Читать книгу Conozcamos lo nuestro - The Gauchos's Heritage - Enrique Rapela - Страница 29

g Prendas del
estanciero

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Por su posición económica, el gaucho estanciero se diferenciaba del gaucho que el vulgo conoce como tal. Era un hombre tan diestro como sus peones en tareas del campo. Vestían como él, aunque con más lujo (A).

Así tenemos a un Urquiza y a un Rosas, de quien se dijo “era el más gaucho de los gauchos”. En el campo usaba chiripá de paño de poncho, ricos chalecos y pañuelo que cerraba una camisa de amplio cuello (B). Era corriente verlos con un sombrero de amplias alas y otro parecido al de marinero (C). Llevaban cribado fino, botas de confección y espuelas de plata. Algunos llevaban a menudo el cabello largo, con el que se hacían una trenza llamado coleta (D). Pero aquellos estancieros de antaño eran hombres que se habían hecho en la frontera, compartiendo los riesgos que ello entrañaba.

No se puede negar que Juan Manuel de Rosas fue tan conocedor de lo que es la vida del campo, que casi no se puede hablar de él sin tener que citar, en algún momento, sus Instrucciones para la administración de estancias. Poco o nada de las fabulosas extensiones de tierras que entregara a la civilización están en poder de sus descendientes.

Esto que digo no lleva la intención de tomar posiciones encontradas, sino para que vayamos acostumbrándonos a escuchar opiniones, tal vez opuestas, sin que causen resquemor. Creo que es necesario respetar las opiniones ajenas para que un país se unifique.





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