Читать книгу Ahora me toca a mí - Daniel Posternak - Страница 12

Оглавление

CAPÍTULO 4


Abracadabra: armemos un equipo en un día


Cuando estudiaba en la universidad, aprendí el concepto de pensamiento mágico. Se trata de un proceso por el cual los niños mezclan realidad y fantasía, y creen que las cosas se pueden solucionar “mágicamente”. Lo que nunca imaginé es que algunos gerentes generales o directores piensan que los consultores somos magos y que en un solo día es posible solucionar los problemas de sus equipos.

Numerosas veces recibí el siguiente pedido: “Daniel, necesito que hagamos un team building para alinear a mi equipo” o “para que mis reportes dejen de pelearse”. Frente a esto, mi respuesta es siempre la misma: “Eso no te sirve, vas a tirar tu dinero”. ¡Ups…! Ahí se sorprenden: a nadie le gusta desperdiciar sus recursos económicos. Los encuentros de un día son muy divertidos pero funcionan como las dietas que se empiezan en Año Nuevo: duran hasta Reyes. Léase: nada.

Cuando recibo ese planteo, les pregunto:

 ¿Por qué querés hacer un team building?

 ¿Qué es lo que está pasando? ¿Cuál es el problema?

 ¿Qué es lo que no está funcionando?

 ¿En qué se puede advertir el impacto de este problema?

Si dividimos las respuestas en dos categorías, donde la primera son problemas entre las personas, y la segunda, problemas de negocios o técnicos, veremos que el 80% de las respuestas corresponde a la primera categoría. Aquí es posible aplicar la siguiente frase:

Personas que coordinan acciones sin estándares compartidos, y cada una se cree dueña de la verdad, es una magnífica receta para el fracaso.

Una vez que los líderes toman conciencia de los problemas que tienen, entienden que la solución no es cosa de un día. Los equipos son como las plantas: necesitan tiempo y cuidado para crecer, desarrollarse, florecer y dar frutos. Entonces, la respuesta al pedido es simple: “Hagamos un proceso. Invirtamos tiempo y dinero en serio para lograr que tus reportes funcionen como un equipo”.

Tomemos como ejemplo el proceso de crecimiento de la caña de bambú. Si hacés una búsqueda en Internet, podés encontrar algo como esto: “No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego constante”. También es obvio que quien cultiva la tierra no se para, impaciente, frente a la semilla sembrada y le grita: “¡Vamos, crecé de una vez!”.

Sucede algo muy curioso con el bambú japonés que lo transforma en no apto para personas impacientes. Sembrás la semilla, la regás, la abonás y la cuidás. Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad, no se advierte ningún cambio durante los primeros siete años, a tal punto que un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas estériles. Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas, la planta de bambú crece más de treinta metros. ¿Tardó sólo seis semanas en crecer? No. Le llevó siete años y seis semanas desarrollarse. Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento exponencial que luego tendría.

En la vida cotidiana, muchas veces queremos encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados, sin entender que el éxito es simplemente el resultado del crecimiento interno, y que este requiere tiempo. Con los equipos sucede igual. Pero, por suerte, ese proceso no demora siete años.

No hay ascensor hacia el éxito: hay que usar la escalera

Para reforzar lo que te contaba acerca de que el 80% de las respuestas son sobre temas de relaciones humanas, quiero listarte las expectativas expresadas por los miembros de un equipo regional al comienzo de una reunión de dos días de trabajo. Cuando facilito un off site (una reunión presencial fuera de la oficina), siempre les pregunto qué les gustaría que pase en los dos días para irse contentos. A continuación, algunas respuestas:

 hablar con transparencia

 salir más unidos

 intercambiar ideas

 incrementar la comunicación entre nosotros

 alinearnos en la estrategia

 aprender

 construir equipo

 fortalecernos

 conocer a los nuevos miembros

 disfrutar

 participar con humildad

 ser autocríticos

 desarrollar la confianza

 agregar valor

 hacer una pausa

 divertirnos

 escucharnos

 aportar y recibir

 planear qué vamos hacer este año

 fortalecer nuestra imagen como equipo hacia el resto de la empresa

Hay veinte comentarios. ¿Cuántos de ellos son sobre negocios o técnicos? Sólo dos: alinearnos en la estrategia y planear qué vamos hacer este año.

Somos seres humanos relacionándonos, y ningún negocio funcionará de manera sostenible en el tiempo sin ocuparnos del bienestar de las personas.

Ahora me toca a mí

Подняться наверх