Читать книгу Las antesalas del alma - Eva Argüelles - Страница 7
ОглавлениеPREFACIO
Los registros akáshicos o registros del alma, como a mí me gusta llamarlos, son conexiones directas (de alma a alma) de un médium con cualquier otra persona con la que se conecta a veces espontáneamente, y, en otras ocasiones a través de una meditación guiada especial para este trabajo extrasensorial.
Yo suelo decir que en el libro o disco duro de cada alma se registran todas nuestras vidas pasadas; por lo tanto, nuestras almas contienen los archivos sagrados que guardan secretos muy importantes, a los que podemos acceder con la ayuda de un médium natural y el consentimiento de los maestros de la luz que dirigen estos menesteres, y que darán paso solo a las secuencias de algunas vidas; aquellas para las que estemos preparados para afrontar y que a su vez sirvan como autosanación espiritual al enfocarlas o encararlas, pudiendo dejarnos saber el porqué de algunas circunstancias repetitivas de nuestra vida actual y llegando también a la aceptación y comprensión, por lo que, de algún modo, sanamos y aligeramos nuestro karma.
Estos registros contienen toda palabra, hecho, sentimiento e intención que nos haya ocurrido alguna vez y en diferentes vidas.
Nosotros hacemos este trabajo de una forma seria y profunda, con la mayor preparación, delicadeza y entrega.
Debido a la intensidad energética del acontecimiento, no solemos hacerlo muy a menudo, solo en fechas determinadas.
Fue después de una de las sesiones realizada a una clienta y amiga, que dicho sea de paso está plasmada en este nuevo miembro de mis hijos de papel, cuando ella me dio la idea de escribir sobre esto, contando los casos reales con los que he podido conectar en los diferentes viajes en los tiempos, y después de mucho pensarlo y tras el consentimiento de todas y cada una de las personas sometidas a este reconocimiento astral, decidí poner en marcha el proyecto. Cabe destacar que aunque todos los relatos están basados en las realidades vividas en las diferentes consultas, ninguno sale con su nombre real, ni siquiera yo.
Espero disfruten de las mencionadas travesías. En más de una ocasión podrán plantearse si es realidad o ficción. Yo también lo hago en cada momento, pero como me dijo un amigo psiquiatra, no importa a qué faceta corresponde, siempre que sirva para el bien. Así que, queridos amigos, les presento mi muy preciado tesoro.