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DIOSA SANGRIENTA EMERGE DEL SUBSUELO

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Semanario Sensacional, lunes 27 de octubre de 2006

Extracto de nota

Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia dieron a conocer el hallazgo de un monolito prehispánico gigante –correspondiente a la diosa Tlaltecuhtli– en las inmediaciones del predio conocido como la Casa de las Ajaracas, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.

El descubrimiento ocurrió el 2 de octubre pasado, en la esquina de las calles de Argentina y Guatemala, y fue realizado por miembros del Programa de Arqueología Urbana (PAU), quienes desde principios de los años noventa vienen haciendo una labor de rescate en los alrededores del Templo Mayor.

Esta escultura monumental mexica es la más grande extraída hasta ahora del subsuelo; su volumen es mayor al de la Coyolxauhqui y al del emblemático Calendario Azteca o Piedra de Sol, y es un claro ejemplo de los tesoros arqueológicos que permanecen enterrados en lo que fue el recinto ceremonial de los aztecas.

La diosa Tlaltecuhtli representaba a la Tierra y a la muerte, era progenitora y a la vez devoradora de todas las criaturas. En su honor se realizaban numerosos sacrificios humanos, ya que los mexicas le atribuían un “apetito insaciable de sangre y cadáveres”, según explicaron los arqueólogos del PAU.

Resulta significativo que este coloso prehispánico haya sido encontrado precisamente un 2 de octubre, fecha en que se conmemora la matanza de estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, sitio donde también hay importantes vestigios arqueológicos de lo que fue la antigua Tenochtitlan.

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