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CAPÍTULO 3

Xu Li

La puerta de entrada, Colette Bacchetta (1999), pastel al óleo sobre Velin d’Arches.


Xu Li

En mi primer libro hablé de los recursos de Xu Li, gran Lo del estómago o decimosexto Lo y su trayecto, que empieza en el estómago, pasa por el diafragma, se une a los pulmones y sale por debajo del seno izquierdo. Expliqué en qué portaba la energía ancestral Zong Qi y hasta qué punto forma parte integrante de los puntos TM en su calidad embriogénica. En esa ocasión, subrayé la importancia de la circulación energética de Xu Li, que nace en la zona del Ming Men y que es el vector de la energía ancestral Zong Qi. Xu Li no tiene punto de mando. Para ciertos acupuntores, reúne los tres zangfu: el bazo, los riñones y el estómago. Para otros, se parece a los tres hogares. Para entender mejor las características fundamentales de Xu Li, os invito a consultar el capítulo 3, «Los recursos de Xu Li», de mi primer libro.

Hoy, para ir todavía más lejos en la demostración de la función central de Xu Li, gran Lo del estómago o decimosexto Lo, voy a centrarme en cómo transporta la energía. Está relacionado con el gran Lo del bazo (Dabao 21 BP) y juntos se unen al resto de Lo. El doctor G. Willem habla de «la analogía del gran Lo del bazo, cuya función es más física (esguince, lumbago, etc.), con Xu Li, gran Lo del estómago, que tiene una función más psíquica». Este dato es esencial para intervenir en el recurso global de la persona en el marco del método Pyé-Ko Kan-3® de los 106 puntos TM repartidos por todo el cuerpo. También profundizo en estas características.

LAS CARACTERÍSTICAS DE XU LI EN PROFUNDIDAD

El Xu Li es un Lo (vaso) regulador. Garantiza la nutrición del miocardio y de los vasos, y activa el recurso original Zong qi, herencia de los orígenes. El Xu Li es portador de la energía de los ancestros que circula y actúa como un espiral. Constituye un movimiento de elevación en sí mismo que se abre al infinito. Es un encuentro con uno mismo, una ética de lo íntimo más allá del espacio-tiempo hacia una dimensión de apertura denominada por la cultura china «vacío medio», lo que podría traducirse como el silencio propiamente dicho.

Xu Li sacraliza la identidad del hombre. Como un alambique, destila y transporta a los vasos los mecanismos ancestrales generados. Es portador de energía para todos los meridianos.

En su movimiento ascendente de elevación espiritual, Xu Li anima el corazón. Xu Li, espiral dinámica, como un prisma palpitante que identifica al hombre en evolución a su carne está unido en su alma al Oriente.

El hombre de estructura ternaria respira y se alimenta. Se desarrolla en el movimiento de la vida por los ejes direccionales de los puntos cardinales, y por los ritmos cósmicos y energéticos de las estaciones que generan la vitalidad. Como ya expliqué en mi primer libro, en energética el estómago se describe en un texto extraído del Clásico de las dificultades, del siglo I a.C.: «El bazo y el estómago tienen la función de granero. Generan los cinco sabores». El estómago contiene una energía de animación. Es la fuente principal de producción de sangre y energía para todas las vísceras, constitutiva de la energía ancestral Zong qi.

Xu Li es portador de nuestra huella. Por su movimiento energético ascendente, transporta nuestros ritmos asociados a la alimentación, la respiración, la energía sexual y todas nuestras emociones. En la intimidad del ser, la calidad del aliento de los orígenes Zong Qi, en su movimiento energético ascendente, y el pulso de la sangre son indisociables.

«Cuando se forman la energía y la sangre, las energías Iong y Oé comienzan a circular, los cinco órganos quedan constituidos y el alma se fija al corazón».17

LOS FUNDAMENTOS DE XU LI: LA ENERGÍA Y LA SANGRE

Como ya hemos visto, el Xu Li es un vehículo de energía. Por lo tanto, es necesario tener en cuenta la fisiología energética del organismo tal como la describe la medicina tradicional china. A este respecto, hay que saber que Qi, sangre, jinye y fluidos son las cuatro sustancias coordinadas que conforman el organismo humano. Mediante sus diferentes movimientos interactivos, contribuyen a mantener y conservar la energía vital. El Qi y la sangre tienen una relación de reciprocidad y, según la tradición, «el Qi es el jefe de la sangre y la sangre es la madre del Qi» (Hiria Ottino).

Tres acciones del Qi validan esta observación. Para empezar, «el Qi engendra la sangre». Contribuye a la existencia y la evolución de la sangre desde su formación hasta el final de su existencia. Proporciona la fuerza para la calidad de su naturaleza abundante, incluso frágil, carente o agotada. A continuación, bajo el impulso del Qi, la sangre, de naturaleza Yin y pasiva, circula por el organismo. Riega todas las partes del organismo. Por último, «el Qi absorbe la sangre». Asegura la regulación de su circulación, y previene los derrames y los edemas.

El Qi depende de la sangre y de los jinye, que también son de naturaleza Yin. La sangre y los jinye claros son nutritivos, y se difunden entre los músculos y la piel. Aportan hidratación, calor y flexibilidad a los tejidos. Los fluidos turbios, densos y pegajosos se propagan por las fibras o los tejidos conjuntivos de las articulaciones, entre el cerebro y la cavidad craneal, y cerca de los orificios del cuerpo.

La sangre, fluido rojo, es una de las cuatro sustancias constitutivas del cuerpo humano. Circula por los vasos sanguíneos (xue fu), también llamados «la morada de la sangre». Mediante la acción conjunta del bazo y el estómago, a partir de los nutrientes ingeridos, se nutre la sangre. Bajo el gobierno del corazón, el bazo controla la sangre y su circulación por los vasos. La sangre irriga y nutre los zangfu y los tejidos orgánicos. El bazo controla la sangre y su circulación por los vasos. La sangre, almacenada y conservada en el hígado, que regula su volumen, circula de forma satisfactoria si la temperatura es regular. Los pulmones, que dominan el qi, ayudan a la sangre a converger hacia los vasos. La coordinación de la energía y de la sangre se garantiza mediante los órganos zang u órganos tesoro: hígado, riñón, bazo, pulmones y corazón.

En el tratado Opiniones de los habitantes de la ciudad virtuosa, el filósofo Al Farabi (872-950)18 se refiere al corazón como «el “centinela y la ciudadela” del corazón». Lo define como «causa primera de la formación del conjunto de los órganos del cuerpo y de la sangre de cada uno de ellos en la jerarquía de las funciones orgánicas, de ahí la afirmación de su función de potencia protectora».

EL CORAZÓN, PUNTO DE UNIÓN DE LOS CUATRO PUNTOS CARDINALES

El corazón, órgano zang tesoro y soberano, contiene todos los Shen, energías del cielo, asociados a la consciencia por su potencialidad espiritual que engendra la distribución de las energías psíquicas.

El ritmo de nuestro corazón es el ritmo de nuestra vida. Nuestro cuerpo, habitado por el aliento, por su naturaleza ancestral, es animado por sus experiencias y por sus movimientos de vida. La intención sostiene la acción de cada uno para la búsqueda de la armonía. Es un ballet constante, por no decir inconstante, que se desarrolla mediante la vibración del espíritu en la consciencia de nuestro corazón.

En su relación con los cuatro puntos cardinales, el corazón se convierte en el 5.º elemento, la quintaesencia. Es punto de unión, animado por los ritmos de las estaciones. Los órganos (hígado, bazo, riñón, corazón y pulmón) están animados por sus propias entidades psíquicas, gobernadas por los Shen.

François Jullien19 escribió: «La “quintaesencia” (jing), el “soplo” (qi) y lo “espiritual” (shen) son los “tres tesoros” o los tres estadios por los cuales se transforma y se desarrolla la personalidad; el soplo representa así el elemento mediano de esta transmutación». Los cinco sabores o gustos se asocian a las estaciones en la MTC. Un proverbio de la tradición popular francesa dice además: «Si no quieres sentirte mal, en el estómago un jardín has de llevar».20 Nos cuenta el propósito del gusto y da sentido a nuestra dinámica de prevención para la vitalidad. Xu Li, el gran Lo del estómago, activador de la bomba cardíaca, impulsa el flujo fundamental para alimentar el alma en relación con el universo, tanto el del hombre como el del alma. Esta metáfora entre el estómago, órgano físico, y el gusto «de vivir» encuentra una explicación en la referencia del eje vertical cenit-nadir (sur-norte) y en Xu Li, cuya energía es esencial para provocar la detonación de un aliento de alivio en el que me apoyo en mi práctica de tratamiento. Por lo tanto, se podría ver como el sexto «cuerpo energético» en la referencia del alma.

TRABAJOS DE REFERENCIA

Para confirmar este enfoque, consulté las investigaciones de médicos y médicos acupuntores. En un congreso en Nantes21 sobre el tema «Semiología neuropsiquiátrica del meridiano del estómago», se recordó el punto siguiente: «La observación milenaria de los primeros trastornos cuyas consecuencias serían algún tipo de desorden en el organismo permitió a los antiguos chinos precisar la relación entre la psique y el funcionamiento de cada órgano». Estas palabras hacen referencia al trabajo de G. Soulié de Morant. En este congreso también se precisaron las estrechas relaciones funcionales que existen entre el estómago y el corazón. Podríamos citar las antiguas obras ancestrales Su Wen 49 y LingShu 11. En la primera se indica que «el yang ming se ramifica al corazón» (yangmingluoshuyuxin). En el segundo, que trata básicamente sobre los meridianos distintivos, se explica que «el principal de zuyangming llega a la cara interna del muslo, circula al interior del abdomen, se une al estómago, se extiende por el bazo y sube para comunicarse con el corazón...». En este mismo congreso de profesionales se demostró que los trastornos neuropsíquicos y neurosensoriales pueden aparecer cuando llega al meridiano del estómago, corolario de la función principal del corazón, que es gobernar el espíritu.

Por otro lado, el doctor Bernard de Wurstemberger22 cita el importante aporte del estómago, receptáculo de las esencias y de los ritmos del universo, a los latidos del corazón. «Cardia, en griego, se aplica tanto al corazón como al estómago. Xu Li es, por lo tanto, el origen de la potencia de la animación de todos los vasos y de todos los meridianos».

La lectura del libro del doctor J. Choain, obra filosófica y científica, enriqueció mi reflexión inicial. Yo estaba especialmente interesada en desarrollar su investigación científica sobre la función circulatoria, en el reflejo de la vida y del movimiento. En este documento, el esquema del doctor Thorris Van Borre coloca el aparato circulatorio en el centro del pentagrama, núcleo de otros cuatro aparatos, uniendo así las funciones de relación y de nutrición. A este respecto, el doctor Jean Choain23 explica que «bajo el ángulo de la permanencia de la forma, es el bazo el que se ocupa del centro y del ápice. Bajo el ángulo de la relación entre formas, lo que llamamos reactividad, el corazón ocupa este lugar». Explica esta dinámica en los siguientes términos: «el ritmo está en el corazón de la forma, la forma en el corazón del soplo, el soplo en el corazón del Oriente, el Oriente en el corazón del movimiento y el movimiento en el corazón del ritmo».

XU LI O LA UNIDAD DEL HOMBRE

Estos aportes convergen hacia la unidad del hombre, nutrido por el aliento del cielo y llevado por el soplo de la tierra. Ciertos puntos TM establecen una relación entre el estómago y el corazón, y se observan en el marco del método Pyé-Ko Kan-3® en el conjunto del cuerpo. Entre estos puntos TM, algunos son Shu. Se expresan según la relación Yin y Yang por la relación sangre-energía. Algunos son puntos estacionales de regulación energética situados en los doce meridianos. Armonizan las energías hereditarias y nutricionales, la regulación energética y la tranquilidad. Se pueden leer las particularidades de los puntos Shu: «La energía del cielo penetra en el mundo corporal a través de los puntos Shu»24.

Tras todo lo aprendido, me di cuenta de la importancia de los datos que nos aporta la medicina tradicional china y del papel crucial de Xu Li, que es uno de los elementos esenciales para el método Pyé-Ko Kan-3®. Además, esta energía del corazón insufla una dinámica a toda la organización de la circulación de los puntos TM que no paro de escuchar en mi práctica profesional diaria.

Mediante mis sensaciones manuales, soy capaz de medir la estrecha relación con el potencial energético de la persona. Para ello, sondeo todos los puntos TM del cuerpo mediante una palpación neutra y ligera y, sobre todo, realizo una observación táctil en conjunto de todo el trayecto global del vector Xu Li. La persona, en contacto con ella misma en lo más profundo de su ser, percibe el tiempo como suspendido, un eco de paz, una pulsación en la profundidad y la riqueza de su silencio interior, ese del vacío medio del corazón. Su inspiración y su espiración reguladas se asientan, y nutren su cuerpo y su espíritu.

Por consiguiente, el control del Xu Li es esencial para el método PyéKo Kan-3®, y en la formación debe ser objeto de un aprendizaje teórico y práctico profundo.

Tratamiento del dolor en los 106 puntos tendinomusculares™ (Color) Flossing

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