Читать книгу La Voz - Carlos E. Baz Garfias - Страница 13
Llegando A Mi Departamento
ОглавлениеParecía una noche normal, regresaba a mi departamento después de estar con mi novia. Estacione mi carro en el mismo lugar de siempre. Era una noche tranquila, no era demasiado tarde pero en esta época del año oscurece muy temprano. Teníamos una noche muy clara, con muchas estrellas, no recordaba cuando había sido la ultima vez que veía una noche así. Detuve un instante mi llegada a mi departamento para ver este espectáculo que tenia ante mis ojos. La luz de la luna se reflejaba sobre las aguas del río Trinity que pasa a un lado de donde vivo. En Verano el espectáculo es de las ranas con su cántico, en ocaciones se oyen cientos de ellas, entonando una melodía que se escucha a cientos de millas a la redonda. Llegué a las escaleras del edificio donde vivo, un edificio de dos pisos mas la planta baja. Vivo en el primer piso. Es muy raro que me encuentre con los vecinos, no salen, así que no me extraña no encontrarme con algunos de ellos, es mas, creo que seria mas extraño encontrarme con alguno de ellos. Ha pasado algunas veces, pero son contadas. Empece a subir, una escalera larga, muy larga diría yo. Al llegar al final de las escaleras se encuentra el departamento de mi vecino, enfrente esta el mío, cuando doble a mi izquierda, mi cuerpo se puso en alarma, después de 12 años regresaba esa sensación que mi cuerpo sentía cuando algo andaba mal. Es muy difícil de explicarlo, después de mucho tiempo, todavía no lo llego a entender, este procedimiento de mi cuerpo. Estaba a unos pasos de llegar a mi puerta, ya tenia las llaves en mi mano derecha, estaba a punto de ponerlas en la chapa, pero me detuve al instante.
Mi cuerpo estaba ardiendo, mi energía empezaba a consumirlo, sabia que había alguien adentro, junte mi cuerpo a la puerta, y empece a oír movimientos, ruidos, era como si alguien estuviera de prisas, pensé el que esta ahí alcanzo a escucharme que llegaba, me vio por la ventana y esta buscando un lugar donde esconderse. Después de dos robos en diferentes departamentos en esta ciudad Texana - ahora si voy agarrar al ladrón - me dije a mi mismo. Pero mi cuerpo me decía otra cosa, no era un ladrón el que estaba en mi departamento, eso era lo que yo quería pensar pero yo sabia que no era así. Estas sensaciones que sentía sabia lo que significaba, ya lo había experimentado antes, no era algo nuevo para mi. En un momento quise que fuera un ladrón, pero no, lo sabia, desde el primer momento que sentí esa sensación en mi cuerpo sabia a lo que me enfrentaría después que abriera la puerta de mi departamento. Observe la chapa, no había daño alguno, nadie la había forzado para entrar, todo estaba normal como siempre. Ya no había duda, sabia quien u quienes estaban en ese momento en mi piso, Sabia que cuando entrara nada iba a ser igual. Metí la llave lentamente y le di vuelta, espere unos segundos, y abrí. Me detuve abajo del marco de la puerta, observe mi sala y parte de la cocina, entre, y cerré la puerta. Me pare en medio de la sala, recorrí con la vista el departamento todo se veía normal, la sensación se había ido de mi cuerpo. Camine hacia la cocina, entre a mi cuarto, y por ultimo revise el baño así como el " walking closet". Regrese a mi cuarto, me quite la chaqueta que traía puesta, la deje sobre mi cama. Estaba a punto de quitarme los pantalones, pero algo en mi me decía que no, había algo mas, pero ya había revisado bien y no había visto a nadie, todo estaba en su lugar. En mis anteriores experiencias había encontrado varios cuadros en el piso, algunos libros fuera de lugar, etc.
Me desabroche el botón de mi pantalón, quería ponerme cómodo. Voltee hacia la puerta de mi cuarto donde veía la cocina, en eso salió una energía directamente hacia la sala, corrí lo mas rápido que pude, y ahí estaba en medio de mi sala, era impresionante, brillaba, un color dorado rodeaba todo su cuerpo, era muy fuerte, fueron segundos pero lo vi bien, y el también, salió rapidísimo por una ventana, desapareciendo en la oscuridad de la noche. Voltee hacia mi cocina al oír un ruido, era mi cafetera estaba prendida y salía vapor de ella; cuando regrese a la sala uno de mis sillones inflables estaba como un globo a punto de volar por los aires y los otros dos estaban totalmente desinflados, me di cuenta que tenían una rajada cada uno.
...Al final este ser dorado dejo su huella en su visita.