Читать книгу Pequeñas grandes... cuentos a cualquier hora para niñas soñadoras - Federico Olavarri Gutiérrez - Страница 18
ОглавлениеÁNGELA RUIZ ROBLES
MAESTRA, PEDAGOGA, ESCRITORA E INVENTORA
Érase una vez una niña que «quiso ser maestra». Pero llegó el momento de su primer día de dar clase y observó que sus alumnos se aburrían... «Angelita» quería que los niños fueran los protagonistas y se divirtieran aprendiendo.
Cuando la escuela cerraba, ella se iba a dar clases nocturnas gratuitas a las personas mayores con pocos recursos. «Doña Angelita» se convirtió pronto en una gran maestra. Su afán por mejorar la educación era tal, que llegó a crear su propia academia ¡Y casi todos aprobaban!
Tenía una actitud incansable, escribía libros de gramática, ortografía, daba conferencias… Angelita pensaba:
«Si algo no existe, ¡pues se inventa!».
Su mente, inquieta e inconformista, comenzó a gestar una idea asombrosa. Veía a los alumnos cargados de libros e imaginó un artilugio que les simplificara la lectura… ¡E inventó «el libro mecánico»!
Era un ingenio tecnológico de gomas elásticas, plástico y electricidad. Contenía todas las asignaturas y se presentaban mediante pulsadores y botones. Todo cabía dentro de un bonito maletín: ligero, robusto y fácil de llevar. Incorporaba cintas de texto e ilustraciones que pasaban con carretes bajo una lámina transparente con zoom y una luz para leer en la oscuridad.
Su «libro» interactivo presentaba la información de forma gráfica, sonora o textual y podía leerse en vertical u horizontal. Tenía una pantalla para escribir y dibujar y cuando pulsabas, el contenido se iluminaba y abría otra información (como un «enlace»). Además, se podían modificar los temas y el idioma intercambiando unas bobinas que eran como una «tarjeta de memoria».
EE. UU. quiso comprar la patente, ¡pero ella quería desarrollarlo en su país! Desafortunadamente, no dispuso de dinero y el prototipo cayó en el olvido.
¡Podría haber sido «el abuelo» de los e-books o de las tabletas!
28 DE MARZO DE 1895 – 19 DE OCTUBRE DE 1975
VILLAMANÍN – FERROL