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ARÍSTIDES
SINOPSIS
1. Destierro de Arístides. — 2. Vida política y actividad militar. —3. El tesoro de Delos. Muerte de Arístides. Su cualidad más importante, su desinterés.
Destierro de Arístides
Arístides 75 , hijo de Lisímaco, ateniense, [1 ] era casi de la misma edad que Temístocles, por lo que luchó con él por la primacía 76 , lo que originó una rivalidad mutua.
La historia de éstos da idea de la preeminencia de [2] la elocuencia sobre la virtud. Pues, aunque Arístides sobresalía por su moderación tanto que, según la historia, al menos la que nosotros hemos oído contar, sólo él mereció el sobrenombre de Justo 77 , sin embargo, desacreditado por Temístocles, fue condenado por obra [3] del voto popular al destierro de diez años. Él, al advertir que no era posible reprimir el furor de la multitud, y habiendo notado, al apartarse de la muchedumbre, que alguien escribía 78 (su voto) para que se le desterrara, se dice que le preguntó por qué hacía aquello o qué delito había cometido Arístides para que se le juzgara [4] merecedor de castigo tan considerable. Aquel sujeto le respondió que no sabía quién era Arístides, pero que, a pesar de ello, le resultaba desagradable el que se hubiese esforzado con tanta avidez porque se le llamara Justo por encima de los demás.
[5] Arístides no cumplió en su totalidad la pena de diez años impuesta por la ley, pues cuando Jerjes bajó (para atacar) a Grecia, a poco de cinco años de su destierro, en virtud de un decreto popular 79 se le permitió volver a su patria.
Vida política y actividad militar
[2 ] Tomó parte en la batalla naval de Salamina, a pesar de que ésta tuvo lugar antes de que se viera libre del ostracismo . También fue general de los atenienses en Platea durante la batalla en la que Mardonio fue vencido y pasado a cuchillo el ejército bárbaro. No existe ningún 80 otro hecho relevante [2] en su carrera militar sino el recuerdo de dicho generalato, mas sí muchos (que hablan) de su justicia, equidad e integridad; por encima de todos el hecho de que gracias a su equidad 81 , cuando formaba parte de la flota confederada griega junto con Pausanias, durante cuyo caudillaje se había puesto en fuga a Mardonio, consiguió que el dominio del mar pasara de Lacedemonia a Atenas. Pues hasta entonces el dominio tanto del [3] mar como de tierra había estado en manos de los espartanos 82 , pero, por un lado la intemperancia de Pausanias, y por otro la justicia de Arístides, hizo que casi todas las ciudades-estado de Grecia se aliaran con Atenas y eligiesen de entre los atenienses a sus generales (para luchar) contra los bárbaros.
El tesoro de Delos. Muerte de Arístides
Para mejor repeler la agresión de [3 ] los bárbaros en caso de que intentaran renovar la guerra, fue elegido Arístides a fin de que determinara cuánto dinero se requería, y qué ciudad debería darlo, para armar la flota y organizar el ejército y, según su estimación, reuniéronse cada año en Delos cuatrocientos sesenta talentos 83 ; decidieron que este dinero constituyera el tesoro de la confederación. Toda esta cantidad fue llevada más tarde a Atenas.
[2] No hay prueba más segura de su desinterés que el hecho de que, habiendo estado, como estuvo, al frente de asuntos de tan gran importancia, muriera 84 en medio de una pobreza tan grande que apenas dejó (lo suficiente) [3] para que se le enterrara. Por eso sus hijas vivieron también del dinero del Estado y a la hora de contraer matrimonio sus dotes se sacaron del erario público.
Murió a poco de los cuatro años de haber sido desterrado de Atenas Temístocles.
75 Oriundo de la tribu antióquide y miembro de la curia alopecense, en Alopece, ciudad ática, a escasa distancia de Atenas, célebre por ser también la patria de Sócrates.
76 La enemistad entre ambos, según Aristón de Quíos, partió de ciertos amores que ambos tenían con Estesilao, también de Quíos, enemistad que en la vida pública se tradujo en competencia política, ya que Arístides era del partido aristocrático y Temístocles demócrata. Cf. PLUT ., Arístides 2.
77 Según los múltiples testimonios de autores griegos y latinos la justicia de Arístides debió de ser proverbial.
78 Plutarco (VII) narra la anécdota más pintorescamente y cuenta que un campesino analfabeto entregó la concha o tablilla a Arístides para que le escribiera el nombre del propio Arístides, a quien lógicamente no debería conocer. Arístides, sorprendido, le preguntó si el tal Arístides le había hecho algún agravio. «Ninguno», respondió el analfabeto, «pero estoy harto de oír que le llaman el Justo».
79 Nepote traduce el término griego psḗphisma por populi scito , versión que parece correcta, aplicando la terminología legal romana. En Roma los decretos eran de tres tipos: los senadoconsultos, promulgados por el senado, los dados por los plebeyos (plebiscitum) y los que emanaban del pueblo entero (populiiussum) .
80 Olvida el autor la extraordinaria conducta de Arístides en Maratón, conducta elogiada por Plutarco.
81 El término usado por Nepote, innocentia , equivale a integridad o desinterés. Cf. SALUST ., Catil . 57; CIC ., Verr . I 4.
82 La expresión mari et terra duces erant Lacedemonii podría igualmente interpretarse, teniendo en cuenta lo que sigue, en el sentido de que los que hasta entonces habían estado al mando de los ejércitos habían sido siempre los espartanos: en efecto, en Salamina lo había sido Euribíades; en Platea, Pausanias, y en Micala, Leotícides.
83 Moneda que en Atenas valía 60 minas o veinticuatro mil sestercios en Roma; en pesetas unos 3.000.000 (1978).
84 Crátero de Macedonia, historiador del siglo III a. C., refiere que Arístides fue acusado por Diofanto, de la tribu anfitrópide, de haber recibido prebendas de los jonios y, habiendo sido multado con cincuenta talentos, al no poderlos pagar, se retiró a Jonia, donde murió. Pero Plutarco (ARÍST . XXVII) habla de su sepulcro en Falero, puerto de Atenas, y que había sido construido por el pueblo por no haber dejado ni siquiera con qué enterrársele.