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CUADRO I

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Religiosas del convento Santa María Magdalena de Valencia (25-IV-1611) 4

DE CORO (41) Sor Isabel Stanya, priora; Sor Leonor Carrós, subpriora; Sor Jerónima Perelló; Sor Jerónima Ros; Sor María Gamir; Sor Magdalena Marquesa Alpont; Sor Magdalena Pons; Sor Julia Salvador; Sor Jerónima Boria; Sor Francisca Centelles; Sor Bernardina Palafox; Sor Candia Gamir; Sor Mariana Stanya; Sor Ana María Salvador; Sor Dorotea Perelló; Sor Mencía Marrades; Sor Ángela Tárrega; Sor Rafaela Pastoret; Sor Luisa Bengochea; Sor Francisca Tárrega y Cerdá; Sor Agnés Vich; Sor Paula Sanchis; Sor Brianda Alpont Menor; Sor Isabel Ana Alfonso; Sor Tomasa Moret; Sor Luisa Castellví; Sor María Calatayud; Sor Marquesa Vives de Canyamás; Sor Isabel Boyl; Sor Rafaela Ferri; Sor Crispina Fuster; Sor Serafina Valenciano; Sor María Fe Capdevila; Sor Marcela Pérez; Sor Ana María De Deu; Sor Paula Montoya; Sor Isabel Adrián y de Tárrega; Sor Josefa Bellvis; Sor Luisa Gil; Sor Teodora Tárrega; Sor Vicenta Vallebrera
DE OBEDIENCIA (18) Sor Violante Gavarda; Sor Magdalena Castillo; Sor Isabel Juan Bertomeu; Sor Hipólita Castillo; Sor Valera Tibona; Sor Ana Cantó; Sor Isabel Juan Blaya; Sor Catarina Ferrandis; Sor Hipólita Vicenta Grenyens; Sor Magdalena Royo; Sor Isabet Juan Ricolf; Sor Agustina Aloya; Sor Joaquina Tibona; Sor Andrea Gonçáles; Sor Juana Torres; Sor Lucía Loçano; Sor Beatriz Sanchis; Sor Buenaventura Roissa.
NOVICIAS (7) Sor Mauricia Gamir; Sor Jerónima Figuerola; Sor Luisa García; Sor Vicenta Vallebrera; Sor Merenciana Gamir; Sor Isabel Juan Assío; Sor Jerónima Mariana Aloya Inglés

Fuente: ARCSCS. Fondo Magdalenas. Libro antiguo de la fundación y privilegios..., Estas son las monjas que hoy viven en Santa María Madalena de Valencia, que contamos 25 de abril 1611, s. f.


Nuevos establecimientos femeninos dominicanos fundados a partir del convento de Santa María Magdalena. Libro antiguo de la fundación y privilegios del convento de Santa María Madalena y ingresos de religiosas. Archivo del Real Convento de Santa Catalina de Siena. Valencia.

Haríanse partícipes así las dominicas valencianas de la febril expansión conventual operada desde las últimas décadas de la pasada centuria, que colmaría de claustros la Monarquía Hispánica hasta contabilizarse más de tres mil establecimientos de este tipo en las postrimerías de la época moderna, pese a las críticas unánimes de arbitristas y escritores de economía política contra las repercusiones de tal exceso y el rechazo habitual de los principales afectados por los nuevos establecimientos.5 El mismísimo confesor regio fray Luis Aliaga, autoridad indiscutible en el orbe dominicano coetáneo, se había pronunciado contra este fenómeno en 1610, reivindicando al menos un equilibrio entre las fundaciones religiosas masculinas y las femeninas:

Estando España tan falta de hombres y tan llena de mugeres, me pareçe que es tiempo de ampliar los recogimientos de las mugeres, y de no ampliar los de los hombres para que entren al estado eclesiástico. Y pluguiera a Dios que tantos monasterios como ay de frayles se mudaran menos y las religiones tanbién, que más ganarán las almas de todos, assí religiosos como seglares. Y tratar desto sería gran servicio de Dios.6

Sus hermanas magdalenas tomaron la palabra al confesor, y con el impulso de sor Bernardina Palafox y su noble familia emprendieron la creación del primero de los conventos aludidos, llamado de San José.7 Cuarta hija del virrey de Cerdeña de este apellido,8 la madre Palafox había llegado a la vida consagrada por medio de sus tías sor Catarina de Castro y sor Esperanza Palafox, monjas también de Santa María Magdalena de Valencia. El 2 de enero de 1575, a la edad de trece años, vistió el hábito religioso.9 Hubo de pasar todavía un cuadrienio para profesar el 20 de junio, a la edad de diecisiete años. Otros seis «la pulió el diestro y sabio arquitecto san Luis Bertrán», del que aprendió a exhortar «a quantas veía al cumplimiento de los divinos preceptos, a huir de los halagos del siglo, desprenderse de los humanos afectos, romper los lazos de los vicios y amar incesantemente a Dios».10 Convertida en maestra de novicias, reclutaría entre ellas a algunas de las más duchas, como sor Jerónima Rafaela Pastoret11 y sor Tomasa Moret.12 Y las llevó consigo hasta la villa aragonesa de Ariza, de la que era marqués su hermano don Francisco de Palafox, para levantar un cenobio dedicado al Patriarca San José. El 21 de julio de 1611, con las preceptivas patentes del provincial de Aragón fray Rafael Rifoz, se posesionaba de varias casas habilitadas para la ocasión, recibiendo el hábito religioso su pariente doña Florencia de Urrea y otras dos mujeres, de nombre sor Cecilia Ximeno Ladrón, sor Rafaela Balaguer y sor Felipa Cabañes, que junto a las referidas sor Jerónima y sor Úrsula –como subpriora la primera y maestra de novicias la segunda– constituirían la nueva comunidad dominicana.13 Desde ese día,

... se dixeron las horas canónicas a su tiempo, siendo puntualíssima la asistencia en el coro y en la celebración del oficio divino; la oración muy continua, y con devoción fervorosa; la custodia de la regla y constituciones nimia. Ceremonias, ayunos, mortificación y demás exercicios, que abrigan el calor de los fervores del espíritu, eran delicias de las nuevas hijas. No quisieron que se abriessen rejas ni locutorios, negándose a todo comercio humano para que no se les embarazasse el divino. Sólo tenían un rallo espeso y muy obscuro por donde despachavan con brevedad lo que ocurría muy precisso, que a lo demás estavan negadas con gran denuedo.14

La muerte del marqués de Ariza y su controvertida sucesión, no obstante, frustraron el remate de esta primera fundación, que hubo de buscar otro lugar para instalarse de la mano de un segundo hermano de la madre Palafox, don José, canónigo de la seo de Zaragoza y pronto obispo de Jaca.15 En noviembre de 1616 las magdalenas valencianas se establecían en Calatayud –donde los hijos de santo Domingo llevaban afincados desde mediados del siglo XIII–16 con el beneplácito de las autoridades locales.17 La traslación fue aprobada por el capítulo general dominicano de Lisboa, celebrado en 1618,18 y el provincial valentino de 1621.19 Pese a todo, la fábrica conventual no quedaría concluida hasta cuatro años más tarde. Para entonces la comunidad de San José ya habría iniciado su andadura bajo las órdenes de la priora sor Bernardina Palafox, fallecida en breve:

... planteó la más fervorosa y puntual observancia de nuestras santas leyes y constituciones, asistencia en el coro indispensable, sin permitir visita alguna en ese tiempo. No quiso se abriesse sino una sola reja y ésta estrecha y obscura, en la qual no se recibían visitas, sino de solas las madres y deudas muy cercanas de las religiosas, y esso con poca freqüencia. Para que éstas se escusassen con más facilidad, dispuso saliessen con los velos sobre el rostro quando era indispensable salir a tratar algún negocio.20

Menos complicados resultaron los orígenes de las fundaciones de Santa Lucía de Orihuela y Santa Catalina de Siena de Perpiñán, erigidas como la anterior a partir de Santa María Magdalena. Ambos establecimientos tendrían en sor Magdalena Pons a su promotora. Hija del regente de la Real Audiencia valenciana y más tarde del Consejo de Aragón don Martín Pons de Castellví,21 había llegado con catorce años de edad al convento de las magdalenas por consejo de san Luis Bertrán. Allí profesó en 1567, vistió el hábito doce meses después22 y reanudó su trato con el padre Bertrán, vuelto de las Indias.23 Escrupulosa de la observancia, la madre Pons confirió mucho sobre la materia con fray Luis, hasta la muerte de éste. Desde entonces,

... no pudiendo contenerse en la estrechez de su casa, anduvo meditando cómo adelantarle al Señor los obsequios, multiplicándole las esposas. Para ello, confirió con otras religiosas de remontado espíritu, que eran espejos tersos de la más exacta observancia en este real convento, y acordaron la fundación de un nuevo monasterio, donde con más rígida puntualidad se observassen sus santas constituciones.24

Eran las tales monjas sor Juana Pons y Milá,25 las hermanas sor Beatriz y sor Francisca Martí26 y sor Leonor Carroz,27 todas ellas, junto a sor Magdalena, muy apreciadas por el dominico fray Andrés Balaguer, prior de los conventos de Sant Mateu, Ontinyent y Valencia, vicario general de la Provincia de Aragón, obispo de Albarracín desde 1602 y de Orihuela a partir de 1605.28 Este prelado de la escuela bertraniana llevó a las cinco monjas hasta la diócesis orcelitana para levantar el convento de Santa Lucía a partir de una fundación previa de terciarias, a la que los frailes blanquinegros de San Pedro Mártir habían cedido varios espacios con el propósito de erigir un cenobio.29

Como superiora de Santa Lucía de Orihuela permanecería sor Magdalena Pons hasta 1612, en que fue requerida para pilotar otra empresa fundacional en el sur de Francia. Allí se trasladó junto a sor Juana y sor Leonor, dejando a las hermanas Martí al frente de Santa Lucía, en calidad de priora a sor Beatriz y de maestra de novicias a sor Francisca.30

En Santa Catalina de Siena de Perpiñán no debieron de marchar las cosas todo lo bien que se esperaba. «Embidioso el Demonio de que allí se le levantava un fortín, desde el qual avían de trastornarle sus tartáreos reynos, aplicó todos sus conatos para embarazarlo».31 Cualesquiera que fuesen los estorbos que amargaron a las fundadoras, concluyeron durante el priorato de la última superviviente, la madre Carroz, que «ya bien radicadas aquellas plantas en la perfección y observancia», solicitó a las autoridades de la orden regresar a Valencia para morir en 1658 entre los muros de Santa María Magdalena, algo convulsos desde hacía un tiempo.32

1. E. Martínez Ruiz (dir.), El peso de la Iglesia. Cuatro siglos de órdenes religiosas en España, Madrid, 2004, p. 279.

2. El modelo teórico, aplicado a las religiosas dominicas aragonesas, es resumido por A. Esponera Cerdán, Las dominicas de Albarracín. 337 años de fidelidad y presencia en la ciudad, Albarracín, 1998, pp. 40-44.

3. E. Catalán Martínez, «La aventura de fundar. La versión heroica de las crónicas religiosas», en A. Atienza López (ed.), Iglesia memorable. Crónicas, historias, escritos... a la mayor gloria, Madrid, 2012, pp. 231-250.

4. Dos religiosas más sumaba un informe fechado el 17 de agosto de 1597. BUV. Ms. 79 (49).

5. A. Atienza López, Tiempos de conventos. Una historia social de las fundaciones en la España moderna, Madrid, 2008.

6. BNE. Ms. 1923, ff. 238-239. Véase E. Callado Estela, «Un testimonio inédito contra la expansión conventual en la España de Felipe III» (en prensa).

7. El padre presentado fray Juan Bautista Villalba escribió un libro sobre la fundación de este cenobio, «donde están las vidas de las tres fundadoras y memorias de algunas religiosas de singular espíritu; remitiole a este real convento de Santa María Madalena, el qual hemos visto y desfrutado», anotó V. Beaumont de Navarra, Compendio histórico del real convento de Santa María Madalena..., op. cit., Nota de la calificación de los monumentos de que se ha formado este compendio, s. p.

8. J. Mateu Ibars, Los virreyes de Cerdeña: fuentes para su estudio, Padua, 1964.

9. «[...]havia donat son pare, dos dies abans, cent lliures en contants per a la cera, pitansa y ahines per a la comunitat y hes era obligat, rebent lo acte Lloís Nicholau Vaziero de donar abans de la professió cinc-centes lliures en contants per lo dot. Y en lo entretants, lo interés de aquelles, çò és trenta-tres lliures, sis sous y huit cada anys, la mitat al principi y la altra mitat al fi del mich anys». ARCSCS. Fondo Magdalenas. Libro antiguo de la fundación y privilegios... Religioses y dots de aquelles, ff. 37v bis-38 bis.

10. V. Beaumont de Navarra, Compendio histórico del real convento de Santa María Madalena..., op. cit., p. 126.

11. Valenciana y bautizada en San Juan del Mercado, junto a Dorotea Perelló «foren rebudes a 6 de febrer 1583; portà cada una en dot cinch-centes lliures y cent lliures més cada una per a la pitança, cera y roba del convent, sent priora sor Mònica Antist segon trieni... Sor Raphaela Pastoret féu professió y prengué lo vel a 8 de abril 1587, sent priora [la mare] sor Angèlica Blasco. Portà per a la pitança trenta lliures.». ARCSCS. Fondo Magdalenas. Libro antiguo de la fundación y privilegios... Religioses y dots de aquelles, f. 39bis. El 25 de enero de 1652 moriría. V. Beaumont de Navarra, Compendio histórico del real convento de Santa María Madalena..., op. cit., p. 174.

12. Hija de Tomás Moret y Vicenta Pelagia, había nacido en Valencia en 1570, dándosele el bautismo en la parroquia de Santa Catalina Mártir. «Fon rebuda a 11 de nohembre 1594. Portà en dot sis-centes lliures y cent lliures més per a pitança, sera y roba del convent, sent priora sor Catherina de Castro primer trieni. Féu professió y prengué lo vel a 6 de giner 1595». ARCSCS. Fondo Magdalenas. Libro antiguo de la fundación y privilegios... Religioses y dots de aquelles, f. 40v bis. De ella escribiría el padre Beaumont de Navarra que «en todos los [años] que vivió, desde este día hasta su muerte, fue un simulacro de la más insigne perfección, adornado de todos los primores de heroicas virtudes». V. Beaumont de Navarra, Compendio histórico del real convento de Santa María Madalena..., op. cit., pp. 169. Falleció en Calatayud el 13 de agosto de 1621, según el elogio dedicado por el capítulo general de Milán de 1622: «In Provincia Aragoniae, in conventu monialium Sancti Iosephi Calataiubi, soror Thomasa Moret, eximia sanctitate foemina, adventus et quadragesimae tempore necnon in vigiliis b. V. et apostolorum solo pane famem, aqua vero sitim pellebat; orationi assidua, miris aucta est a Christo crucifixo favoribus; tres totos menses gravissimo morbo vexata, ac flammis ureretur, singularis patientiae monumenta dedit». Acta capituli generalis mediolani in conventu Sancti Eustorgii ordinis Praedicatorum celebrati in festo sanctissimae Pentecostes XV maii anno Domini MDCXXII, en M. B. Reichert, Monumenta ordinis Praedicatorum. Acta capitulorum generalium VI, Roma, 1902, p. 351. El posterior capítulo tolosano de 1628 volvería a expresarse en términos similares: «Calataiubi in monasterio Sancti Iosephi soror Thomasa Moret, corpore licet tota vita infiirmo, poenitentiae tamen operibus vacabat; ante mortem vero tres toto menses morbo conflictata mirae patientiae documenta reliquit». Acta capituli Tolosae in conventu Sancti Thomae Aquinatis ordinis Praedicatorum celebrati in festo Pentecostes XI iunii MDCXXVIII, en ibíd., p. 378.

13. V. Beaumont de Navarra, Compendio histórico del real convento de Santa María Madalena.., op. cit., p. 152. La fundación fue admitida por el capítulo general de la orden reunido aquel año en París: «Acceptamus conventum monialium sub invocationis beati Ioseph in villa de Eriza fundatum a nobili et religioso don Iosepho de Palafoix, capellano regis catholici, canonico magistrali ecclesiae Caesaraugustanae, damusque eidem conventui in priorissam religiosam sororem Bernardinam de Palafoix». Acta capituli generalis Parisiis in conventu Sancti Iacobi ordinis Praedicatorum celebrati in festo Sanctissimae Pentecostes XXII maii anno MDCXI, en M. B. Reichert, Monumenta ordinis Praedicatorum historica. Acta capitulorum generalium VI..., op. cit., p. 156.

14. V. Beaumont de Navarra, Compendio histórico del real convento de Santa María Madalena..., op. cit., p. 152.

15. D. Buesa Conde, «Episcopologio de Jaca», Aragonia Sacra. Revista de Investigación, 16-17 (2001-2003), pp. 89-129.

16. En el convento de San Pedro Mártir, fundado en 1251 bajo la protección de Jaime I y elevado a la categoría de Universidad por el capítulo general de la orden celebrado en Roma en 1580. A. Collell, «Ayer de la Provincia dominicana», Analecta Sacra Tarraconensia, XXXIX (1968), p. 232.

17. V. Beaumont de Navarra, Compendio histórico del real convento de Santa María Madalena..., op. cit., pp. 158-159.

18. «Acceptamus conventum monialium Calataiubii, fundatum a perillustri don Iosepho de Palafox, catholici regis capellaneo et ecclesiae Caesaraugustanae canonico, cum pactis et conditionibus inter ipsum et Provinciam Aragoniae initis, admittentes eundem dominum fundatorem, tamquam ordinis nostri singularem benefactorem, in vita pariter et in morte ad participationem omnium bonorum spiritualium totius ordinis nostri». Acta capituli generalis Ulyssipone in conventu Sancti Dominici ordinis Praedicatorum celebrati in festo Sanctissimae Pentecostes III Iunii anno Domini MDCXVIII, en M. B. Reichert, Monumenta ordinis Praedicatorum historica. Acta capitulorum generalium VI..., op. cit., p. 305.

19. Acta capituli provincialis celebrati Valentiae in regio conventu Praedicatorum prima mensis maii anno MDCXXI, Valencia, 1621, p. 19.

20. V. Beaumont de Navarra, Compendio histórico del real convento de Santa María Madalena..., op. cit., p. 160. A su muerte, acaecida el 31 de diciembre de 1621, se organizaron unos sonados funerales. J. Vallejo, Sermón fúnebre predicado en las honras de la madre sor Bernardina de Palafox, Zaragoza, 1622, s. p. De ella se hizo eco el ya citado capítulo general de Milán reunido un año después. «In eodem monasterio obiit soror Bernardina de Palafox, ipsius monasterii fundatrix, quae nunquam lecto nisi aegra cubavit; quod semel induit, nunquam mutavit indumentum, suis manibus saepius pro necessitate refectum; sacram eucharistiam singulis diebus sanctae Catharinae Senensis exemplo sumebat, tandem gloriosissime obiit». Acta capituli generalis mediolani in conventu Sancti Eustorgii ordinis Praedicatorum celebrati in festo sanctissimae Pentecostes XV maii anno Domini MDCXXII..., en M. B. Reichert, Monumenta ordinis Praedicatorum. Acta capitulorum generalium VI..., op. cit., p. 352. La vinculación de la casa de Ariza con la orden dominicana y sus religiosas magdalenas se prolongaría, no obstante, más allá de la desaparición de sor Bernardina. Así lo prueba el matrimonio que, décadas después, contraerían en la iglesia conventual de Na Rovella doña Teresa de Palafox con un noble valenciano. Concretamente, el 25 de marzo de 1662 «vingué... dona Theresa Palafoix, filla del señor marqués de Arisa, de Çaragosa a València, acompanyada de la sen[y]ora sa mare, son dos chermans y altra sen[y]ora chermana, més chica. Y vingué a casar-se ab don Ximén Pérez Calathaiut, fill primochènit del conte del Real. Y aplegant a la Madalena, dit dia, a migdia, aplegà dit don Ximén ab altres cavallers y el rector de Sent Esteve Cesse, ab orde del senyor arquebisbe, en dit convent los desposà». J. Aierdi, Dietari. Notícies de València i son regne, de 1661 a 1664 i de 1667 a 1679. A cura de V. J. Escartí, Barcelona, 1999, pp. 223-224.

21. T. Canet Aparisi, La Magistratura valenciana (s. XVI-XVII), Valencia, 1990, p. 156, y J. Arrieta Alberdi, El Consejo Supremo de Aragón (1494-1707), Zaragoza, 1994, p. 78.

22. «Portà de dot quatre-centes lliures carregades sobre cases de son pare mossen Martí Pons, per les quals responia vint lliures censals a setze de march». ARCSCS. Fondo Magdalenas. Libro antiguo de la fundación y privilegios... Religioses y dots de aquelles, f. 37bis.

23. V. Beaumont de Navarra, Compendio histórico del real convento de Santa María Madalena.., op. cit., p. 178.

24. Ibíd., p. 179

25. Descendiente de los condes de Albaida y hermana de sor Isabel Pons y Milá, ambas «foren rebudes a 17 de juliol 1582. Portà cada una cinch-centes lliures en dot y cent lliures més cada una per a la pitança, cera y roba per a[l] convent, sent priora sor Mònica Antist. Féu professió y prengué lo vel sor Joanna Pons a 22 de juny 1584. Portà per a la pitança trenta lliures. Y sor Isabet Pons féu professió y prengué lo vel a 24 de juliol 1586, sent priora sor Angèlica Blasco. Portà trenta lliures per a pitança». ARCSCS. Fondo Magdalenas. Libro antiguo de la fundación y privilegios... Religioses y dots de aquelles, f. 39bis.

26. «Foren rebudes a 28 de nohembre 1586; portà cada una en dot sis-centes lliures y cent lliures més cada una per a pitança, cera y roba del convent, sent priora sor Angèlica Blasco tercer trieni. Feren professió y prengueren lo vel estes dos germanes a 12 de maig 1590; portà cada una per a la pitança del vel trenta lliures, sent priora sor Marianna Stayna segon trieni». Ibíd., f. 39vbis.

27. Llamada también Pons, pertenecía al noble linaje de los Carroz. G. Escolano, Década primera de la historia de la insigne y coronada ciudad y reyno de Valencia, Valencia, 1610, lib. 8, cap. 7, pp. 720 y ss. «Fon rebuda a 22 de mars 1586. Portà de dot cinch-centes lliures y cent lliures més per a la pitança, cera y roba del convent, sent priora sor Angèlica Blasco tercer trieni. Féu professió y prengué lo vel a 24 de mars 1590. Portà per a la pitança trenya lliures, sent priora sor Mariana Stayn». ARCSCS. Fondo Magdalenas. Libro antiguo de la fundación y privilegios... Religioses y dots de aquelles, f. 39vbis. Trabajó en la cocina y en la enfermería conventual, y «en la observancia regular se deliciava». V. Beaumont de Navarra, Compendio histórico del real convento de Santa María Madalena..., op. cit., p. 184.

28. M. A. Antón Guillén, «Fray Andrés Balaguer, o. p., obispo de Albarracín y Orihuela (1551-1626)», Escritos del Vedat, xxix (1999), pp. 165-250.

29. J. B. Vilar, Orihuela, una ciudad valenciana en la España Moderna, Alicante, 1981, p. 911. El citado colegio había sido elevado a tal rango, por petición del arzobispo de Valencia don Fernando de Loaces, en el capítulo general dominicano de 1569. Con anterioridad venía funcionando como convento al menos desde 1468. A. Collell, «Ayer de la Provincia dominicana...», op. cit., p. 243. En las actas del capítulo provincial dominicano reunido en 1606 puede leerse la aceptación de esta nueva fundación religiosa femenina: «Acceptamus prioratum etiam conventus monialium Sanctae Luciae civitatis Oriolae». Acta capituli provincialis Valentiae in conventu Praedicatorum celebrati die quintadecima mensis aprilis anni 1606, Valencia, 1606, p. 16. Nada de ella se dice, sin embargo, en los posteriores capítulos generales de la orden de 1609 y 1611.

30. V. Beaumont de Navarra, Compendio histórico del real convento de Santa María Madalena.., op. cit., pp. 182, 194-195 y 200-201.

31. Ibíd., pp. 184-185.

32. Sor Leonor recibió un elogio fúnebre por parte del capítulo provincial de 1661. Según éste, «obiit soror Leonor Carrós, octoginta sex annorum, nobilis genere, sed nobilior sanctitate, et humilitate; ea enim ateneris annis floruit virtute, ut adhuc iuvenis a suis superioribus conventus monialium Oriolae fundatrix eligeretur, et paucis transactis annis conventum de Perpiñán fundavit, quo in munere magnos perpessa est labores, et licetiam his fracta laboribus, in suo conventu existens paenitentiae exercitiis se omnino dedit, servans in omnibus sui ordinis constitutiones». Acta capituli provincialis, celebrati Caesarugustae, in conventu regio Praedicatorum, die septima maii anno Domini 1661, Zaragoza, 1661, p. 24. Junto a la madre Carroz, algunas otras religiosas coetáneas fueron recordadas en aquella ocasión por sus hermanos de hábito. El caso de sor Juana Torres, que «tomó el ábito para monja de la obediencia a 7 de abril 1604, siendo priora la madre sor Margarita Gamir. Traxo de dote cien libras. Yzo profesión a 19 de abril 1605. Murió a 24 de marzo, siendo priora la madre sor Dorotea Fenollet, año 1656». ARCSCS. Fondo Magdalenas. Libro antiguo de la fundación y privilegios... Religioses y dots de aquelles, f. 42 bis. De la madre Torres diría el susodicho capítulo: «obiit soror Ioana Torres, layca sexagenaria, obedientia insignis, penitentia rara, orationi continuo addicta, constitutionum ad unguem observatrix, tandem omnibus virtutibus ea perfectione floruit, ut quae in eia maior existeret facileiudicari non posset». Acta capituli provincialis, celebrati Caesarugustae 1661..., op. cit., pp. 24-25. Y también sor Melchora Aller, que ingresó como religiosa con nueve años, «sent priora la mare sor Estaña a 2 de abril any 1633. Portà de dot set-sentes lliures, més sinquanta del vel i sent de la ingressió any 1633, sent priora la mare sor Estaña segon trieni. Murió a 12 de enero año 1660». ARCSCS. Fondo Magdalenas. Libro antiguo de la fundación y privilegios... Religioses y dots de aquelles, f. 51. En este caso las actas del cónclave blanquinegro rezarían así: «Obiit soror Melchiora Aller, aetatis suae triginta quinque annorum, sed consumata in brevi explevit tempora multa, cum enim aetatis suae septimo anno habitum religionis induiset[?], magna usque ad obitum enituit puritate, charitate. Vigiliis, et orationi maxime dedita, in qua multoties totam noctem ducebat insomnis. Sanctorum ordinis devotissima, praecipue Sanctae Agnetis de Monte Policiano, quam in omnibus imitandam exemplar sibi proposuit». Acta capituli provincialis, celebrati Caesarugustae 1661..., op. cit., p. 24.

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