Читать книгу Espiritualidad y mística maternal - Bernardo Olivera - Страница 10

La doctrina sobre el nacimiento o formación de Cristo en el corazón de los creyentes enraíza en la teología bautismal y en una eclesiología basada en el Evangelio de San Juan y las cartas de San Pablo. La Tradición cristiana antigua aportó otro elemento importante: el nacimiento del Verbo de Dios no es un hecho puntual del pasado, sino que se prolonga en los creyentes a lo largo de todos los siglos. Guerrico bebe su doctrina de la tradición agustiniana, la cual enfatiza el papel de la Virgen María en el nacimiento divino como modelo para todos los cristianos. Pero podríamos llegar a decir, completando la opinión minimalista de algunos, que el Abad Igny considera que María obra eficazmente para que los cristianos podamos considerarnos y verdaderamente ser: “madres de Cristo”.

No esperemos encontrar en Guerrico una doctrina acabada y perfecta. No obstante, a medida que vamos avanzando en la lectura y estudio de los textos, la doctrina va tomando consistencia y plenitud.

Hay un hecho que nos resulta positivamente curioso. El Abad Guerrico llama a sus monjes, con cierta frecuencia, “madres” de Jesús. Y sabemos que la gran mayoría de ellos eran hombres “rudos” y rurales, iletrados y trabajadores, aunque buenos y devotos.

Es muy probable que Guerrico nunca haya explicado a su iletrada y poco erudita comunidad el sentido del término “forma” y el uso de la “metáfora”, “símbolo” y analogía... No obstante, todos comprendían intuitivamente lo que les estaba diciendo cuando hablaba de la maternidad como consecuencia de la formación de Cristo en sus corazones.