprar o vender un activo en una fecha específica o durante un mes determinado, que es estandarizado en lo que concierne a la calidad, cantidad, fecha y lugar de entrega, quedando únicamente la variable precio como parte de la negociación.
Los mercados de futuros proporcionan una forma rápida, directa y transparente de acceder a mercados financieros y de materias primas durante las 24 horas del día. Por eso, han atraído el interés y la participación de operadores de todo el mundo, quienes determinan el comportamiento de las tendencias de los precios de las materias primas, los precios de la energía, los precios de los metales, las divisas, las tasas de interés y los índices bursátiles. Por otro lado, las operaciones en los mercados, que hace unas dos décadas eran autocontenidas, han cambiado en la última década. El mercado de las transacciones electrónicas se ha ampliado, ha crecido y madurado; ahora permite el acceso de los inversores desde cualquier parte del planeta. Se sabe que un contrato de futuros es un compromiso para recibir o entregar una cantidad y calidad específica de una determinada materia prima en un lugar y fecha de entrega fijados en el futuro; estas condiciones se realizan mediante la oferta (ofertas de venta) y la demanda (ofertas de compra), a través de un sistema de negociación electrónica en bolsa o mediante la subasta abierta de operaciones en los mercados bursátiles. Todos los contratos se liquidan a través de una transacción de compensación, que es un método frecuentemente utilizado (una compra después de la venta inicial o una venta después de la compra inicial), o bien mediante la entrega física de la materia prima real (CME Group, 2014b). Los contratos de futuros son instrumentos subyacentes en los cuales se negocian las opciones, principalmente las de precios de las denominadas primas, que son afectadas por los precios de futuros y otros factores del mercado. Por lo tanto, es muy importante conocer en profundidad el comportamiento de los mercados, las condiciones actuales del mercado y sus objetivos específicos, para la toma de decisión, ya sea en la aplicación de contratos de futuros, en las opciones sobre contratos de futuros u otras alternativas de administración de riesgo y fijación de precios.
En este punto es importante la definición de commodity, cuya traducción literal es “materia prima” o “mercancía sin procesar” o “mercancías normalizadas”, lo que comprende una gran variedad de productos agrupados en tres grandes categorías: productos agrícolas, energía y metales (Casado, Márquez, San Martín y Sarrías del Río, 2009), que en la actualidad constituyen el mayor mercado global de activos financieros, paralelo a otros mercados como el de divisas y renta fija o renta variable, entre otros. Los commodities ofrecen una única fuente fiable de precios a nivel mundial, unos mercados globales líquidos y adecuadamente desarrollados, así como una trayectoria histórica lo suficientemente amplia. Estos aspectos permiten tener una visión de todos los productos que se engloban bajo la etiqueta de commodities. El presente estudio se centra en el análisis de los mercados de minerales y metales básicos y preciosos, por la diversidad y composición de los productos, fundamentalmente en función de su calidad. Los mercados de metales gozan de una gran presencia y seguimiento internacional, y se los considera barómetros significativos en la actividad económica porque mantienen una especial participación tanto de los inversores como de los especuladores, lo que finalmente hace que el mercado de los metales sea especialmente sensible a factores de carácter político y económico. Los metales son productos que se negocian en numerosos mercados y, en algunos casos, con claro predominio, como en London Metal Exchange, New York Commodity Exchange, London Bullion Market Association o CME Group, donde se pueden encontrar ciertas peculiaridades técnicas con relación a la descripción de la materia prima, precios históricos y comportamiento de las cotizaciones.
Es innegable que las principales funciones económicas de una bolsa de futuros son la administración del riesgo del precio y la fijación del mismo, de manera que al proporcionar una instalación y plataformas de negociación reúnen a compradores y vendedores que, además de establecer y hacer cumplir las normas, aseguran que la negociación se produzca en un entorno abierto y competitivo. Por tal motivo, todas las ofertas de compra y venta deben efectuarse, ya sea mediante el sistema de negociación electrónica, como en el caso de la bolsa CME Globex, o a través de operaciones de subasta abierta. En este sentido, los mercados bursátiles ofrecen unos resultados sólidos en lo que se refiere a los precios, los cuales pueden ser utilizados para establecer estrategias en la determinación de sus precios por parte de los inversores. Se debe tener en cuenta que el cliente tiene derecho a elegir la plataforma de negociación en la que desee llevar a cabo sus operaciones, que pueden ser operaciones electrónicas, que se realizan directamente a través de un corredor (bróker) o con una aprobación previa del corredor; u operaciones por subasta abierta, que requieren de un corredor de materias primas, quien a su vez transmite la orden a un miembro de la bolsa para que la ejecute. Técnicamente, todas las operaciones son hechas en última instancia por un miembro de la bolsa. El precio de un contrato de futuros puede considerarse en un sentido como una predicción de precios, debido a que en un determinado momento refleja las expectativas de precio tanto de compradores como de vendedores para una fecha determinada de entrega en el futuro; de esta manera, los precios de futuros contribuyen a establecer un equilibrio entre la producción y el consumo. Pero, en otro sentido, el precio de un contrato de futuros no se considera como una predicción debido a que está sujeto a cambios continuos, que reflejan el comportamiento de la oferta y la demanda.
En la tabla 1.1, se muestran los principales mercados o bolsas, en donde se efectúa la comercialización y las transacciones de minerales y metales, que son, por lo general, utilizados como metales esenciales para el funcionamiento de la industria y, por ende, de la economía. En el grupo de los metales, se podrían distinguir dos grandes categorías: los metales básicos y los metales preciosos. Los primeros, también llamados metales estratégicos industriales (como cobre, aluminio, zinc, níquel, estaño y plomo), son fundamentales para el desarrollo de la electrónica, la industria aeroespacial, la ingeniería y la construcción, entre otros. En cambio, los metales preciosos (como oro, plata, platino y paladio), aunque también se emplean en la industria, si bien en menor medida, y sobre todo en la joyería, tienen una función básica de gran valor, como refugio en períodos de turbulencias económicas; por consiguiente, la oferta de estos metales se caracteriza por su escasez, siendo bienes muy preciados por su elevado valor económico. Por otra parte, tanto en los mercados a plazo como en los de futuros, existe la libre competencia, que fundamentalmente se refiere a un mercado con notables propiedades y con las siguientes características:
• Deberá existir una concurrencia adecuada de un gran número de compradores y vendedores.
• Se tratará de operaciones que se limitan a mercancías homogéneas o de similar naturaleza.
• Deberá haber una estrecha comunicación entre compradores y vendedores, con la finalidad de que tanto unos como otros dispongan de una buena y completa información acerca de los precios.
• No deberán producirse marginaciones ni exclusiones que perturben o dificulten las operaciones mercantiles, de modo que nadie quede apartado de las obligaciones de compraventa.
Los participantes del mercado de futuros, vale decir, los llamados operadores de futuros, se clasifican tradicionalmente en dos categorías principales: coberturistas (hedger) y especuladores. La existencia de los mercados de futuros se justifica principalmente por la aplicación de los diferentes tipos de cobertura: los coberturistas utilizan el mercado de futuros para administrar el riesgo de precios inherente a la compra o venta de materias primas; por el contrario, los especuladores aceptan ese riesgo con la intención de beneficiarse de las condiciones favorables del precio. Por lo tanto, es muy importante en el mercado la participación de los especuladores, ya que permite a los operadores de cobertura entrar y salir del mercado de manera eficiente. Se sabe que la oferta y la demanda son instrumentos que ofrece la economía, ya que contribuyen a equilibrar en un momento dado la producción, la demanda y el precio de un producto; por otra parte, en la formación de los precios en un mercado de libre competencia, los especuladores y arbitrajistas juegan un papel importante cuyo fin es relacionar diferentes mercados, en diferentes regiones o períodos y con distintos riesgos. A continuación, se desarrollan las actividades de especulación y arbitraje en un mercado económico.