Читать книгу La Voz - Carlos E. Baz Garfias - Страница 7
La Visita
ОглавлениеNo era la primera vez que sentía esta sensación, mi cuerpo siempre reacciona cuando tengo muchas visitas. Una ráfaga de energía pasa por a tras de mi, sigo caminando hacia mi cuarto, me dirijo hacia el baño a lavarme mis manos. El espejo refleja una sombra junto a mi cama y se mueve rápidamente hacia la sala. Antes de tomar la toalla para secarme me doy cuenta que hay dos seres viéndome seriamente. Regreso a la sala para seguir trabajando en mi computadora. Otra ráfaga de energía pasa hacia la cocina, volteo, se que esta ahí, lo siento. Regreso mi mirada a mi computadora apple. La luz de la cocina se prende, volteo y no veo a nadie, pero siento su energía, me paro y apago la luz; regreso a mi silla para seguir trabajando en mi computadora. Una mano fría acaricia mi cabello, es una caricia suave, una caricia con amor, sentí mucha ternura. Muevo un poco a la derecha mi cabeza, ella se mueve rápidamente, desaparece. La luz de la cocina se vuelve aprender, sigo trabajando en mi computadora, se que esta ahí, pero no quiero hacerle caso. Las botellas de cerveza que se encuentran en el bote de la basura empiezan a sonar un par de veces - ya se que estas ahí - le dijo - regreso mi mirada a mi trabajo que estoy realizando en la computadora. Mi ojo izquierdo alcanza ver como sale de la cocina y pasa tocándome la espalda suavemente. Me paro y vuelvo a pagar la luz de la cocina. Antes de sentarme en mi silla miro la sala de mi departamento, todo esta oscuro, solamente entra la luz de la luna por las persianas que están abiertas. Me gusta estar a oscuras, mis ojos se han acostumbrado. 17Dirijo mi mirada a un cuadro en particular, ahí están esos ojos que me siguen a todos lados, esos ojos negros profundos, esos ojos que dicen muchas cosas. El u Ella, están en ese cuadro, una foto de una mascara de un artista Brasileño dedicada a los bomberos y policías que murieron en el atentado del 11 de Septiembre en la ciudad de New York. Siempre viéndome. Sus ojos brillan en la oscuridad. Nos miramos por un momento. Sus ojos me ven tiernamente, regreso a mi silla y sigo trabajando en mi fotos...