Читать книгу 60 inventos que nos cambiaron la vida - Emmanuelle Pouydebat - Страница 11
INTRODUCCIÓN Abrir el libro de
la naturaleza
ОглавлениеEstoy convencida de que en este libro se deslumbrarán por las capacidades extraordinarias, para nosotros, los seres humanos, del mundo viviente, es decir, de los animales, los vegetales ¡y hasta las bacterias! Algunas adaptaciones son inconcebibles para nuestro cerebro y constituyen una fuente inagotable para el desarrollo de los transportes terrestres y aéreos, la robótica, lo aeroespacial, la industria, la ecología, los materiales, la arquitectura, las ciencias de la ingeniería, la química, la medicina, etc. Sin contar los nuevos descubrimientos que surgirán, de los que ni siquiera tenemos idea, por desconocimiento de capacidades animales y vegetales aún insospechadas. Déjense convencer, lectores, por esas aptitudes extraordinarias que pueden inspirarnos a los seres humanos para todo. Déjense convencer por las implicaciones posibles para nuestra supervivencia, la de ellos y, sobre todo, para nuestra humildad. Debemos olvidar nuestra arrogancia. Estoy segura de que no mirarán nunca más a los animales y los vegetales como antes.
Desde hace casi 4000 millones de años, los organismos vivos colonizan el planeta. Por medio de mecanismos evolutivos y adaptativos complejos, los animales y los vegetales se han diversificado para sobrevivir en ambientes muy variados bajo presiones específicas. Consecuencia: una gran diversidad de formas y de estrategias adaptativas. El mundo animal es una fuente infinita de inspiración, que evoluciona, se adapta, en ocasiones desaparece, sobrevive también. La naturaleza sabe optimizar. La naturaleza sabe. Posee muchas soluciones, pero muchos más misterios todavía. Debemos descubrirlos antes de que sea demasiado tarde. Descubrirlos para salvarla a ella, con su fauna y su flora. Descubrirlos para salvarnos nosotros, los seres humanos. Nuestra preservación y la de la naturaleza, juntas. Tantos misterios y tanto genio apasionantes y sorprendentes que nos inducen a la humildad y a cuestionarnos como lo habíamos hecho anteriormente. (1)
¿Cómo imaginar que un pájaro pequeño pueda competir con un avión de caza? ¿Cómo imaginar sin la naturaleza materiales irrompibles? ¿Cómo imaginar pegamentos que se adhieren debajo del agua? ¿Cómo inspirarse en la naturaleza para vencer el cáncer o el paludismo? ¿Cómo imaginar miembros amputados que vuelven a crecer? ¿Cómo imaginar sin la naturaleza vivir más y con buena salud? El mundo vivo ha desarrollado estrategias y sistemas increíbles para desplazarse, crear, preservar, optimizar, curar, envejecer e incluso alejar los límites de la muerte. Están incluidos todos los terrenos de aplicación, desde el automóvil hasta la química, pasando por la ecología, la electrónica, la aeronáutica, la robótica, la inteligencia artificial y la medicina. “Copiar al gran libro siempre abierto de la naturaleza”, decía el arquitecto Antoni Gaudí, que se inspiró toda su vida en la naturaleza y es uno de los pioneros de las estructuras bioinspiradas. ¿Pero por cuánto tiempo estará abierto todavía ese libro? Hay que hacer todo lo posible para que no se cierre…
El libro que tienen ustedes entre sus manos pretende mostrar, justamente, que debemos comprender a esa naturaleza para tratar de inspirarnos en ella, para vivir mejor y para preservarla. Como puede verse, trata sobre la biomimesis –enfoque conceptual interdisciplinario que toma como modelo a la naturaleza para responder a los desafíos del desarrollo sostenible (social, ambiental y económico)– y más precisamente de bioinspiración: abordaje creativo basado en la observación de los sistemas biológicos o incluso en la transferencia de conocimientos y principios de estrategias de lo vivo para la concepción innovadora. En 1997, la investigadora estadounidense Janine Benyus (2) escribió que se trata de un “proceso de innovación, que apela a la transferencia y a la adaptación de los principios y las estrategias elaborados por los organismos vivos y los ecosistemas, con el objeto de producir bienes y servicios de manera sustentable, y hacer que las sociedades humanas sean compatibles con la biosfera”. Se trata de un enfoque transversal: seguramente por eso me fascina tanto. La conciencia ambiental y el respeto por la biodiversidad que subyacen detrás de esta definición muestran una verdadera revolución, bioinspirada, que inaugura una nueva era: debemos dejar de servirnos de la naturaleza y observarla, comprenderla, a ella y a su genio, e inspirarnos en ella. Utilizar la naturaleza, siempre respetándola, y no servirse de la naturaleza. Es urgente. Y créanme: los inventos y las adaptaciones de lo vivo constituyen una fuente inagotable para las innovaciones humanas. A veces, en forma inesperada. ¿Cómo podía imaginar yo que al trabajar en estrategias de ingesta de alimentos y depredación de los cangrejos despertaría el interés de… los especialistas en robótica, sobre todo para la creación de nuevas prótesis? Las ciencias básicas son una fuente indispensable al servicio de las ciencias aplicadas. Algunas aplicaciones son relativamente evidentes y otras no. Es muy fructífero, para nosotros, los científicos, centrar nuestros trabajos en temáticas interdisciplinarias en colaboración con investigadores de todas las disciplinas. Este abordaje fascinante es el que realizo desde hace casi veinte años y solo entreveo una ínfima parte de todas las posibilidades de descubrimientos que se me ofrecen, que se nos ofrecen a nosotros, colegas, estudiantes, para el potencial beneficio de toda la sociedad.
Los seres humanos empezaron por imitar a los pájaros y los murciélagos para terminar inventando los aviones. Hoy podemos llevar el concepto aún más lejos, inspirándonos en la eficacia de los animales y los vegetales, cuyos desempeños, por su diversidad y sus adaptaciones, han sido optimizados en millones, incluso miles de millones de años de evolución, ¡en miles de millones de años de investigación y desarrollo, podríamos decir! “Aprende tus lecciones en la naturaleza, ¡allí está nuestro futuro!”, predicaba Leonardo da Vinci. Esta famosa cita fue ignorada durante mucho tiempo, como lo dijo un tal… Victor Hugo, que señaló: “Es triste pensar que la naturaleza habla y el género humano no escucha”. Afortunadamente, en la actualidad, las contribuciones científicas internacionales sobre la bioinspiración están aumentando, en todos los terrenos. (3) Es hora de que los desafíos biológicos y las necesidades económicas y durables converjan…