Читать книгу El nuevo libro de la cocina natural - Blanca Herp - Страница 5
ОглавлениеCocina natural Pasos de la receta y vegetariana
EL CAMPO EN CASA
La demanda de alimentos saludables y la popularización de nuevas fuentes de proteínas es cada vez mayor y quien prueba los deliciosos sabores de la cocina vegetariana, desea seguir disfrutándolos. Podemos comprobarlo en esta nueva selección de recetas de grandes especialistas, que en general son muy sencillas, sabrosas y fáciles de preparar.
Hace más de veinte años de la publicación de El Libro de la Cocina Natural, y, como entonces, queremos poner al alcance de todos las mejores recetas de la alimentación naturista-vegetariana; han sido pensadas para todo el mundo y las presentamos junto con pequeños consejos para disfrutarlas con salud.
Tanto si se trata de ingredientes habituales, como de algas o de increíbles recetas a base de crudos, esta es la propuesta de un estilo de vida más natural que se incorpora poco a poco a los recetarios más exigentes, tanto de la alta cocina como en la comida de cada día.
El interés por la alimentación ecológica («orgánica» o «biológica») nos mueve a todos a recuperar alimentos naturales, cultivados sin química nociva ni con los peligrosos aditivos de la industria. En pocas palabras, el ideal de recuperar el campo en casa es hoy mucho más vivo, y en este libro ofrecemos recetas que ayudan a despertar una mayor sensibilidad hacia los alimentos y a que el paladar recupere los sabores auténticos.
¿SOMOS LO QUE COMEMOS?
Esta expresión, que nació a finales de la década de 1970 en Norteamérica, ha hecho fortuna; hoy en día disponemos de unos cuantos miles de páginas web, de bastantes libros y de varias decenas de documentales con la afirmación «somos lo que comemos». Lo que parecía hasta hace poco casi una broma se ha convertido en algo serio; se ha demostrado que existe una relación estrecha entre la alimentación y la salud, entre lo que comemos y la propia personalidad. Naturalmente, no solo somos lo que comemos, y en todo caso podemos hallar respuestas observando lo que sentimos en lo más profundo de nosotros mismos. En palabras de Paul McCartney: «Si los mataderos tuvieran paredes de cristal, seríamos vegetarianos».
POR QUÉ SER VEGETARIANOS
No comemos carne por evidentes cuestiones de salud o éticas, de respeto a los animales y al entorno, porque no parece demasiado inteligente la obsesión por comer carne: se gastan 8 kg de cereal para producir 1 solo kg de carne de vaca. Para producir 1 kilo de trigo se necesitan 120 litros de agua. Para producir 1 kilo de carne, 3.700 litros. Y cada año se comen en España 70 kg de carne por persona. Al cabo de tantos años de responder a la pregunta «¿Por qué eres vegetariano?», podemos dejar los argumentos por un momento y preguntarnos: «¿Por qué ser carnívoro?». Comer carne es algo que hoy parece inexplicable, una falsa «necesidad» un tanto propiciada por las costumbres. El tabú de la carne (de los que la comen) sigue muy arraigado.
Por eso es importante el papel de los padres en transmitir hábitos y costumbres a nuestros hijos, aparte de que la alimentación y el arte de cocinar deberían formar parte de las asignaturas de la escuela. Junto con la horticultura, pronto veremos en las aulas esta parte importante del aprendizaje vital. ¡El mundo necesita más cocineros! y, si puede ser con criterios saludables, mucho mejor.
Por otra parte, los nuevos recursos proteicos y las habilidades gastronómicas de muchas personas comprometidas están consiguiendo verdaderas maravillas culinarias y nuevos sabores, cada vez más deliciosos. Platos riquísimos y muy nutritivos, sin proteínas de origen animal. Seguramente por eso la pregunta «¿eres vegetariano?» surge cada vez menos. Ahora tenemos que justificarnos menos por algo tan natural como el hecho de no comer carne. Y teniendo en cuenta que los carnívoros son más del 94% de la población en España (si dejamos aparte los «casi» vegetarianos), podremos atrevernos a preguntar… ¿por qué lo son todavía? Este es otro de los motivos que nos han movido a preparar este nuevo libro.
PARA QUE EL PLANETA SEA UN JARDÍN
A lo largo del siglo pasado, para reconocer a las personas que no comían carne se utilizaban bastantes palabras: se hablaba de «vegetalianos» (por la palabra «vegetal»), o de «frugívoros» (alimentación a base de frutas), de «lacto-ovo-vegetarianos» (vegetarianos que comen lácteos y huevos), de «lacto-vegetarianos» (sin los huevos), de «crudivoristas» (por lo general vegetarianos), o de «higienistas» (centrados en la salud, con ayunos y dietas estrictas).
El término «vegetariano», en el sentido que hoy lo conocemos, es de 1842; pero la alimentación incruenta, sin carne de origen animal, es algo natural y anterior al fuego. Existen registros de miles de años de antigüedad en China, India y otros lugares en donde se practica desde que se tiene memoria. Y en Occidente, gracias a Hipócrates, el padre de la medicina, el vegetarianismo era conocido y promovido como una buena herramienta para promover la salud.
En los últimos 50 años, el vegetarianismo experimentó un gran auge en países como Gran Bretaña. Algunos abusos en el lenguaje, con la aparición de «pesco-vegetarianos» (con pescado) propiciarían la aparición del movimiento vegano (ver pág. 13), que rechaza todo tipo de explotación animal. Eso incluye carne y pescado, huevos, lácteos, la miel… y también el uso de cuero (tapizados, zapatos, cinturones, bolsos…). Las recetas de este libro son vegetarianas y bastantes de ellas son también veganas.
En la década de 1960 se inició la popularidad de la macrobiótica en Occidente; entre sus aportaciones está la divulgación de nuevas proteínas, como los derivados de la soja y el seitán de trigo, que contribuyen a una mayor difusión del vegetarianismo. Los macrobióticos aceptan la ingesta de pescado de vez en cuando, pero existe una corriente importante de sus seguidores que son vegetarianos.
Un ideario «naturista-vegetariano» se viene siguiendo en España desde hace más de cien años. A diferencia de otros países, en los que la palabra «naturismo» sirve para designar el nudismo como estilo de vida, aquí, sin descartarlo, reúne también una serie de prácticas afines, desde el rechazo a la obligatoriedad de las vacunas a la defensa de los tratamientos naturales, como la hidroterapia. Es, en definitiva, una forma de vivir.
Todos buscamos lo mejor para los seres vivos en este planeta. Y en este camino, algo tan cotidiano como la elección de la comida puede convertirse en una ayuda decisiva.
DESEOS
El deseo de comer es muy difícil de controlar. Puede decirse que el comer en exceso es una deformación del deseo de ser amado. Queremos ser plenamente felices, pero lamentablemente, seguimos llenándonos de alimentos que terminan contagiándonos todo tipo de trastornos. El deseo del amor o la búsqueda del amor suelen transformarse en un deseo compulsivo de estar saciado. Pero como dicen los yoguis, la verdadera felicidad consiste en llenarnos de nuestra propia dicha, y para llegar a esto primero hay que ganar, entre otras cosas, la batalla del comer.
SABORES
Queremos invitaros a recuperar los aromas embriagadores que se desprenden cuando abrimos un simple bote de copos de cereales de los de verdad. O bien al preparar un humilde plato de gofio canario. En este libro descubriremos recetas novedosas que son una delicia, y, en conjunto, un aluvión de ideas que nos permitirán no repetir menú durante meses y meses.
Encontraremos menús festivos y platos para cada día; las recetas de este libro están pensadas para todas las ocasiones, teniendo en cuenta que a menudo no hay tantas ganas de pasar demasiado tiempo en la cocina.
Además son en general muy fáciles. Solo alguna receta es de dificultad media o más elaborada, pero con un poco de organización, casi todas se preparan en unos 30 minutos.