Читать книгу Caminando Hacia El Océano - Domenico Scialla - Страница 18

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14.

En Finisterre, al bajarnos del autobús, se nos acerca Diego, un treintañero de piel aceitunada y pelo negro rizado. Sugiere que vayamos y nos quedemos en el hotel de su hermano Víctor, entregándonos un volante con fotos y no dudamos demasiado en decidir quedarnos allí dos noches.

Una pareja de Milán que está en nuestro hotel y ha hecho todo el Camino desde León, nos recuerda que el partido de Champions League Barcelona-Inter está a punto de empezar y al cabo de un rato nos encontramos junto a ellos y a un grupo de españoles, entre ellos Diego. y Víctor, en la gran sala de la planta baja con una pantalla gigante.

El Inter elimina al Barcelona y lamento mucho ver tanta decepción en los rostros de los españoles. Diego, con la mirada baja, casi llorando y con la mano en el pecho, dice: «Fue un gol, fue un gol, no tomó el balón con el brazo, sino con el pecho» refiriéndose a un gol. no validado por su equipo. Los españoles se preocuparon mucho por este partido.

Caminando Hacia El Océano

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